La comarca de la Marina Alta, ubicada en el norte de la provincia de Alicante, es un territorio que destaca por su riqueza paisajística y cultural. Con un litoral que abarca desde playas de arena fina hasta acantilados escarpados, y un interior que combina montañas, valles y pueblos con encanto, la región ofrece una diversidad única en la Comunidad Valenciana. La zona es conocida por su tradición agrícola, sus productos autóctonos, como la uva moscatel, y un legado histórico que se refleja en su arquitectura y costumbres.
Así, Sus municipios, que incluyen localidades como Dénia, Jávea y Benissa se convierten en destinos imprescindibles si se vista la Costa Blanca. Pero esto no se queda aquí, pues también cuenta con rincones que asombran el viajero gracias a su belleza y su tranquilidad. Uno de ellos es el conocido Jardín de L’ Albarda, un paraíso para los amantes de la naturaleza que se ha convertido en un remanso de paz en mitad de impresionante bosque mediterráneo.
Tanto es así, que se alza como un modelo de referencia en el mundo de la jardinería mediterránea, tal y como señalan desde su página web. Igualmente, se sitúa en la localidad de Pedreguer y cuenta con una extensión de más de 50.000 metros cuadrados, en los que se combina la belleza ornamental con un enfoque sostenible y de preservación del entorno natural.
Un monumento neoclásico
Con su creación en la década de los 90, el Jardín de L’Albarda nació con la idea de recuperar y promover la jardinería autóctona del Mediterráneo, destacándose por la gran variedad de especies que alberga. Sin embargo, su origen se remonta 10 años atrás, pues en esa época un ingeniero químico convirtió este lugar en una villa neoclásica en mitad del inmenso jardín. A día de hoy, se encuentra gestionado por la Fundación Enrique Montoliu (FUNDEM) y cuenta con más de 700 especies de flora, incluyendo palmeras, cipreses, arbustos y plantas con flores, que forman un ecosistema equilibrado y diverso.
Pero a esto hay que añadir que L’Albarda destaca por su combinación de un jardín formal y un jardín silvestre, recreando la estética de los antiguos jardines renacentistas valencianos con influencias de la cultura árabe. Como es característico de un jardín renacentista, los elementos arquitectónicos adquieren un papel relevante. Los visitantes pueden apreciar paseos, pérgolas, templetes y fuentes que, por su gran belleza, evocan tiempos pasados y transportan la imaginación a otras épocas.
Es por ello, que entre los elementos más destacados se encuentran los patios y terrazas, inspirados en la arquitectura tradicional de la región. Estas zonas proporcionan una transición armónica entre los diferentes espacios del jardín y ofrecen vistas panorámicas de las montañas cercanas y el paisaje alicantino. Los senderos que serpentean por el jardín están diseñados para que el visitante experimente un recorrido inmersivo y descubra nuevas perspectivas en cada paso.
Cómo visitarlo: horario y precios
Para visitarlo, se debe tener en cuenta el horario de apertura del jardín. Según su portal web, L’Albarda abre sus puertas todos los días de 10:00 h a 14:00, excepto los meses de verano, que se amplía a las tardes de 18:00 h a 21:00 h. Además, no hace falta hacer reserva previa y el precio de las entradas, disponibles a través de su página web, varía en función del día de la visita. De lunes a viernes, la entrada general para adultos cuesta siete euros, mientras que los niños pagan cuatro. Durante los fines de semana, los precios ascienden a nueve euros para adultos y cinco para niños. Los menores de seis años y los socios del jardín tienen acceso gratuito.
Cómo llegar
Desde Alicante, el viaje es de alrededor de 1 hora por la AP-7. Por su parte, desde Denia el trayecto solo tiene una duración estimada de 15 minutos por la vía CV-735.