En pleno Océano Índico, a 1.000 kilómetros al este de Madagascar y 2.000 kilómetros al sureste de la costa africana, se encuentra Isla Mauricio, un rincón del mundo que se erige como un auténtico paraíso tropical. Sus playas de arena multicolor, sus aguas cristalinas y su biodiversidad convierten a este lugar en un destino de ensueño para quienes buscan belleza natural. Es por ello, que en Isla Mauricio, la combinación de paisajes terrestres y marinos convierte a este destino en uno de los más cautivadores del planeta.
Entre sus principales atractivos, destacan el Parque Nacional Gargantas del Río Negro, hogar de bosques tropicales, cascadas y una fauna singular que incluye a los zorros voladores. Pero, si algo roba el protagonismo en esta isla, es Le Morne Brabant y su impresionante cascada submarina, un fenómeno que ha cautivado a viajeros de todo el mundo.
Le Morne Brabant: más que una península
Le Morne Brabant es una península que se extiende hacia el océano, coronada por una montaña de más de 500 metros de altura. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta formación no solo ofrece vistas espectaculares, sino que también guarda una profunda relevancia histórica, al haber sido un refugio para esclavos escapados durante el siglo XIX. Sin embargo, más allá de su historia y su imponente silueta, este lugar es famoso por lo que se encuentra bajo sus aguas.
Desde el aire, los visitantes pueden apreciar un fenómeno visual único: una cascada submarina que parece caer hacia las profundidades del océano. A pesar de lo que parece a simple vista, la cascada submarina de Le Morne Brabant no es real. Este efecto es una ilusión óptica creada por los depósitos de arena y limo que, arrastrados por las corrientes oceánicas, parecen caer por un abismo submarino. Además, el constante movimiento de estas corrientes genera un espectáculo cromático que varía entre tonos de azul, verde y blanco, intensificando la apariencia de un torrente que se precipita hacia el fondo marino.
La geografía de Isla Mauricio también desempeña un papel crucial en este fenómeno. Toda la isla se encuentra sobre una plataforma oceánica elevada, lo que crea una pendiente gradual que culmina en un abismo submarino de aproximadamente 4.000 metros de profundidad. Este contraste entre la plataforma elevada y la caída abisal es lo que refuerza la ilusión de una cascada submarina.
Una experiencia desde el cielo
Para observar este fenómeno en su máxima expresión, la única opción es hacerlo desde el aire. Por ello, los vuelos en helicóptero se han convertido en una de las actividades más populares entre los visitantes de Isla Mauricio. Empresas turísticas locales ofrecen recorridos que permiten sobrevolar Le Morne Brabant y disfrutar de la perspectiva aérea de la cascada submarina.
El precio de estos vuelos no es accesible para todos los bolsillos. Según el portal especializado mauritiusattractions.com, un recorrido de 15 minutos dedicado exclusivamente a la cascada submarina tiene un costo aproximado de 155 euros. Sin embargo, existen paquetes más completos que incluyen otros atractivos de la isla, lo que permite a los turistas aprovechar al máximo su experiencia aérea.