El precioso pueblo de Almería que fue la última capital de al-Ándalus: está a los pies de Sierra Nevada

La villa de la Alpujarra almeriense fue el refugio del sultán Boabdil antes de abandonar la península ibérica, lo que la convirtió en uno de los lugares con mayor riqueza cultural y arquitectónica de Andalucía

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Laujar de Andarax es un precioso pueblo de montaña de Almería. (AdobeStock)

Andalucía esconde un sinfín de rincones repletos de encanto, rica historia y bella arquitectura. Precisamente, la provincia de Almería no solo alberga costa y desierto: aglutina pueblos increíbles que merece la pena conocer. Uno de ellos fue la última capital de al-Ándalus y está situado a los pies del Parque Nacional de Sierra Nevada por su lado oriental, en la llamada Alpujarra almeriense. Y es que se trata de una preciosa villa de montaña que se convirtió en el hogar de Boabdil, el último sultán del reino nazarí de Granada, antes de que huyera de la península ibérica.

Con una población de poco más de 1.600 habitantes, su reducido tamaño contrasta con la belleza de un municipio que es pura historia. Se trata de Laujar de Andarax, que se ha convertido en un lugar de visita obligada para los turistas que recorren la provincia de Almería. El hecho de que atesore un legado morisco, que entremezcla con sus ricas tradiciones y su espectacular arquitectura, convierte a este pueblo en un destino imprescindible. Además, permite volver al pasado y revivir los últimos días de al-Ándalus en España.

Una pequeña villa que fue hogar del último sultán del reino nazarí de Granada

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Laujar de Andarax fue la última capital de al-Ándalus. (AdobeStock)

Laujar de Andarax, en la Alpujarra almeriense, es un lugar cargado de historia. Aunque se han identificado vestigios neolíticos y romanos, su época de mayor esplendor llegó durante el periodo nazarí en el siglo XIII. La organización administrativa del Reino Nazarí le otorgó la capitalidad de la taha de Andarax, convirtiéndola en un enclave destacado. El poeta Ibn al-Jatib la describió como un lugar prominente, destacando su alcazaba como la más relevante de la Alpujarra.

Tras la rendición de Granada en 1492, Boabdil el Chico, último rey nazarí, cedió la ciudad a los Reyes Católicos. Como parte de las capitulaciones, recibió el señorío de la Alpujarra, donde se estableció antes de su exilio a Marruecos. Laujar de Andarax, considerada su última capital, también fue escenario de eventos trascendentales, como la muerte de la sultana Morayma, esposa de Boabdil, y el asesinato de Abén Humeya, proclamado rey de los moriscos décadas más tarde.

Durante la residencia de Boabdil, Laujar era un núcleo importante con cerca de 7.000 habitantes, en su mayoría moriscos. Este legado aún se refleja en sus calles, en construcciones como la iglesia mudéjar de la Encarnación y en un entorno natural que celebra el agua, símbolo del pasado andalusí.

El monarca también frecuentó la cercana Fuente Victoria, conocida como la “ciudad de Boabdil”, aunque el llamado Palacio del Rey Chico, atribuido erróneamente como su residencia, es una edificación del siglo XVIII. Durante su estancia, Boabdil buscó tranquilidad, dedicándose a la caza y a su familia, hasta que la muerte de Morayma lo llevó a abandonar definitivamente la península, partiendo hacia Fez desde el puerto de Adra.

Una fortaleza, una ermita y un convento, algunas de las joyas de Laujar de Andarax

Iglesia de la Encarnación de
Iglesia de la Encarnación de Laujar de Andara. (Turismo de Almería)

La llegada del cristianismo a Laujar de Andarax estuvo marcada por conflictos sociales y religiosos. La tensión entre los colonos cristianos y la población morisca culminó con eventos como la quema de la mezquita Mayor en 1500, un símbolo del enfrentamiento. Décadas después, la Guerra de las Alpujarras (1568-1571) representó el último intento de resistencia de los conquistados frente a los conquistadores. A lo largo de los siglos, logró prosperar gracias a la agricultura, la minería y la industria textil. En la actualidad, su economía se sustenta en el turismo rural, la viticultura y el aprovechamiento de su entorno natural.

Pero lo cierto es que son muchos los monumentos que se pueden visitar en Laujar de Andarax, como la Casa Palacio de los Moya, restaurado y convertido en museo y biblioteca, el Puente de los Moros o el Mirador de Laujar. Pero si hay algo por lo que este pueblo destaca es por las fuentes históricas. El agua, elemento fundamental en la cultura andalusí, se refleja en las 16 fuentes o pilares que adornan Laujar. Entre las más emblemáticas se encuentran el Pilar de la Plaza o el Pilar de San Antonio. Otro de los principales lugares de interés histórico y arquitectónico es la Alcazaba, residencia y fortaleza de Boabdil durante el siglo XV. Aunque quedan pocos restos, como tramos de muralla y torres, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.

Los visitantes no pueden olvidarse de la Iglesia de la Encarnación, construida entre los siglos XVI y XVII. Ocupa el terreno de la antigua mezquita Mayor. Su estilo mudéjar y su retablo barroco le otorgan el título de la ‘catedral de la Alpujarra’. A ello se une la Ermita de Nuestra Señora de la Salud, de los siglos XVII-XVIII, que combina un exterior mudéjar con un interior barroco. Y el Convento de San Pascual Bailón, un imponente edificio (1691-1708) que está en ruinas tras la desamortización, aunque es un referente histórico del pueblo.

Cómo llegar a Laujar de Andarax

La increíble playa de Almería incrustada entre dunas fosilizadas que está en un parque natural.

Para llegar a Laujar de Andarax existen varias opciones. En coche, la manera más conveniente es por carretera. Desde Almería capital, se encuentra a unos 68 km, un trayecto de aproximadamente 1 hora y 15 minutos. Hay que tomar la A-348 y la carretera atraviesa paisajes típicos de la Alpujarra, ofreciendo vistas del valle y de Sierra Nevada.

Aunque menos frecuente, existe servicio de autobuses desde Almería hasta Laujar de Andarax. La compañía Alsa opera algunas rutas aunque con horarios limitados.

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