El tren histórico de Barcelona que volverá a circular durante dos días: cómo comprar los billetes

Estos recorridos tendrán lugar el 3 de noviembre y el 1 de diciembre y permiten disfrutar de una perspectiva única de toda la comarca del Vallés

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El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).
El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).

Los amantes del ferrocarril en Cataluña tienen una cita especial en noviembre y diciembre de 2024. El histórico Tren Rana, una joya del transporte ferroviario catalán con un diseño que evoca la estética de la posguerra, ofrecerá dos viajes excepcionales que permitirán a los pasajeros revivir el recorrido que conectaba Barcelona con las comarcas del Vallès. Este convoy, conocido popularmente como el Tren Granota y cuya historia abarca más de ocho décadas, es considerado un emblema de la ingeniería y el diseño ferroviario de mediados del siglo XX.

Desde su creación en 1944 hasta su última circulación regular en 1996, el Tren Rana –apodado así por su característico color verde y su innovador diseño frontal– unió Barcelona con municipios como Terrassa, Sabadell, Rubí y Sant Cugat. Este tren formaba parte de la serie 400, creada en el histórico taller de Sarrià, que se especializó en adaptarse a las necesidades de una Cataluña en reconstrucción durante la posguerra. En el taller de Sarrià, los ingenieros y operarios idearon un modelo moderno y eficiente que respondió a las demandas de transporte de la época, transformándose en un símbolo de desarrollo y tecnología ferroviaria de la década.

Los días 3 de noviembre y 1 de diciembre de 2024, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) permitirá a los pasajeros revivir el encanto de esta línea en dos rutas que recorren parte del trayecto original del Tren Rana. Estos días se suman a los ya anteriores, pues a lo largo del año, los viajeros han podido disfrutar de este ferrocarril los días 5 de mayo, 2 de junio, 22 de septiembre y 6 de octubre.

El tren partirá desde Les Planes con destino a Terrassa en la primera jornada, y a Sabadell en la segunda, deteniéndose en las estaciones de Sant Cugat y Rubí en el primer recorrido y solo en Sant Cugat en el segundo. Este breve, pero significativo retorno permite a los viajeros vivir una experiencia única a bordo de una pieza icónica de la historia ferroviaria catalana.

Un ferrocarril innovador

El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).
El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).

El Tren Rana no solo transportaba pasajeros de un destino a otro; su diseño y construcción también transportan la historia de una generación que, tras los estragos de la Guerra Civil, buscaba reconstruir el país. La serie 400 se diseñó en los talleres de Sarrià en plena posguerra, cuando los recursos eran limitados, pero la creatividad y el ingenio de sus operarios lograron dar vida a un modelo moderno. Según describe la página oficial de Turistren, el Tren Rana es hoy un homenaje a aquellos trabajadores “que con sus manos diseñaron y construyeron un nuevo tipo de vehículo, de aspecto y tecnología moderna, en el histórico taller de Sarrià”.

La estética de la serie 400 destacó por sus líneas limpias y aerodinámicas, su carrocería verde y la colocación de farolas frontales que le daban un toque innovador para la época. Estas características hicieron que el Tren Rana fuera reconocido rápidamente por los viajeros habituales, quienes lo vieron como un símbolo de modernidad y eficiencia. Durante más de cuatro décadas, este tren fue el principal medio de transporte entre Barcelona y el Vallès, y, a su retiro, algunos de estos convoyes fueron vendidos a Cuba, mientras que otros se conservaron en Cataluña, integrándose en la flota turística de FGC.

Vivir la experiencia a bordo del Tren Rana

Para quienes deseen formar parte de este viaje al pasado, FGC ha anunciado que los pasajeros podrán utilizar un billete integrado o un título propio de FGC, aunque el coste variará según el origen y destino elegidos. Para adquirirlo, tan solo hay que acceder a su página web y comprar los tickets que más interesen al viajero en función de la hora, el destino y la estación de partida. La capacidad máxima del tren será de 190 personas para asegurar la comodidad y preservar la estructura del convoy. Así, quienes deseen abordar el tren en alguna de sus paradas deberán llegar con anticipación para garantizar su plaza en esta exclusiva experiencia.

En los últimos años, el Tren Rana ha vuelto a recorrer las vías de forma esporádica gracias a la iniciativa Turistren de FGC, que gestiona el uso de convoyes históricos en eventos y recorridos turísticos. Este programa responde a un creciente interés por el turismo cultural y patrimonial, que en el caso de los trenes se ha convertido en una actividad intergeneracional, transmitida de padres a hijos, que combina nostalgia y el deseo de preservar un legado industrial.

Numerosos atractivos

El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).
El Tren Rana, en Barcelona (Turistren).

Igualmente, desde la página web del convoy recomiendan visitar los siguientes espacios que se distribuyen a lo largo del recorrido:

  • La estación modernista de Les Planes, construida en 1916 y situada en el corazón de Collserola, ha recuperado su aspecto original tras una cuidadosa restauración. Este edificio destaca por su estilo modernista tardío, reflejo de la influencia de las ciudades jardín de la época.
  • La estación modernista de Sant Quirze del Vallès, inaugurada en 1922, se encuentra en el núcleo urbano de Sant Quirze y comenzó a operar cuando se abrió el tramo ferroviario entre Sant Cugat Centre y Sabadell-Estació.
  • Las localidades de Terrassa, Rubí y Sabadell ofrecen un rico patrimonio cultural y espacios naturales ideales para quienes buscan disfrutar de momentos de tranquilidad.
  • El Parque Natural de la Sierra de Collserola, con más de 8.000 hectáreas, es la mayor área verde del área metropolitana de Barcelona. Este espacio es perfecto para descubrir mediante caminatas, excursiones o rutas en bicicleta.
  • El Museo de la Ciencia y la Técnica de Terrassa, ubicado en un imponente edificio industrial modernista, ofrece una experiencia única al explorar el patrimonio industrial y científico. Su exposición estrella, “La fábrica textil”, destaca el proceso de producción de la lana, recreado en los espacios de la antigua fábrica Vapor Aymerich, Amat y Jover, construida en 1907 y actual sede del Museo.
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