Con el cierre del año a la vista, Lonely Planet ha presentado su esperada lista anual de los mejores destinos del mundo para el año 2025, publicada en su libro Best in Travel 2025. Esta guía ha elegido a los destinos según criterios como su valor cultural, atractivo visual y el compromiso con prácticas de turismo responsable. Esta última característica cobra especial relevancia en la edición de este año, donde Lonely Planet subraya la importancia de elegir destinos que promuevan el turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Así, está organizada en tres categorías principales: ciudades, países y regiones, con diez destinos en cada una de ellas. Estos lugares no solo destacan por su belleza natural y su oferta cultural, sino también por su capacidad para ofrecer experiencias únicas y auténticas a los viajeros. En este sentido, de todos los países del mundo, Lituania ha sido elegido como el mejor de Europa y el segundo mejor del mundo, solo por detrás de Camerún.
Esto es gracias a su simbiosis entre conservación y sostenibilidad, pues ha sido nombrada Capital Verde Europea de 2025. Es por ello que “nunca ha habido un mejor momento para explorar sus bosques protegidos, lagos y dunas de arena a lo largo del Mar Báltico. Los espacios verdes cubren el 61% de su capital, Vilnius, con atracciones imperdibles como el recientemente restaurado Palacio Sapieha”, destacan desde la guía.
Vilnius: el epicentro de Lituania
Este pequeño país del norte de Europa ofrece una rica combinación de historia medieval, paisajes naturales impresionantes y una vibrante escena cultural. A menudo eclipsada por sus vecinos más grandes, Lituania ha logrado preservar su identidad única, convirtiéndose en un destino cada vez más popular para aquellos que buscan explorar una Europa menos convencional. Su capital, Vilnuis, es una ciudad que deslumbra por su belleza arquitectónica y su vibrante vida cultural.
Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los mejor conservados de Europa Central y Oriental, con estrechas calles empedradas, iglesias barrocas y edificios de época que reflejan la historia turbulenta del país. Entre los monumentos más destacados de la ciudad se encuentra la Catedral de Vilnius, una joya del Renacimiento, y la Puerta de la Aurora, una antigua puerta medieval que alberga una famosa imagen de la Virgen María, considerada milagrosa por los lugareños.
Además, la ciudad es conocida por su ambiente bohemio y artístico, especialmente en el Barrio de las Artes, donde galerías, cafés y estudios de artistas ofrecen una ventana al alma creativa de la ciudad. Vilnius es también hogar de varios museos y teatros, entre los que destaca el Museo Nacional de Lituania, que ofrece una profunda visión de la historia del país desde la prehistoria hasta la época moderna.
Una naturaleza desbordante
Más allá de sus ciudades, Lituania es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Aproximadamente un tercio del país está cubierto por bosques, y la red de parques nacionales y reservas naturales permite a los visitantes explorar paisajes verdes y tranquilos. El Parque Nacional de los Lagos de Aukštaitija, al noreste de Vilnius, es uno de los más populares, con su impresionante red de lagos y bosques, que lo convierten en un lugar perfecto para el senderismo, el kayak y la observación de fauna.
Otro de los lugares emblemáticos de la naturaleza lituana es la Curonian Spit, una estrecha franja de tierra de 98 km que se extiende a lo largo de la costa del Mar Báltico, declarada Patrimonio de la Humanidad. Este paisaje único de dunas móviles, bosques de pinos y pequeñas aldeas pesqueras ofrece un refugio sereno y pintoresco, ideal para quienes buscan escapar del bullicio urbano. En la región, el Centro de Visitantes de la Península de Curlandia es un excelente punto de partida para explorar este singular ecosistema.