Uno de los búnkeres mejor conservados de España está en Altea: se ubica en una pintoresca playa con vistas al Mediterráneo

Esta fortificación formó parte de una línea de defensa en el Mediterráneo, pero nunca llego a usarse

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Búnker de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).
Búnker de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).

La Guerra Civil española, que tuvo lugar entre 1936 y 1939, marcó uno de los episodios más trascendentales de la historia contemporánea de España. Durante esos tres años, el conflicto generó una profunda transformación en el paisaje del país, impulsando la construcción de numerosas fortificaciones y estructuras defensivas en puntos estratégicos a lo largo del territorio. Se erigieron búnkeres, trincheras, refugios antiaéreos y otros sistemas de protección que respondían a las necesidades militares de ambos bandos, buscando proteger tanto a las tropas como a la población civil de los intensos bombardeos y enfrentamientos.

A pesar de los daños sufridos durante la contienda, muchas de estas edificaciones lograron resistir el paso del tiempo y se conservan hoy en un notable estado. Algunas han sido restauradas y abiertas al público, convirtiéndose en importantes testimonios históricos que permiten entender la magnitud del conflicto y su impacto en el país. En este sentido y a pesar de su reducido tamaño, el búnker de Altea es una de las fortificaciones de la Guerra Civil mejor conservadas en la Comunidad Valenciana.

Uno de los mejor conservados de España

Búnker de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).
Búnker de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).

Construido en 1937 por el ejército republicano, este fortín se encuentra en la playa de Cap Negret y forma parte de un conjunto de estructuras defensivas erigidas para proteger la bahía de Altea frente a posibles ataques marítimos de las tropas franquistas. Este búnker es uno de los ocho refugios de hormigón y acero construidos en la zona durante la contienda, y su ubicación estratégica permitía controlar y defender toda la línea de costa. El diseño de estas fortificaciones respondía a las necesidades militares de la época: fueron construidas con paredes gruesas y aberturas para permitir la vigilancia y el uso de armas ligeras contra potenciales incursiones.

Sin embargo, los búnkeres nunca llegaron a ser utilizados en combate, ya que la costa de Altea no fue escenario de enfrentamientos directos. Con el avance de la guerra y los cambios en la estrategia militar, estos refugios fueron abandonados y quedaron expuestos al deterioro natural y al desuso. No obstante, el búnker de Cap Negret destaca por su estado de conservación en comparación con otras fortificaciones similares.

La estructura básica se mantiene en pie, lo que permite apreciar su construcción original y entender cómo estaba integrado en el sistema defensivo republicano. Gracias a su preservación, esta fortificación ha cobrado valor histórico y cultural en las últimas décadas, y actualmente es un recurso clave para conocer el impacto de la guerra en la región.

La playa de Cap Negret

Playa de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).
Playa de Cap Negret, en Altea (Adobe Stock).

Más allá del búnker, la playa de Cap Negret se alza como uno de los rincones más singulares y tranquilos de la Costa Blanca. Con una longitud de alrededor de 600 metros, esta playa de cantos rodados y grava se extiende hasta el conocido islote de La Olla, formando una línea de costa serena y poco frecuentada, ideal para quienes buscan disfrutar del mar en un entorno más natural y alejado de las playas urbanas. Rodeada de montañas y con vistas al emblemático Peñón de Ifach en el horizonte, Cap Negret ofrece un ambiente pintoresco que atrae tanto a turistas como a residentes.

Además, la calidad de sus aguas cristalinas y su fondo marino, repleto de vida, la convierte en un destino privilegiado para el snorkel y el buceo. La playa se encuentra equipada con servicios básicos, pero su enfoque es principalmente el turismo sostenible y de bajo impacto, lo que contribuye a preservar su ecosistema y ambiente local.

Cómo llegar

Desde Alicante, el viaje es de alrededor de 40 minutos por la carretera AP-7. Por su parte, desde Valencia el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la misma carretera.

En Colmenar de Arroyo se encuentra uno de los mayores tesoros históricos de nuestro país. Este municipio, del siglo XI, tiene un búnker perteneciente a la Guerra Civil, conocido como Blockhaus-13
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