La sencilla ruta que discurre por una antigua línea de ferrocarril y descubre una de las cascadas más bonitas de Sevilla

Este sendero es ideal para hacer caminando o en bicicleta y gracias a su baja dificultad se convierte en uno de los mejores planes para hacer en familia en Sevilla

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Vía Verde de la Sierra Norte, Sevilla (Fundación Vía Verde de la Sierra).
Vía Verde de la Sierra Norte, Sevilla (Fundación Vía Verde de la Sierra).

Sevilla es un destino que sorprende a cualquiera que lo visite. Gracias a sus preciosos pueblos donde la historia y la cultura se mantiene intacta, el viajero puede disfrutar de un patrimonio único que es muestra de la importancia que ha tenido este enclave para el devenir de nuestro país. A esto hay que sumar parajes naturales como el Parque Nacional de Doñana, la Vía Verde de la Sierra o las cascadas del Huéznar, los cuales son perfectos para los amantes del senderismo y la naturaleza.

De hecho, estas últimas están consideradas como uno de los monumentos naturales más especiales de Sevilla. Se localizan en el Parque Natural de Sierra Norte y a pesar de tener un tramo pequeño, atraen por su belleza y por sus aguas cristalinas ricas en carbonato de calcio. Este hecho hace que se vayan creando depósitos de travertino, un mineral que ha cubierto paredes y que ha dado lugar a un enclave formado por dos saltos de agua. Todo ello rodeado de un bosque donde predominan los olmos, fresnos, sauces y alisos.

Este ha hecho que fueran declaradas en 2001 Monumento Natural, pero no solo eso, pues para llegar hasta ellas se tiene que realizar una de las rutas más singulares de la zona: la Vía Verde de la Sierra Norte, un antiguo ramal ferroviario que unía la línea Zafra-Sevilla con las minas del Cerro del Hierro. Este recorrido es un plan ideal para disfrutar de un día agradable en familia, ya que no cuenta con apenas dificultad y se puede hacer tanto a pie como en bicicleta.

Historia del ferrocarril

Cascadas de Huéznar, en Sevillla (Adobe Stock).
Cascadas de Huéznar, en Sevillla (Adobe Stock).

La línea de ferrocarril por la que hoy discurre la Vía Verde de la Sierra Norte se construyó en el año 1893 y comenzó su servicio el 1 de mayo de 1895. El motivo de las obras fue la explotación de las minas de hierro situadas junto a San Nicolás del Puerto, lo que hizo que la sociedad escocesa “Wiliam Baird Mining Cº Ltd” adquiriera en 1892 los derechos de explotación de estos filones. A lo largo de los años, la línea nunca llegó a prestar servicio de pasajeros ni de mercancías ajenas a la actividad minera, a pesar de los múltiples intentos y el interés mostrado por los municipios atravesados por su trazado.

Sin embargo, los mineros la utilizaban de manera informal para desplazarse desde San Nicolás hasta las minas, viajando en los mismos trenes destinados al transporte de mineral. En 1915, la gestión de la línea pasó de la empresa minera a la compañía ferroviaria MZA, que en 1941 fue integrada en la recién creada empresa estatal Renfe. Finalmente, el cierre de la línea llegó en 1970 debido al declive de la producción minera. Aunque las instalaciones y las vías se mantuvieron temporalmente con la esperanza de una eventual reactivación de las explotaciones, esta nunca se materializó, llevando al desmantelamiento definitivo.

Es por ello, que tras unas obras de adaptación se ha convertido a día de hoy en una de las principales rutas de senderismo de Sevilla. Cuenta con una longitud de poco más de 18 kilómetros y es perfecta para hacer con los más pequeños de la casa, pues su dificultad es bastante baja. Además, no solo se puede hacer caminando, sino que también es una opción ideal para ciclistas y patinadores, así como personas con movilidad reducida.

Una ruta para todos los públicos

Cascadas de Huéznar, en Sevillla (Adobe Stock).
Cascadas de Huéznar, en Sevillla (Adobe Stock).

La ruta comienza con un tramo paralelo a la ribera del Huéznar, uno de los ríos más emblemáticos de la zona. Este entorno alberga uno de los mejores bosques de ribera de Andalucía, donde abundan alisos, fresnos, sauces, olmos y madreselvas. El sonido del agua y el frescor del paisaje convierten esta parte del recorrido en una experiencia sensorial única. En el tramo alto del río, se encuentran las cascadas del Huéznar, declaradas Monumento Natural por su espectacularidad y biodiversidad. Este enclave es ideal para detenerse y disfrutar de las pozas cristalinas y los saltos de agua que destacan entre el verdor.

A medida que la vía se aleja del río, el paisaje cambia gradualmente hacia el monte mediterráneo, con un predominio de encinas, alcornoques y quejigos, salpicados por pequeñas manchas de castaños. Este mosaico natural refleja la riqueza botánica de la Sierra Norte, contrastando con los olivares y huertas que rodean San Nicolás del Puerto, añadiendo un toque agrícola al recorrido. El punto culminante de la Vía Verde es el Cerro del Hierro, un Monumento Natural que combina una riqueza geológica única con un pasado minero de siglos.

Este impresionante paisaje kárstico, esculpido por la erosión y la actividad minera, ha dejado un terreno de agujas y cavidades que parece sacado de otro mundo. Su historia se remonta a la época romana, cuando se iniciaron las primeras explotaciones, aunque alcanzó su auge en el siglo XIX bajo gestión británica, lo que dio lugar a la construcción del Poblado Minero. Este asentamiento, diseñado siguiendo influencias arquitectónicas inglesas, añade un valor patrimonial al entorno.

Asimismo, la vía verde atraviesa los municipios de San Nicolás del Puerto, Constantina y Cazalla de la Sierra, tres localidades que enriquecen el itinerario con su patrimonio histórico y cultural. Además de su atractivo natural, la ruta invita a conocer la gastronomía local, con productos como el vino y los embutidos tradicionales de la Sierra Norte.

Cómo llegar

Desde Sevilla, el viaje es de alrededor de 1 hora y 35 minutos por las carreteras A-4 y A-455. Por su parte, desde Córdoba el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por la vía A-431.

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