Los incidentes durante los vuelos se han disparado en los últimos años en distintas aerolíneas del mundo. Ya sea por las acciones de ciertos pasajeros o por la tripulación a bordo, se han observado algunos puntos críticos que los pasajeros de numerosas aeronaves han sufrido en primera persona. Como lo sucedido el pasado 26 de noviembre en un vuelo de Delta Airlines, donde una pasajera intentó colase en un avión que iba de Nueva York a París.
Pero también se han contemplado algunos hechos más problemáticos de la mano de algunos pasajeros más peligrosos, como lo ocurrido en un vuelo que conectaba París con Alicante el pasado domingo 8 de diciembre. Lo sucedido en la aeronave provocó un aterrizaje de emergencia en Toulouse-Blagnac, en Alto Garona, como medida de seguridad.
Un aterrizaje de emergencia a mitad de vuelo
Los pasajeros que despegaron del aeropuerto de París Charles de Gaulle no se imaginaban que iban a sufrir un incidente que provocase el descenso del avión en Toulouse. Al parecer, el trayecto de la aerolínea española Vueling se vio interrumpido por una de sus pasajeras disruptivas. La causante del embrollo agredió a una de las azafatas de la tripulación, agarrándola del pelo violentamente, según Franceinfo. La agresora era una mujer española de 25 años que, según la Depeche, padece problemas psicológicos. La acción de la joven provocó su detención, cuando el piloto hizo el primer aterrizaje aún en suelo francés.
Tras los hechos ocurridos el pasado domingo, se ha abierto una investigación por obstrucción a la navegación aérea. Esto conllevará un fuerte procesamiento por el incumplimiento de las normas de seguridad . Y es que, según el Convenio de Chicago sobre la Aviación Civil Internacional, un viajero disruptivo es una persona que: “No respeta las reglas de conducta en un aeropuerto o a bordo de una aeronave o que no sigue las instrucciones de personal del aeropuerto o miembros de la tripulación y, por lo tanto, altera el buen orden y la disciplina en el aeropuerto o a bordo de la aeronave”.
De esta manera, el piloto podrá expulsar del aeroplano a “cualquier persona de la tripulación o de los pasajeros, o cualquier parte de la carga, que pueda representar un peligro para la seguridad, la salud, la salubridad o el buen orden a bordo”, se lee en el texto. Esto mismo pudo verse en otro vuelo que partía igualmente del aeropuerto de Toulouse-Blagnac, cuando un hombre saltó en defensa de otro.
Estos hechos ocurrieron cuando dicha persona, residente de Tarn-et-Garonne, trató de proteger a otro pasajero del mismo vuelo, cuyo equipaje de mano excedía el tamaño autorizado por la compañía aérea antes de abordar el avión, el pasado 29 de octubre. Esto hizo que pasase 40 horas bajo custodia policial y una citación judicial en la que se enfrenta a una multa de 12.000 euros y dos meses de prisión. Así, aunque el hecho del pasado domingo es reciente, se espera que la pasajera del viaje a Alicante tenga que pasar por el mismo proceso en unos meses.