La provincia de Huesca es el hogar de muchos de los pueblos más bonitos de España. Situada en el noreste del país y en el corazón de Aragón es, quizás, una de las zonas que reciben menos atención a pesar de sus paisajes naturales increíbles y los pequeños pueblos de origen medieval que, rodeados de frondosas montañas, salpican el Pirineo aragonés.
Desde el siglo XI existe, en la comarca de Sobrarbe, un pequeño pueblo de unos 2.300 habitantes llamado Aínsa. A muchos les sonará, ya que es un destino que recibe muchas alabanzas por parte de los visitantes y las autoridades de turismo. Tanto es así, que en 2018 fue nombrado Capital del Turismo Rural por Escapada Rural, un portal de viajes especializado en turismo campestre - y National Geographic le dedicó una pieza en la que lo trataba como uno de los mejores destinos rurales del mundo.
Qué ver en Aínsa: del Castillo Fortaleza al Museo de Oficios y Artes Tradicionales
Aínsa es un ejemplo emblemático de los pueblos del Pirineo Aragonés. Situado a 589 metros sobre el nivel del mar y en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, se trata del pueblo más grande del municipio. Los visitantes deben aparcar en la parte moderna del pueblo o en una explanada que hace las veces de parking junto al Castillo Fortaleza de Aínsa.
Esta fortificación, situada en el extremo oeste de la Plaza Mayor, es considerada un Bien de Interés Cultural como Monumento histórico-artístico desde 1931. De acuerdo con los expertos, esta fortaleza de estilo románico tuvo dos etapas diferenciadas de construcción: la primera en el siglo XI, en el contexto de la guerra contra el Califato de Córdoba; y la segunda en el siglo XVII, cuando se amplió y reformó con el fin de proteger también contra los posibles ataques desde el otro lado de los Pirineos en tiempos del rey Felipe II. Este castillo puede recorrerse gratuitamente a diario y muy fácilmente, y desde sus murallas se aprecian unas vistas increíbles de los Pirineos.
La torre del Homenaje, la parte más antigua de la fortaleza, sigue en pie y es hoy el hogar del EcoMuseo y Centro de Visitantes, donde se divulga sobre lo más importante de la fauna y flora pirinéica, incluyendo, por ejemplo, el Museo del Quebrantahuesos. La fortaleza también acoge eventos culturales, como el Festival Castillo de Aínsa celebrado los meses de julio o la expoferia de Sobrarbe en los meses de septiembre, entre muchos otros.
En la explanada próxima al castillo, se encuentra la Cruz Cubierta, un monumento construido en el siglo XVI que representa los orígenes legendarios de la villa: supuestamente, las tropas cristianas lideradas por Garcí Ximénez, rey de la Sobrarbe, habrían derrotado a los ejércitos musulmanes y reconquistado la villa de Aínsa tras la milagrosa aparición de una cruz llameante en la comarca.
Tras visitar la fortaleza y la plaza mayor del pueblo, los visitantes podrán recorrer las antiguas calles empedradas de la villa, atravesando arcadas con vistas de la montaña sacadas de una postal, o la bonita portada románica de la Iglesia de Santa María, construida entre los siglos XI y XII y consagrada en el año 1181.
También cabe destacar las fachadas de Casa Arnal y Casa Bielsa, edificaciones típicas del siglo XVI y XVII, con sus portadas y rejas, un ejemplo de construcción mampostería de arenisca y cubierta de losa - o Casa Latorre, un edificio señorial aún adornado con su escudo heráldico que hoy en día alberga un Museo de Oficios y Artes Tradicionales.
Los mejores restaurantes de Aínsa, según Tripadvisor
Uno de los factores más importantes a la hora de valorar un destino es su oferta gastronómica. Encontrar buena comida para acabar bien el día puede suponer la diferencia entre un notable y un sobresaliente - al final, la sensación de satisfacción que uno se lleva en el camino de vuelta es de las cosas que más se van a recordar. Por suerte, para los visitantes, Aínsa no se queda corto en lo que a comer se refiere: hay opciones para todos los gustos.
Callizo, un restaurante Michelín ubicado en la plaza mayor de Aínsa, tiene una puntuación de 4,5 sobre 5 basada en las opiniones de 1158 personas. Se trata de un local de menús degustación de cocina creativa y una extensa carta de vinos para disfrutar con vistas a las montañas. Según la guía Michelín, “sorprende encontrar un restaurante de este nivel en una localidad pequeña pero idónea para una gran escapada gastronómica; no en vano, Callizo embriaga...”, a lo que algunos usuarios de Tripadvisor añaden que se trata del “mejor restaurante de Aragón”, “sorprendente y recomendable”, y “una experiencia maravillosa” - aunque tanta calidad se traduce en sus precios, de a partir de 80 euros por persona.
