El bonito pueblo medieval de La Rioja que tiene una de las iglesias más impresionantes de la región

Con un casco antiguo declarado conjunto histórico-artístico, el pueblo riojano de Briones ofrece un recorrido por calles empedradas, casas señoriales y vestigios medievales que llevan a los visitantes a sentirse parte de un tiempo anterior. Rodeado de viñedos y paisajes típicos de la región, Briones es un referente en todo tipo de ámbitos. Situado en una colina y estando protegido desde las alturas, este pequeño municipio puede presumir de tener una de las iglesias más bonitas de la región.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en el corazón del pueblo, es uno de sus monumentos más destacados. Construida entre los siglos XVI y XVIII, combina estilos arquitectónicos gótico, renacentista y barroco, reflejo de las distintas etapas de su construcción. Además, su imponente torre campanario es visible desde cualquier punto del pueblo, lo que la convierte en emblema de esta localidad. Y lo que es más, hubo un día en el que sus vistas sirvieron para proteger a los habitantes de esta localidad.

Además de su arquitectura, la iglesia alberga numerosas piezas de arte sacro, como tallas, lienzos y objetos litúrgicos de gran antigüedad. Este templo es también un punto central en la vida cultural y religiosa de Briones, especialmente durante la Semana Santa. Ahora bien, este templo no es lo único que merece la pena ver en Briones.

Briones es un destino que combina historia, arquitectura y tradición vinícola. Uno de sus principales atractivos es el Casco Antiguo, declarado conjunto histórico-artístico. Pasear por sus estrechas calles empedradas permite descubrir casas señoriales y palacetes con escudos nobiliarios que rememoran épocas pasadas. Entre estos edificios destacan el Palacio del Marqués de San Nicolás, que alberga el Ayuntamiento, y el Palacio de los Quincoces, hoy convertido en un centro cultural.

Por su parte, el Museo Vivanco de la Cultura del Vino es una visita imprescindible para los amantes del enoturismo. Situado a las afueras del pueblo, este espacio ofrece una inmersión completa en la historia y el arte del vino.

Así pues, los restos del Castillo de Briones reflejan la importancia defensiva que tuvo esta localidad en el pasado. Desde allí, el visitante podrá disfrutar de unas espectaculares vistas de los viñedos. Para completar la experiencia, recorrer los alrededores de Briones permite disfrutar de los paisajes típicos riojanos.

Para llegar a Briones se puede optar tanto por el coche, como por el tren y el autobús. Así, la vía de acceso más rápida dependerá del punto de partida. Si se viaja desde Madrid o Bilbao lo mejor es optar por la carretera. Desde Madrid, toma la A-1 y luego la N-232 hasta Briones, un trayecto de unas 3 horas y 45 minutos. Desde Bilbao, el viaje dura aproximadamente una hora y 30 minutos por la AP-68.

Si se prefiere el transporte público, se puede llegar en tren hasta Logroño y desde allí tomar un autobús hacia Briones. Algunas rutas incluyen un trayecto en taxi o vehículo privado, ya que las conexiones de autobús pueden ser limitadas.