El teleférico de los Alpes que se eleva hasta los 3.000 metros: tiene un restaurante en la cima donde se grabó ‘James Bond’

Este funicular es una de las mayores atracciones de Suiza y desde sus amplios ventanales se pueden disfrutar de una de las mejores vistas de la cordillera

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Este funicular es una de las mayores atracciones de Suiza y desde sus amplios ventanales se pueden disfrutar de una de las mejores vistas de la cordillera

Los Alpes suizos, con sus cumbres majestuosas y valles profundos, representan uno de los paisajes naturales más emblemáticos de Europa. Extendiéndose por casi dos tercios del país, esta cordillera ofrece mucho más que un escenario imponente: es el hogar de una rica biodiversidad, pueblos tradicionales y una cultura alpina que se preserva en el tiempo. Desde sus icónicas estaciones de esquí hasta sus reservas naturales y rutas de senderismo, atraen a millones de visitantes cada año que buscan aventura, descanso y conexión con la naturaleza.

Pero más allá de eso, cuenta con otras atracciones que dejan con la boca abierta a quien las experimenta. Estas son sus teleféricos, y en concreto, el de Schilthorn, el cual transporta a los visitantes a casi 3.000 metros de altura para descubrir vistas panorámicas que parecen sacadas de una postal.

Inaugurado en 1967, este teleférico permite a los viajeros llegar a la cima del monte Schilthorn desde el valle de Lauterbrunnen, en un recorrido que atraviesa paisajes alpinos que han fascinado a miles de turistas. La fama de este destino se disparó en 1969, cuando el restaurante giratorio Piz Gloria, en la cima del Schilthorn, apareció en la película de James Bond On Her Majesty’s Secret Service.

Un paraíso sobre los Alpes

Teleférico Schilthorn, en Suiza (Adobe
Teleférico Schilthorn, en Suiza (Adobe Stock).

El trayecto en el teleférico comienza en Stechelberg, a los pies del valle de Lauterbrunnen, y atraviesa varias estaciones, incluyendo Gimmelwald, Mürren y Birg, cada una con su propia personalidad y encanto. Desde las ventanas del teleférico, los visitantes pueden observar cómo el paisaje alpino se transforma, revelando picos nevados, verdes praderas y el azul profundo de los glaciares. En cada parada, el viaje permite no solo una vista diferente de los Alpes, sino también una experiencia única de la vida alpina, desde los pueblos de montaña con sus casas de madera hasta las rutas de senderismo que cruzan el paisaje.

Al llegar a la última estación, en la cima del Schilthorn, se alcanza el restaurante giratorio Piz Gloria. Este lugar es especial no solo por sus vistas, sino porque fue el escenario de una de las aventuras de James Bond. Los productores de la película encontraron en el Schilthorn el lugar ideal para el famoso agente británico, y hoy el restaurante conserva esa atmósfera cinematográfica con una exposición interactiva que repasa el rodaje y el mundo de Bond.

Pero esto no es todo, pues el teleférico no es solo una atracción de invierno: el Schilthorn es un destino para disfrutar todo el año. Durante el invierno, la zona se convierte en un paraíso para esquiadores y snowboarders, con pistas de distintos niveles de dificultad que descienden desde las alturas hasta los pueblos alpinos. Y cuando llega el verano, las rutas de senderismo que rodean el Schilthorn cobran vida, permitiendo a los visitantes caminar por praderas alpinas y disfrutar de miradores naturales en los que es fácil encontrar cabras montesas y otros animales de la zona.

Uno de los puntos más emocionantes es la plataforma Skyline Walk, en la estación Birg, una pasarela de cristal suspendida sobre el vacío que permite a los visitantes “caminar sobre el aire” mientras observan el paisaje a sus pies. La adrenalina y las vistas son las protagonistas de esta experiencia, que es una de las favoritas de quienes buscan una perspectiva diferente de los Alpes.

El Piz Gloria: entre la gastronomía y el cine

Teleférico Schilthorn, en Suiza (Adobe
Teleférico Schilthorn, en Suiza (Adobe Stock).

El restaurante Piz Gloria es un hito en sí mismo: fue el primer restaurante giratorio de Suiza y hoy, en sus mesas, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia que cambia cada minuto. Mientras el restaurante gira lentamente, se despliegan a su alrededor vistas panorámicas de 360 grados, que incluyen montañas como el Eiger, el Mönch y el Jungfrau, tres de las cumbres más icónicas de Suiza.

La carta ofrece tanto platos típicos suizos como opciones internacionales, y no faltan detalles inspirados en James Bond, como el famoso “Martini 007″. La conexión con Bond le da al restaurante un aire especial que muchos visitantes disfrutan, ya sea por nostalgia o simplemente por la curiosidad de estar en un lugar que ha formado parte del imaginario colectivo.

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