Un rincón mágico en una de las regiones más bonitas de España: así es el pueblo de Teruel que destaca por su pasado señorial

Esta villa es una de las más bonitas de la región gracias a su trazado medieval, el cual sorprende al viajero con sus monumentos y palacios

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Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).
Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).

La comarca del Maestrazgo, situada en la provincia de Teruel, es un territorio de gran riqueza histórica y paisajística que destaca por sus impresionantes paisajes montañosos, su arquitectura medieval y su patrimonio cultural. Esta zona, marcada por un pasado vinculado a la Orden del Temple y la Orden de San Juan, conserva numerosos vestigios de su historia, con pueblos que parecen detenidos en el tiempo, como es el caso de Cantavieja o la Iglesuela del Cid.

Es precisamente esta última villa la que nos trae hoy aquí, pues destaca por su riqueza histórica, su arquitectura medieval y su entorno natural. Con casi 400 habitantes, este lugar encarna la tranquilidad de la España rural y, al mismo tiempo, es un testimonio vivo de siglos de historia que se refleja en sus calles empedradas, sus casas señoriales y su patrimonio arquitectónico. Así, a pesar de su diminuto tamaño, esta encantadora localidad se ha convertido en un destino de interés tanto para quienes buscan desconectar en plena naturaleza como para los amantes del turismo cultural. De hecho, forma parte de la lista de los Pueblos Mágicos de España.

Un tesoro arquitectónico medieval

Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).
Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).

La historia de Iglesuela del Cid se remonta a la época medieval, cuando la localidad formaba parte de la Orden del Temple y posteriormente de la Orden de San Juan. A su vez, la época de mayor esplendor de la villa se sitúa entre los siglos XVI y XVIII, periodo en el que se levantaron los principales edificios de la localidad. Así, este pasado se refleja en su arquitectura, especialmente en las numerosas casas señoriales que adornan el casco antiguo. Entre los edificios más destacados se encuentra la Casa Aliaga, un palacio del siglo XVI que hoy en día sigue siendo un ejemplo de la nobleza que habitaba la zona.

Asimismo, la Casa Matutano-Daudén es otro de los inmuebles que llaman la atención por su arquitectura imponente, con una fachada que mezcla elementos renacentistas y barrocos. Ya en el siglo XIX, la inaccesibilidad de estas tierras convirtieron a Iglesuela del Cid en un importante enclave durante las guerras carlistas. De este modo, a día de hoy la villa es un destino en el que cada periodo de su historia queda grabado en sus calles y monumentos.

Un paseo por Iglesuela del Cid

Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).
Iglesuela del Cid, en Teruel (Turismo de Aragón).

El casco histórico de Iglesuela del Cid está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1982, lo que pone de manifiesto su valor patrimonial. Pasear por sus calles es un viaje en el tiempo, donde se pueden observar detalles como los escudos nobiliarios que adornan las fachadas de las antiguas mansiones y los restos de la muralla que en su día protegía la villa. Entre los monumentos religiosos destaca la iglesia de la Purificación, construida en el siglo XV, un templo que combina los estilos gótico y renacentista. Su torre campanario, de planta cuadrada, es uno de los elementos más distintivos del perfil del pueblo.

Junto a la iglesia, el edificio del Ayuntamiento, con su lonja de arcos, es otro de los símbolos del centro de la localidad. Aunque si por algo destaca la villa es por su imagen señorial, donde los palacetes renacentistas muestran una arquitectura única. De todos ellos, el palacio de Matutano-Daudén sobresale gracias a que ha sido convertido en un hotel de cuatro estrellas que forma parte de la Red de Hospederías de Aragón. No obstante, tampoco hay que pasar por alto las casas Guijarro, Grande y Aliaga.

Por otro lado, en los alrededores del pueblo se alza el Santuario de Nuestra Señora del Cid, levantado a partir de un antiguo mausoleo romano, que es otro de los grandes atractivos, así como el Centro de Interpretación Textil y de la Indumentaria. Pero, más allá de su patrimonio histórico, Iglesuela del Cid se encuentra en un entorno natural privilegiado. La comarca del Maestrazgo, a la que pertenece, es conocida por sus paisajes montañosos, barrancos y vastas extensiones de pinares.

Las rutas de senderismo y los caminos rurales que rodean el pueblo ofrecen la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en estado puro. Entre las rutas más populares está la que conecta Iglesuela con el cercano pueblo de Cantavieja, otra joya del Maestrazgo, o los recorridos que llevan a los miradores desde los que se obtienen vistas espectaculares del paisaje de la comarca.

Cómo llegar

Desde Teruel, el viaje es de alrededor de 1 hora y 30 minutos por la carretera A-226. Por su parte, desde Castellón de la Plana el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la vía CV-15.

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