La cascada secreta de Portugal perfecta para los amantes del senderismo: rutas en mitad de un bonito entorno natural

El centro de Portugal está repleto de rincones que son una maravilla. Desde preciosos pueblos rurales donde la tradición sigue intacta hasta bellos parajes naturales, el viajero encuentra en esta región un lugar donde poder descansar y descubrir todos sus secretos. De hecho, son muchos los que esconde esta comarca, siendo uno de los más especiales el que guarda la localidad de Ervedal da Beira, municipio de Oliveira do Hospital. Pues en ella se ubica una de las cascadas más singulares del país.

Se trata de del Açude da Ribeira, una pequeña cascada que se erige como un refugio natural que combina historia, belleza escénica y oportunidades recreativas. Este azud, construido en el siglo XIX para potenciar la producción agrícola, ha evolucionado hasta convertirse en un destino popular tanto para locales como para visitantes.

El término “açude” se refiere a pequeñas presas que, en este caso, dan lugar a una cascada artificial de aproximadamente diez metros de altura. Así, el río Seia, al serpentear entre montes y valles, enriquece el paisaje con estas estructuras, siendo el Açude da Ribeira una de las más destacadas. El entorno es de lo más enriquecedor y a través de rutas de senderismo se puede explorar la riqueza natural y cultural de la región. Así, el sendero de Trilho do Açude da Ribeira, es el más popular y accesible, ideal para aquellos que buscan una caminata fácil pero gratificante.

Con una longitud de tres kilómetros es un recorrido circular que comienza y termina en el propio azud. Durante el trayecto, los senderistas recorren pasarelas y caminos que bordean el río Seia, disfrutando de diferentes perspectivas de la cascada. En su camino, los excursionistas cruzan un puente romano sobre el río, lo que añade un toque histórico al recorrido.

Otra opción es la ruta Açude da Ribeira - Caminho do Talegre, que se extiende por poco más de nueve kilómetros en un circuito de dificultad moderada. La ruta pasa por diversos paisajes y bosques, lo que permite a los excursionistas disfrutar de panorámicas impresionantes desde elevaciones que alcanzan hasta los 400 metros de altura. Además, los senderistas podrán descubrir otras cascadas que salpican la región, lo que hace que el trayecto sea aún más atractivo. Al final, el esfuerzo se ve recompensado con una vista privilegiada de la cascada Açude da Ribeira, en todo su esplendor.

A su vez, el acceso al Açude da Ribeira es sencillo, con caminos forestales que permiten la llegada en vehículo hasta las proximidades del azud. Existen dos áreas de estacionamiento: una superior con capacidad para unos diez vehículos y otra inferior para aproximadamente cuatro. Esta facilidad de acceso lo convierte en un destino ideal para familias y grupos que buscan una experiencia en la naturaleza sin complicaciones logísticas.

Además, aparte de las rutas de senderismo, el entorno de la cascada ofrece diversas actividades para quienes busquen una experiencia más completa. Los picnic junto al río Seia son una excelente forma de disfrutar de la naturaleza, mientras que los fanáticos de la fotografía tienen un campo ideal para capturar imágenes de paisajes naturales, vida salvaje y el propio azud.

La gastronomía de la zona también es un atractivo adicional. En los alrededores, varios restaurantes ofrecen platos típicos de la región, como bacalao a la portuguesa, cordero asado y una gran variedad de quesos y embutidos locales, que reflejan la rica herencia gastronómica de la región. Además, algunos establecimientos cercanos ofrecen alojamiento rural para aquellos que deseen pasar más tiempo explorando la zona.

Desde Coimbra, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la carretera IP3. Por su parte, desde Viseu el trayecto tiene una duración estimada de 50 minutos por las vías N231 y N231-2.