Inaugurado en 1992, Disneyland París se ha consolidado como el parque temático más visitado de Europa, atrayendo a millones de turistas cada año. Este espacio recrea la magia de las películas de Disney a través de las historias y los personajes de la marca, los cuales son los principales protagonistas. De este modo, el visitante puede disfrutar de trepidantes atracciones de última generación, que se combinan con espectáculos en vivo y desfiles icónicos que han convertido al destino en un referente del entretenimiento para todas las edades.
Sin embargo, las constantes innovaciones y su modelo de negocio, con precios en constante aumento, han generado debates sobre el equilibrio entre exclusividad y accesibilidad, especialmente en un contexto de alta demanda como las festividades navideñas. En este contexto, Disneyland París ha implementado un nuevo sistema de cobro para quienes deseen disfrutar del desfile navideño en las zonas con mejor visibilidad. La medida, que permite a los visitantes acceder a asientos privilegiados por un coste adicional, ha suscitado un fuerte rechazo en redes sociales.
Según informa el canal francés BFMTV, los asistentes al parque podrán pagar 21 euros por persona para reservar un espacio durante el desfile diurno, y 24 euros para el desfile nocturno, ambos en el eje central de la plaza, frente al icónico castillo de la Bella Durmiente. Este nuevo servicio, que crea una “zona reservada” cerca de dos escenarios, elimina la necesidad de largas esperas para obtener una vista privilegiada. Sin embargo, quienes opten por no pagar deberán conformarse con ubicaciones menos favorables y, posiblemente, con vistas limitadas de los personajes y carrozas del espectáculo “Mickey y su brillante desfile navideño”.
Reacciones divididas
La decisión ha provocado un aluvión de críticas por parte de los consumidores en redes sociales, quienes consideran que esta política prioriza el acceso a la “magia de Disney” según el poder adquisitivo de los visitantes. Muchos usuarios han expresado su descontento al percibir este cambio como un golpe más al presupuesto familiar, en un parque que ya es considerado uno de los destinos turísticos más caros de Europa.
“No es justo tener que pagar más para disfrutar de algo que debería estar incluido en el precio de la entrada”, comentó un usuario en X (anteriormente Twitter). La nueva modalidad de cobro se suma a las críticas previas que Disneyland París ha recibido por sus políticas de precios, como los incrementos en las entradas generales y la introducción de pases especiales para reducir el tiempo de espera en las atracciones.
Aunque las filas gratuitas para ver el desfile siguen siendo una opción, muchos visitantes consideran que la calidad de la experiencia se verá comprometida, especialmente durante la temporada navideña, cuando el parque atrae a multitudes de todo el mundo. Para otros, el servicio de pago representa una comodidad. “Es una buena opción si no quieres esperar horas para encontrar un buen lugar”, mencionó un visitante habitual del parque. Sin embargo, esta perspectiva parece ser minoritaria frente al descontento generalizado.
Aunque el parque no ha emitido un comunicado oficial respondiendo a las críticas, esta decisión podría reflejar una estrategia más amplia para capitalizar la alta demanda durante las festividades. No obstante, el debate sobre la monetización de elementos básicos de la experiencia Disney podría continuar, especialmente si los visitantes perciben que la “magia” queda cada vez más fuera de su alcance.