Arqueólogos en Egipto han desenterrado un hallazgo que podría reescribir la historia de un antiguo santuario ptolemaico. Bajo las antiguas rocas del pueblo de Athribis, una región con gran carga histórica, se ha descubierto lo que parece ser la puerta de entrada a un templo milenario, cuya antigüedad se calcula en 2,100 años. De acuerdo con el National Geographic, el equipo de investigadores de la Universidad de Tubinga, en colaboración con la Administración de Antigüedades de Egipto, llevó a cabo estas excavaciones tras años de estudio sobre un distrito de templos en Athribis.
La puerta monumental, conocida como pilón, es una estructura formada por dos imponentes torres que flanquean la entrada principal de los templos egipcios. Aunque originalmente alcanzaban los 18 metros de altura, hoy solo se conservan aproximadamente cinco metros debido al saqueo de piedras ocurrido en el año 752 d. C.
Según los arqueólogos, las inscripciones jeroglíficas encontradas en el sitio identifican a Ptolomeo VIII como el rey responsable de la decoración y, posiblemente, de la construcción del pilón. Este líder gobernó durante el siglo II a. C., en una época de gran esplendor para el Egipto ptolemaico, cuando la cultura helenística se entrelazó con las tradiciones faraónicas.
Detalles del hallazgo
Las excavaciones también revelaron inscripciones y relieves que representan a Ptolomeo VIII realizando ofrendas a la diosa Repit, deidad asociada al culto local, y a su hijo Kolanthes. Estas imágenes, esculpidas con gran detalle, ofrecen una visión única de las ceremonias religiosas y las jerarquías divinas de la época.
Una de las sorpresas más importantes del hallazgo fue la identificación de una cámara oculta dentro de una de las torres del pilón. Para acceder a esta sala, los arqueólogos tuvieron que retirar un bloque de piedra de 20 toneladas. La habitación, de seis metros de largo por tres de ancho, parece haber tenido múltiples usos: inicialmente se empleó para almacenar equipamiento del templo y posteriormente se convirtió en un depósito de ánforas. Las decoraciones en la entrada de esta cámara incluyen relieves jeroglíficos que representan a Repit y al dios de la fertilidad Min, acompañados por seres con cabezas de halcón o ibis.
Una puerta con historia
La puerta principal del pilón, de más de cuatro metros de altura, conserva ornamentos típicos de los templos egipcios, como un friso de cobras, elemento que simbolizaba protección y poder divino. Este descubrimiento sugiere que el acceso podría conducir a un templo tallado en la roca, una estructura que, de confirmarse, ofrecería nuevas perspectivas sobre la arquitectura y la religión en la época de los Ptolomeos.
El complejo del templo, según las estimaciones, medía 51 metros de ancho, con una entrada monumental que servía tanto como portal sagrado como declaración del poder político y religioso del faraón. “Aunque gran parte del templo original ha desaparecido, lo que queda nos permite imaginar la majestuosidad de esta construcción en su época de esplendor”, explicaron los investigadores en un comunicado, tal y como recoge el National Geographic.
Implicaciones del descubrimiento
Este hallazgo se suma a las recientes excavaciones que han ampliado el conocimiento sobre el Egipto ptolemaico, una era que marcó la transición entre las dinastías faraónicas tradicionales y el dominio romano. Además, la posibilidad de encontrar un santuario rocoso intacto abre nuevas puertas para la comprensión de los rituales y la arquitectura de la época.
Mientras continúan las investigaciones en Athribis, el equipo de arqueólogos espera poder explorar los escombros detrás del pilón para confirmar la existencia del templo. Este descubrimiento podría arrojar luz sobre un periodo histórico fascinante y consolidar a Athribis como un epicentro arqueológico clave para el estudio del antiguo Egipto.