Castillo templario de Ponferrada, en León (Adobe Stock).A lo largo de todo el territorio español, se pueden encontrar hasta más de 10.000 castillos y fortalezas. Estas son el reflejo de la cultura e historia que dejaron las antiguas civilizaciones, y que gracias a su buen estado de conservación se pueden disfrutar a día de hoy. Además, algunas de ellas se alzan como imponentes construcciones defensivas que protegían las fronteras y defendían los diferentes pueblos. Gracias a ellos se pueden contemplar imponentes baluartes que cuentan con una arquitectura única.
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En este sentido, son muchos los que destacan por su arquitectura e historia, pero el castillo templario de Ponferrada es uno de los más relevantes gracias a su situación y su papel en la defensa del Camino de Santiago. Además, es uno de los monumentos más emblemáticos de la provincia de León y un símbolo del paso de los caballeros templarios por la península ibérica, a lo que se le suma su posición estratégica en una colina sobre el río Sil. Todo ello lo ha convertido en un atractivo turístico de gran interés gracias a su historia marcada por la presencia de esta orden medieval y su posterior evolución.
El origen del castillo de Ponferrada se remontan a la primera Edad de Hierro, tal y como reflejan los restos encontrados en su interior. Sin embargo, la apariencia y estructura que podemos contemplar hoy en día corresponde a finales del siglo XII con la Orden del Temple. En su llegada en el año 1178, los templarios se encuentran en Ponferrada, una pequeña fortaleza que siglos antes fue castro y más tarde ciudadela romana. De este modo, llevan a cabo una serie de reformas para reforzar el exterior de la fortaleza y en su interior construyen numerosas estancias como son un convento templario, algunas viviendas o bodegas, entre otras cosas.
Castillo templario de Ponferrada, en León (Adobe Stock).Así, el castillo de Ponferrada se convirtió en un bastión defensivo clave en la defensa del Camino de Santiago y sus peregrinos antes las posibles incursiones musulmanas bajo el mandato de los templarios. El dominio de esta orden en Europa fue tal que llegó a poseer hasta 870 castillos repartidos por toda Europa occidental hasta principios del siglo XIV, cuando la orden fue disuelta por el papa Clemente V bajo presión del rey Felipe IV de Francia. Tras la disolución de los templarios, la fortaleza pasó a manos de la Corona y, posteriormente, a distintos nobles y familias influyentes, como los condes de Lemos y los marqueses de Villafranca.
De hecho, Pedro Álvarez Osorio, primer Conde de Lemos, fue el que llevó a cabo, durante el siglo XV, las principales reformas del castillo. Así, fue ampliado y reforzado, adquiriendo la fisonomía que conserva en la actualidad. Se añadieron las cinco torres actuales, se reforzaron las murallas y estructuras internas para mejorar su capacidad defensiva. También se construyó el Palacio Nuevo para su uso como dependencias señoriales. Parte del mismo se cimienta sobre antiguos restos templarios del siglo XII.
Igualmente, a lo largo de los siglos, el castillo sufrió varios conflictos y asedios, destacando su papel en la Guerra de la Independencia Española y en las luchas internas entre los distintos señores feudales de la región. Con el paso del tiempo, la fortaleza cayó en el abandono y comenzó a deteriorarse hasta que, en el siglo XX, se inició un proceso de restauración que permitió recuperar gran parte de su estructura.
Castillo templario de Ponferrada, en León (Adobe Stock).Hoy en día, el castillo templario de Ponferrada es uno de los principales atractivos turísticos de Castilla y León. Su imponente estructura, con murallas almenadas, torres defensivas y pasadizos secretos, permite a los visitantes sumergirse en la historia de la Edad Media. Su visita es algo imprescindible, pues permite contemplar la majestuosidad de sus murallas que atesoran siglos de historia y rodean un perímetro de 8.000 metros cuadrados. De todo el recinto sobresalen las cinco torres: la de Moclín, la de los Caracoles, la de Cabrera, la de Malvecino y la de Malpica.
Otro de los principales atractivos es la portada principal, conocida como la Puerta del Puente Levadizo, que destaca por sus dos torres semicirculares que la flaquean. A su vez, la visita permite contemplar tanto el antiguo castillo, donde destacan numerosas dependencias y algunas torres como la del Homenaje, la del duque de Arjona o la de los Reyes Católicos; y el palacio nuevo. Este abarca la mayor parte del complejo y a lo largo de su patio en forma de ‘U’ se distribuyen espacios como la sala de los Hombres Buenos, la sala de Armas o la bodega.
Pero esto no es todo, pues el castillo de Ponferrada también atesora la Biblioteca Templaria y Centro de Estudios Históricos, un lugar donde se recoge gran parte de la colección de libros facsímiles y obras antiguas donadas por D. Antonio Ovalle García al Ayuntamiento de Ponferrada. Completan dicha colección los libros expuestos en la exposición permanente Templum Libri.
Castillo templario de Ponferrada, en León (Adobe Stock).La visita a este monumento histórico es una parada obligatoria en León. Esto no es para menos, pues cuenta con un valor histórico y patrimonial que lo han convertido en Bien de Interés Cultural y en Monumento Nacional desde 1924. Por ello, se deben conocer los horarios de apertura, los cuales varían en función de la época del año:
- De octubre a marzo. De 10:00 h a 14:00 h y de 16:00 h a 19:00 h.
- Del 1 de noviembre al 28 de febrero. De 10:00 h a 14:00 h y de 16:00 h a 18:00 h.
- Del 1 de abril al 30 de septiembre. De 10:00 h a 14:00 h y de 16:30 h a 20:30 h.
En cuanto al precio, la entrada general es de 6 euros, mientras que la reducida es de 4 euros. A su vez, todos los miércoles del año la entrada es gratuita y también lo es para menores de 14 años y otros grupos sociales.
El impresionante castillo del siglo XV que es una joya del Renacimiento: está habitado y se puede visitar. Desde León, el viaje es de alrededor de 1 hora y 30 minutos por la carretera A-6. Por su parte, desde Lugo el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la misma vía.