Entre valles, ríos, cascadas y frondosos bosques, la Sierra de Gata se alza como uno de los destinos rurales más destacados de Cáceres. Este entorno se caracteriza por ser un conjunto montañoso próximo a la frontera con Portugal, haciendo las veces de frontera natural, y por todos los rincones mágicos que alberga. Entre ellos, pequeños pueblos sobresalen como espacios maravillosos donde poder descansar y desconectar del estrés de la gran ciudad. Además, estos permiten disfrutar de todos los encantos típicos de la región como son la arquitectura y sus tradiciones.
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Así, de todas las villas que inundan esta región destaca una en especial por haber mantenido su autenticidad con el paso de los siglos. Estamos hablando de San Martín de Trevejo, un destino rural donde la arquitectura medieval, la riqueza lingüística y el entorno natural ofrecen un recorrido por tradiciones y paisajes únicos. Pero no solo eso, pues esta localidad es un pequeño paraíso cultural, pues cuenta con una lengua propia que solo hablan unos 6.000 habitantes y es conocida como A Fala.
Un patrimonio lingüístico único
San Martín de Trevejo es una de las tres localidades, junto con Eljas y Valverde del Fresno, donde aún se conserva A Fala, un dialecto que combina influencias del galaico-portugués y el leonés antiguo. Esta lengua minoritaria, con variantes propias en cada pueblo, ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural en 2001 y está protegida por el gobierno autonómico. Según el Instituto Cervantes, “A Fala representa un caso singular en la península ibérica, conservado a lo largo de siglos y resistiendo la presión de otras lenguas vecinas”.
Actualmente, solo unos pocos miles de personas hablan esta lengua, que se considera un patrimonio intangible de gran valor cultural y atrae a especialistas en lingüística y a visitantes interesados en la riqueza cultural de la región. Pero la localidad es mucho más, pues su casco histórico descubre un conjunto monumental único que le ha valido para formar parte de la lista de los Pueblos más bonitos de España. De este modo, San Martín de Trevejo recibe al visitante con un patrimonio histórico y cultural que evoca siglos de historia en cada rincón.
Las casas tradicionales, con su estructura de tres alturas y el característico entramado de madera y adobe, resaltan por su singularidad arquitectónica, una cualidad que le ha valido al conjunto histórico el reconocimiento de Bien de Interés Cultural. Entre sus principales puntos de interés destaca la Plaza Mayor porticada, un espacio central que da paso a la torre del campanario y a la iglesia de San Martín de Tours. Este templo, de estilo renacentista, está compuesto por tres naves y alberga en su interior tres obras de Luis de Morales, conocido como El Divino, datadas en el siglo XVI.
A su vez, el edificio del Ayuntamiento es un claro ejemplo del Renacimiento del siglo XVI y destaca por sus arcadas y diseño. Pasear por sus calles conduce a descubrir palacetes como el del Comendador, una muestra de la arquitectura noble que completa el atractivo de este municipio y enriquece la experiencia de quienes buscan sumergirse en la historia viva de la Sierra de Gata.
Senderismo por la Sierra de Gata
La Sierra de Gata es uno de los parajes naturales más especiales de Extremadura. Este paraje rodea a todo el pueblo, convirtiéndolo en un destino rural ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. En este sentido, de todos los caminos que recorren la sierra, la ruta de los Castaños es una de las más conocidas. Esta permite a los excursionistas recorrer bosques centenarios de castaños y robles, con miradores naturales desde los cuales se puede observar la extensión de la Sierra de Gata.
Además, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha identificado esta área como un hábitat importante para especies protegidas, como el buitre leonado y el águila calzada. Este entorno natural ofrece un refugio tanto para la fauna como para quienes buscan desconectar en un paisaje de montaña con abundante vegetación y aire puro.
Cómo llegar
Desde Cáceres, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera A-66. Por su parte, desde Penamacor (Portugal) el trayecto tiene una duración estimada de 40 minutos por las vías R346 y EX-205.