El bonito pueblo que tiene el casco antiguo mejor conservado de Asturias y es conocido por su tradición y palacios centenarios

Pese a ser uno de los núcleos con mayor valor patrimonial del norte de España y destacar por su combinación de historia y naturaleza, logra seguir al margen del turismo masivo

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Una de las rutas más bonitas de Asturias: recorre las montañas de un parque natural y descubre un maravilloso lago glaciar.

Con las vacaciones de verano ya en el objetivo, son muchos los que buscan huir de las altas temperaturas y del estrés y masificación que, en ocasiones, envuelven a las grandes ciudades. De ahí que los pequeños pueblos de España se conviertan en una opción ideal para sumergirse en su naturaleza y belleza. Uno de estos rincones se encuentra en Asturias y destaca por sus calles empedradas del siglo XVII, sus casas con soportales y unas espectaculares plazas. Pero lo cierto es que, a menudo, suele pasar desapercibido y no es uno de los destinos más conocidos del país.

A diferencia de otros destinos del norte del país, Avilés ha logrado mantenerse al margen del turismo masivo, preservando así el carácter que define su entramado urbano. La ciudad ha sabido conservar su identidad, apoyada en una convivencia equilibrada entre la vida cotidiana, el patrimonio arquitectónico y la tradición local.

Situada en la costa cantábrica, Avilés es además una de las urbes más antiguas del territorio asturiano. Su legado medieval, el trazado de su casco antiguo y la solidez de su tejido social la convierten en uno de los núcleos mejor conservados y con mayor valor patrimonial del norte del país.

Una riqueza patrimonial que evoca el pasado

Avilés, un pequeño pueblo de
Avilés, un pequeño pueblo de Asturias, destaca por sus casas con soportales. (AdobeStock)

El centro histórico de Avilés, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1955, se distingue por ser el más extenso y mejor conservado de Asturias. Su trazado medieval, con calles estrechas, plazas empedradas y soportales de piedra y madera, ha resistido el paso del tiempo y constituye uno de los principales atractivos patrimoniales de la ciudad.

Caminar por la calle Galiana —una vía porticada del siglo XVII que conserva aún su doble pavimento para peatones y animales— o por la calle Rivero, es adentrarse en una atmósfera urbana donde la arquitectura tradicional convive con la vida cotidiana. Los soportales, característicos de la villa, ofrecen cobijo frente al clima atlántico y marcan una identidad visual que ha convertido a Avilés en escenario cinematográfico.

De plató de cine a destino turístico

Calles empedradas del siglo XVII
Calles empedradas del siglo XVII en Avilés, Asturias. (AdobeStock)

El valor estético y la autenticidad de su casco antiguo atrajeron al cineasta Woody Allen, que en 2008 rodó en Avilés una escena de su película Vicky Cristina Barcelona. El director neoyorquino, que ya había mostrado admiración por la arquitectura asturiana durante su visita a Oviedo, eligió la ciudad por su carácter recogido y su equilibrio entre historia y vida contemporánea.

La Plaza de España, también conocida como El Parche, es el centro neurálgico del casco urbano. Allí se concentran edificios civiles de gran relevancia, como el Palacio de Ferrera —hoy reconvertido en hotel—, el Ayuntamiento, y diversas terrazas que forman parte de la animada vida social de la ciudad. A pocos metros, se suceden templos como la iglesia de Santo Tomás de Canterbury, de estilo gótico, o la iglesia vieja de Sabugo, que remonta sus orígenes al siglo XIII y servía a la comunidad marinera del antiguo barrio portuario.

Entre la ría y la naturaleza

Avilés se encuentra en la
Avilés se encuentra en la costa central del Principado de Asturias. (AdobeStock)

La cercanía de Avilés al mar y su vinculación histórica con la ría —motor comercial e industrial durante siglos— conviven hoy con espacios verdes recuperados. El parque de Ferrera, un jardín de estilo francés situado en el corazón urbano, ofrece un pulmón natural para residentes y visitantes. Con más de 80.000 metros cuadrados, alberga especies autóctonas y senderos arbolados que conectan con la ciudad sin perder la sensación de retiro.

Avilés ha sabido preservar su pasado sin renunciar a la modernidad. La recuperación del casco histórico, unida a la creación del Centro Niemeyer en la ría, ha revalorizado su perfil como destino cultural. Su oferta gastronómica, anclada en productos locales como el pescado del Cantábrico y los quesos asturianos, completa un atractivo que combina tranquilidad, patrimonio y vida urbana.

Cómo llegar a Avilés

Avilés se encuentra en la costa central del Principado de Asturias, a medio camino entre Gijón y Oviedo. Por carretera, la ciudad está conectada por la Autovía del Cantábrico (A-8). Desde Oviedo se llega en aproximadamente 25 minutos por la autopista A-66 y la AS-II. Gijón se encuentra a menos de 30 kilómetros.

En tren, Renfe opera servicios de Media Distancia que comunican Avilés con Oviedo, Gijón y otras localidades asturianas. Y, en autobús, cuenta con una estación central desde la que operan compañías regionales y nacionales.