El Restaurante Casa Falceto es, según la opinión de 681 comensales, el segundo mejor restaurante del pueblo con una puntuación de 4,5 sobre 5. Ofrece comida española tradicional, con opciones vegetarianas y veganas. Su menú del día sale 24 euros e incluye un entrante, un plato principal y un postre. “Buena relación calidad precio, buen servicio, todo es muy notorio. El lugar muy bonito, platos cuidados, me encantó. Volveré”, comentaba un usuario de Tripadvisor en su reseña del restaurante; “quedamos encantados. Desde el sitio, que es precioso, hasta la comida. Todo exquisito. Nos hubiera gustado probar más platos y más bebidas, así que tendremos que volver.” añadía otro comensal. Está claro que, si bien no tiene los precios más competitivos, se trata de una opción deliciosa.
Otro de los restaurantes favoritos de los visitantes es Casa Alfonso, un restaurante de comida mediterránea con alternativas para celíacos cuyo menú, por 30 euros por cabeza, también incluye un entrante, un plato principal, y un postre. “La comida estaba deliciosa, desde el primer plato al postre, y las vistas, es un lujo comer en medio de la plaza mayor de un pueblo tan precioso.” Comentaba un usuario en Tripadvisor. “La mezcla de sabor, aromas y consistencia de cada plato, espectacular, supremo, de inolvidable...” aporta otro comensal, añadiedo que su precio es “incluso barato para tanta calidad”. Con una puntuación de 4 sobre 5 basada en 340 opiniones, lo que está claro es que nadie saldrá insatisfecho.
Hoteles, campings y otros alojamientos
Aquellas personas que necesiten más de un día para disfrutar de Aínsa no tendrán ningún problema: existen varias alternativas para trasnochar en el pequeño pueblo y amanecer en los Pirineos.
En plena plaza mayor, hay una antigua casa restaurada que combina la piedra de sus muros originales con paredes de alabastro y que permite a los visitantes disfrutar de unas maravillosas vistas de los Pirineos desde sus ventanas y balcones: el Hotel los Siete Reyes, a partir de los cuales nombra cada una de sus estancias que, según su página web, son habitaciones “personalizadas y minimalistas que combinan la piedra vista con el mobiliario de madera y de cristal y una cuidada iluminación logrando así una atmósfera de calidez y bienestar.” Tiene una puntuación perfecta en TripAdvisor: un 5 sobre 5 basado en las opiniones de 276 clientes.
El Hotel Dos Ríos Central es otra de las opciones a barajar. Con un 4,5 y un premio Traveller’s Choice en TripAdvisor, ofrece una gran variedad de servicios en la habitación, como aire acondicionado, minibar y frigorífico, y wifi gratuito disponible. Además, desde la terraza ubicada en su azotea se puede disfrutar de unas vistas maravillosas de paisaje pirinéico.
En la parte moderna, y, por tanto, la más cercana a los aparcamientos para visitantes, se encuentra el Hotel Sánchez. Cerca del río Ara, este hotel punto se encuentra en un punto céntrico e ideal para conocer la Comarca por su estratégica situación, a medio camino del Parque Nacional de Ordesa y los Parques Naturales de Sierra de Guara y Posets Maladeta. Con su 4,5 sobre 5 en TripAvisor, es otra de las mejores alternativas para los visitantes que prefieran visitar la región con más calma.
También existe la opción de quedarse en un hostal u albergue, como Mora de Nuei, con un 4,5 sobre 5 o Pirineos, con un 3,5; de alquilar apartamentos vacacionales en El Mirador de Aínsa, con magníficas vistas a la Peña Montañesa, al pantano de Mediano y a los Pirineos; o, para los más campestres, de quedarse en el camping Aínsa, un recinto con piscina al aire libre y un bar apenas a 30 minutos en coche de los valles de Ordesa y Pineta.
Cómo llegar desde Huesca, Zaragoza y Teruel
Llegar al pueblo de Aínsa es muy sencillo: desde Huesca, simplemente hay que seguir la carretera A-23 hasta su desvío en la N-260, un recorrido de alrededor de una hora y 20 y que no tiene pérdida. Los visitantes que lleguen desde Zaragoza tampoco encontrarán mayor complicación: con salir hacia el norte siguiendo la E-7 hasta encontrarse con la A-23 y seguirla hasta su desvío en la N-260 llegarán en poco más de dos horas. El camino desde Teruel dura tres horas y media aproximadamente, y tampoco se complica mucho: los conductores deberán seguir la A-23 y desviarse en la Z-40 brevemente hasta poder reincorporarse a la A-23 en Zaragoza.