Puede que Ryanair sea la compañía aérea que más polémicas protagoniza, ya sea por las respuestas tan icónicas que da en X a los usuarios que se quejan o por la controversia en torno a sus políticas de equipaje. Es esta última la que ha vuelto a acaparar la atención de los medios: una pasajera se vio obligada a pagar 90 euros por llevar una maleta de mano que, según ella defendía, cumplía con las dimensiones permitidas por la aerolínea. Catherine Warrilow, consultora de marcas para el sector de viajes, fue la protagonista de este incidente que tuvo lugar en el aeropuerto de Standed, cuando se dirigía a un evento en Sevilla, España.
La afectada explicó que su equipaje “encajaba a ras” en el aparato de medición dispuesto por Ryanair. Sin embargo, una vez llegó a la puerta de embarque, el personal de la empresa le indicó que su maleta no cumplía con las medidas estipuladas, argumentando que “excedía las dimensiones permitidas”.
Malentendidos y frustración por parte de los pasajeros
La situación generó confusión y frustración en la pasajera, quien se sintió engañada por la falta de claridad en las normas de la aerolínea. “Lo puse en el portaequipajes y estaba dentro del tamaño. Pero cuando solté la maleta, se inclinó un poco hacia delante porque el fondo no era muy estable y me dijeron que era demasiado grande”, relató Warrilow. Como no le ofrecieron otra alternativa, tuvo que abonar esos 90 euros, además de otros 42 para poder regresar con ella.
Warrilow, con experiencia en la industria de viajes, expresó su descontento en una entrevista con Jeremy Vine, presentador de Radio 2 de la BBC, afirmando que la situación reflejaba la “cultura del ‘extra añadido’” que desde hace años caracteriza a las aerolíneas de bajo coste. La pasajera subrayó la dificultad que enfrentan los viajeros al intentar cumplir con las normas de equipaje sin incurrir en cargos adicionales. “Si me hubiera puesto en contacto con Ryanair para verificar que mi caso cumplía con la normativa, me habrían dicho que sí basándose en las medidas”, señaló la víctima.
Ryanair defiende su postura
Los medios no tardaron en hacerse eco del caso, por ello Ryanair se vio obligada a defender su postura en esta situación. Acorde a su versión, la pasajera había elegido una tarifa prioritaria que le permitía llevar una pequeña bolsa personal y una maleta de hasta 10 kg. Según defendía la empresa, su equipaje superaba las dimensiones establecidas, motivo por el que se le aplicó ese recargo en la puerta de embarque.
Un incidente que tiene lugar en el contexto en el que las compañías lowcost han sido objeto de críticas por parte de los consumidores por modificar sus políticas de bultos. En 2023, una investigación de la BBC reveló que Ryanair, easyJet y Wizz Air, tres de las principales aerolíneas del Reino Unido, habían reducido significativamente el tamaño permitido para el equipaje de cabina desde 2018. Estas medidas, que se traducen en una disminución del espacio para el equipaje gratuito, han generado un aumento en el número de pasajeros que deben pagar tarifas adicionales.