Vélez-Blanco, enclavado en el Parque Natural de Sierra de María-Los Vélez, es una joya histórica y cultural que invita a los visitantes a perderse entre sus calles blancas y sus imponentes monumentos. Su casco histórico, que se expande a través de calles empinadas, es una muestra viva de la arquitectura tradicional andaluza, coronada por el imponente Castillo de los Fajardo. Esta fortaleza del siglo XVI, declarada Monumento Histórico Nacional, ofrece una ventana al pasado renacentista de la región.
Ahora bien, Vélez-Blanco no solo conquista a través de su arquitectura; su entorno arqueológico es otra de las joyas de la corona, con la Cueva de los Letreros como emblema, este pueblo almeriense presume de poder contar con unas pinturas rupestres, Patrimonio de la Humanidad, que son la representación del arte prehistórico en su máxima expresión.
Qué ver en Vélez-Blanco: un paseo por la localidad
Fusionando tradición, cultura y naturaleza en un espacio, quienes quieran adentrarse en el corazón de esta localidad, deberán iniciar su viaje en el Castillo de los Fajardo, una majestuosa fortaleza renacentista construida en el siglo XVI que domina el paisaje desde lo alto del cerro. Sus muros albergan la historia de los antiguos marqueses de Vélez y ofrecen vistas panorámicas espectaculares de los alrededores. Aunque el interior del castillo está vacío, su arquitectura y su imponente ubicación hacen de esta visita una experiencia imprescindible.
Desde el castillo, el paseo continúa hacia la Iglesia de Santiago Apóstol, un templo renacentista que destaca por su elegante fachada y su sobrio interior. Muy cerca se encuentra el Convento de San Luis, una edificación franciscana del siglo XVII que conserva parte de su estructura original y añade un toque de serenidad al recorrido.
La ruta lleva luego a la Fuente de los Cinco Caños, un emblemático rincón del pueblo donde se combinan historia y funcionalidad. Este antiguo lavadero público, aun en uso, refleja la importancia del agua en la vida cotidiana de Vélez-Blanco. Desde allí, se puede pasear por el casco histórico, un laberinto de calles empedradas y casas encaladas que conservan el carácter tradicional andaluz.
El itinerario finaliza con una visita al Centro de Interpretación de Patrimonio Arqueológico Comarcal, donde es posible conocer la riqueza prehistórica de la zona, especialmente las célebres pinturas rupestres de la Cueva de los Letreros, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cómo llegar
Para llegar a Vélez-Blanco se pueden seguir varias rutas. Para quienes viajan desde Madrid, el trayecto es de unos 500 kilómetros y tiene una duración aproximada de 4 horas y 45 minutos. Otra opción es combinar tren y autobús, tomando un tren desde Madrid hasta Lorca, a unos 35 kilómetros de Vélez-Blanco, y desde allí continuar en autobús o taxi. En cuanto al transporte exclusivamente en autobús, no existen rutas directas desde Madrid, pero es posible viajar primero a Murcia o Almería y luego conectar con servicios locales hacia el municipio.
Los que viajen desde Almería basta con iniciar la ruta en la A-7 en dirección a Murcia, tomando la salida 547 hacia Vélez-Rubio. Desde allí, se sigue por la carretera A-317 hasta llegar a Vélez-Blanco.