El 22 de diciembre de 2011 siempre quedará en la memoria de los vecinos de Grañén. Ese día, la administración de la localidad repartió lo que se conoce como el “Gordo más Gordo” de la historia, repartiendo más de 700 millones de euros.
Desde ese momento, el establecimiento, regentado por Pili y Fortunato se ha convertido en una ‘meca’ de la suerte en la comarca de los Monegros, en la provincia de Huesca, pues no ha dejado de repartir suerte en otros sorteos como la Lotería Nacional, la Bonoloto o el Euromillones. Sin embargo, el hito más representativo es ese ‘Gordo’ de Navidad del 2011, que se engloba dentro de las 22 ocasiones que ha caído el primer premio en Aragón.
Un día inolvidable
De acuerdo con el Heraldo de Aragón, en 2011, la administración número 1 de Grañén, regentada por Fortunato y Pilar, vendió íntegramente el número 58268, repartiendo más de 700 millones de euros en premios. Esta cifra histórica consagró al pequeño pueblo oscense, de apenas 1.700 habitantes, como protagonista indiscutible del sorteo. La asociación de amas de casa jugó un papel crucial, distribuyendo los décimos no solo en Grañén, sino también en otras localidades de los Monegros y en Huesca capital.
Uno de los casos más curiosos fue el de Sodeto, un pequeño pueblo de los Monegros donde prácticamente todos los vecinos resultaron agraciados, excepto Costas Mitsotakis, un cineasta griego que se convirtió en la excepción a la regla. Lejos de lamentarse, Mitsotakis documentó la alegría de sus vecinos en un emotivo relato que plasmó en un documental, transformando su inusual historia en un homenaje a la suerte colectiva del pueblo.
Igualmente, cómo no podía ser de otra forma, las imágenes de celebración marcaron aquel 22 de diciembre de 2011. Según el mismo medio, en Grañén, la plaza principal se llenó de vecinos que brindaban, cantaban y compartían su alegría con los medios de comunicación, que no tardaron en llegar al lugar para captar la magnitud del acontecimiento. Fortunato y Pilar, los propietarios de la administración, se convirtieron en el centro de las miradas, recibiendo felicitaciones por haber repartido tamaña fortuna.
“Nunca habríamos imaginado algo así en nuestros mejores sueños”, comentaron emocionados, mientras los vecinos agradecían la suerte que había transformado sus vidas en un abrir y cerrar de ojos. La administración de Grañén, apodada por muchos como “la Bruja de Oro aragonesa”, consolidó su reputación como una de las más afortunadas del país.
Una imponente iglesia
Pero más allá de repartir suerte, Grañén cuenta con un rico patrimonio monumental que se traduce en su imponente iglesia dedicada a Santiago Apóstol. Construida en el siglo XVI, esta edificación combina con maestría elementos góticos y renacentistas, reflejando el esplendor artístico de la época.
Su fachada, coronada por una majestuosa torre campanario, invita a los visitantes a adentrarse en un espacio donde la historia y la espiritualidad se entrelazan. En el interior, destaca un retablo renacentista de singular belleza, obra de los pintores Pedro de Aponte y Cristóbal de Cardeñosa, cuyas pinceladas narran pasajes bíblicos con una exquisita precisión artística.
Igualmente, muy cerca de Grañén, el municipio de Tardienta ofrece una experiencia complementaria para quienes deseen explorar el entorno natural. Una de las actividades más atractivas es recorrer la Ruta de los Torrollones, un sendero que atraviesa curiosas formaciones geológicas de gran verticalidad, resultado de siglos de erosión. Este trayecto, ideal para los amantes del senderismo y la fotografía, permite conectar con la naturaleza mientras se descubre la singular geografía de los Monegros. Juntas, Grañén y Tardienta forman un binomio perfecto que combina cultura, arte y aventura en un rincón único de Aragón.
Cómo llegar
Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 20 minutos por la carretera A-1213. Por su parte, desde Zaragoza el trayecto tiene una duración estimada de 55 minutos por la vía A-23.