La crisis en la frontera crece a diario. El arribo de migrantes indocumentados a la frontera sur de los Estados Unidos batió todos los récords el año pasado, y este año viene siendo una tendencia al alza.
Si bien buena parte de la retórica durante la campaña a la presidencia de Joe Biden fue una crítica a la severidad de las políticas migratorias de Donald Trump, la realidad es que el enorme número de personas llegando a los Estados Unidos ha llevado a la administración demócrata a tomar medidas severas también.
Según varias fuentes cercanas al departamento de inmigración de los Estados Unidos, el presidente Biden anunciará en las próximas semanas nuevas medidas para intentar poner un freno al flujo de migrantes indocumentados llegando a la frontera sur del país.
El primer anuncio sería que nadie puede pedir asilo político en el país si antes no solicitó asilo en otros países en los que pasó tiempo desde que abandonara su país de orígen. Es decir, alguien que sale de Cuba, Nicaragua o Venezuela, y atraviesa países como México antes de arribar a los Estados Unidos, debe solicitar asilo en México antes de poder pedirlo en Estados Unidos.
El segundo cambio será la instalación de más cabinas telefónicas en los centros de detención de migrantes. El objetivo de estos teléfonos es que se puedan realizar entrevistas telefónicas entre los migrantes y agentes de inmigración para decidir en el momento si el caso de asilo presenta un miedo creíble (para que se contemple un caso de asilo político, el migrante debe demostrar miedo creíble en su país de orígen).
Varias organizaciones de derechos humanos han declarado que estas medidas van contra los derechos del migrante y que se parecen mucho a las medidas impuestas por la administración Trump. El propio secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, desmintió que sus medidas se parezcan a las de Trump.
“Esta no es una política de la era Trump. Esta no es una prohibición de tránsito. Nosotros hemos proporcionado una vía legal para que las personas puedan entrar a Estados Unidos”, decía el secretario Mayorkas en entrevista con la cadena MSNBC.
La vía legal a la que Mayorkas se refería es la anunciada el pasado 5 de enero que permite la entrada mensual de 30 mil migrantes provenientes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua (los cuatro países de los que provienen la mayor cantidad de solicitantes de asilo en los Estados Unidos). Según ha trascendido, las nuevas medidas no ampliarían el número de asilos que se ofrecen hoy, hecho que ha sido criticado por muchos por considerarlo insuficiente.
Por el otro lado, la administración Biden también está siendo criticada por no aumentar la seguridad en la frontera, un hecho que preocupa a muchos estadounidenses.
SEGUIR LEYENDO