Un libro es un pasaje directo a un mundo completamente distinto. Cada quien elige sus propios gustos, pero todo el mundo tiene la posibilidad de evadirse a través del relato ajeno. Así, las bibliotecas son el lugar perfecto para escoger el destino del próximo viaje.

En las bibliotecas se multiplica tanto el amor como el miedo, el misterio cobra vida y la ciencia se asienta sobre su propia estantería. Además, son el lugar perfecto para que muchos busquen y construyan su gusto particular. Las bibliotecas son el refugio de quien no puede asumir el coste de comprar todos los libros que quieren leer.

Pero como muchas veces ocurre en la cultura, las bibliotecas han sido excluidas del foco. Percibidas como espacios sombríos, silenciosos e incluso intimidantes, muchas han pasado desapercibidas para la población general. Sin embargo, algunas han logrado romper con esta imagen y destacar como auténticas joyas arquitectónicas.

La Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, conocida como la Escurialense o la Laurentina, es una de las joyas del Renacimiento español. Situada en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, esta biblioteca se fundó en el siglo XVI. Y desde entonces se encarga de custodiar una valiosa colección de manuscritos e impresos.

De este espacio destacan las pinturas que adornan su entrada principal, transmitiendo una sensación de grandeza. Los colores vivos de estas obras reflejan la vitalidad de las artes que representan, iluminadas por la luz natural que entra a través de cinco ventanas y balcones con vistas al Patio de los Reyes y a la majestuosa sierra de Guadarrama.

La Biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra, se caracteriza por un diseño moderno y funcional que armoniza con el entorno del parque de la Ciutadella en Barcelona. Su arquitectura, de líneas simples y ventanales amplios, facilita una constante conexión con el exterior e inunda los espacios de luz natural.

Además, presumiendo de una tecnología avanzada y de un mobiliario minimalista, el espacio ofrece un entorno estéticamente agradable que combina comodidad y modernidad, propicio tanto para el estudio como para la reflexión.

La Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca alberga una valiosa colección de joyas literarias, custodiadas en sus estanterías de pino barroco y resguardadas en una pequeña sala acorazada. Este espacio, considerado un templo dedicado a las letras, es accesible a través de la Escalera del Conocimiento, y conserva cerca de 3.000 manuscritos y 500 incunables. El Estudio Salmantino, que más tarde se convertiría en la Universidad de Salamanca, fue fundado en 1218 por el rey Alfonso IX de León, pero adquirió su primera carta constitucional en 1254, otorgada por Alfonso X “El Sabio”.

La Biblioteca Nacional de España, fundada en 1712 por Felipe V, es una de las principales instituciones culturales del país. Con más de 30 millones de documentos, este espacio libros, manuscritos, mapas y grabados que abarcan desde la Edad Media hasta la actualidad. Concebida como una biblioteca real, en la actualidad se alza como pilar del patrimonio literario español.

Su interior combina mobiliario clásico con detalles modernos. Las amplias salas de lectura, iluminadas por grandes ventanales, ofrecen el entorno ideal para el estudio. Los techos decorados y las estanterías repletas de antiguos volúmenes subrayan la monumentalidad del edificio.

La Biblioteca del Tenerife Espacio de las Artes (TEA) se ha convertido en un referente cultural desde su inauguración en 2008. Especializada en arte contemporáneo y humanidades, forma parte de un complejo más amplio dedicado a la cultura, que incluye exposiciones y actividades artísticas. A lo largo de su trayectoria, se ha consolidado como un espacio de consulta y estudio para investigadores, artistas y estudiantes.

El diseño arquitectónico es uno de los principales atractivos de la biblioteca. Sus amplias cristaleras, que permiten la entrada de abundante luz natural, generan una atmósfera de amplitud y tranquilidad. Con un estilo minimalista y moderno, el mobiliario sencillo complementa este espacio destinado al estudio. Además, el vidrio y el hormigón aportan el tinte vanguardista al edificio.