A lo largo del planeta se pueden disfrutar de auténticas maravillas. Algunas de ellas son obras de la naturaleza, mientras que otras son producto del ingenio y habilidad humana. Así, son muchos los espacios naturales que destacan por su extraordinaria belleza o por ser únicos en el planeta. Esto es gracias a fenómenos geológicos que convierten a estos destinos en lugares que parecen de ciencia y ficción y en los que hasta la misma naturaleza parecer haber sido desafiada.
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Así, en Brasil, concretamente en el estado de Maranhão, el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses se alza como uno de los paisajes más extraordinarios y únicos del mundo. Este parque, que abarca más de 1.550 kilómetros cuadrados, se distingue por sus vastas dunas blancas que, tras la temporada de lluvias, se transforman en un increíble mosaico de lagunas de aguas cristalinas, creando una vista que parece sacada de un sueño. Aunque es un desierto, la combinación de la arena con las lagunas temporales lo convierte en un fenómeno natural sin igual, lo que ha atraído a científicos, viajeros y amantes de la naturaleza por igual.
Un fenómeno natural único
A diferencia de otros desiertos, los Lençóis Maranhenses no son áridos todo el año. La particularidad de este parque radica en la acumulación de agua durante la temporada de lluvias, que normalmente se extiende de enero a junio. Las lluvias llenan las depresiones formadas entre las dunas, creando lagunas temporales que, en su máxima plenitud, alcanzan hasta tres metros de profundidad. Estas lagunas, de un azul intenso o verde esmeralda, permanecen llenas de agua durante varios meses antes de evaporarse por completo en la estación seca, hacia octubre o noviembre.
El resultado es un paisaje que alterna vastos campos de dunas de arena blanca con lagunas de aguas puras, dando la impresión de ser un “desierto acuático”. Este fenómeno convierte al Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses en un destino turístico de temporada, donde los visitantes deben planificar su viaje cuidadosamente para coincidir con el momento en que las lagunas están llenas. De hecho, su belleza es tan sorprendente, que recientemente el Comité de la UNESCO añadió este parque en su Lista del Patrimonio Mundial.
Fauna y flora adaptadas
A pesar de parecer un entorno inhóspito, el parque alberga una rica biodiversidad. En las lagunas se encuentran peces como el “peixe-da-chuva”, una especie que deposita sus huevos en el suelo y cuyo ciclo de vida está perfectamente sincronizado con las lluvias estacionales. Cuando las lagunas se forman, los huevos eclosionan, y los peces viven durante los meses en que el agua permanece. En cuanto a la flora, la vegetación se concentra en las márgenes de los ríos y en las áreas menos afectadas por las dunas.
Es por ello que el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses ha visto un crecimiento notable en el número de visitantes en los últimos años, especialmente atraídos por la belleza natural y la singularidad del paisaje. Sin embargo, este aumento del turismo ha venido acompañado de desafíos relacionados con la conservación y el turismo sostenible. A su vez, los pueblos que rodean el parque, como Barreirinhas, Atins y Santo Amaro, han experimentado un auge en el desarrollo turístico, con la apertura de posadas, restaurantes y agencias de turismo que ofrecen recorridos en 4x4, caminatas por las dunas y paseos en barco por el río Preguiças.