El destino escondido mejor guardado de Francia está rodeado por caminos trillados, riqueza cultural y, sobre todo, alejado de las multitudes, lo que es ideal para aquellos amantes espirituales de la historia y el senderismo. La trascendencia de su herencia mágica, ha traído a numerosos visitantes al corazón de la región de Auvernia, Ródano-Alpes, según Linternaute.
La joya patrimonial, situada al sur del Macizo Central, en el departamento de Haute-Loire, es la capital europea para iniciar las rutas de Santiago de Compostela. Pero además, su impresionante estatua religiosa de casi 23 metros deslumbra a todos los que deciden entrar a la ciudad. De este modo, todos los detalles que envuelven a Puy-en-Velay cautivan a todos los visitantes para volver mínimo una segunda vez.
El Camino de Santiago francés
Uno de los caminos que llevan a Santiago de Compostela es el famoso camino francés que tiene su origen en Puy-en-Velay, la Via Podiensis. Esta ruta atraviesa algunos de los caminos más míticos que muchas veces se sueña con recorrer, al menos una vez en la vida. Esta partida milenaria puede recorrerse desde unas pocas horas por la mañana, hasta un finde semana o incluso un mes, hasta llegar a la tierra sagrada en Galicia.
La primera peregrinación documentada es la del obispo Godescalc entre los años 950 y 951. En la actualidad, la partida de Puy-en-Velay hasta el siguiente punto de referencia en el camino, Conques, hay un total de nueve etapas. Por lo que se podría realizar en menos de diez días, con una media de 20 kilómetros al día, según Gronze.
Igualmente, el camino siempre será entretenido, pues conversar con otros caminantes o con algunos habitantes de los pueblos por los que pasa la Via Podiensis. Y es que, aunque realices estos kilómetros solo, siempre habrá alguien que te haga compañía o que incluso te ofrezca comida y bebida
Los cinco monumentos imprescindibles de Puy-en-Velay
Sin duda, la historia que rodea a Puy-en-Velay seduce a cualquier visitante, por lo que cualquier persona que tenga la oportunidad de ir a esta idílica comarca no puede dejar de lado ninguno de sus cinco monumentos estrella. En primer lugar, a solo unos minutos del bullicioso centro de Puy-en-Velay, la imponente estatua de Notre-Dame, de 22,70 metros de altura, es un testimonio de ingenio técnico y devoción religiosa.
Desde su inauguración en 1860, este monumento ha cautivado a casi 100,000 visitantes anualmente, consolidándose como el atractivo turístico más destacado del departamento de Alto Loira, según Le Puy en Velay-Tourisme. Esta, que fue un regalo de Napoleón III, representa a la Virgen María coronada con estrellas.
Por su parte, la catedral de Notre-Dame en Puy-en-Velay es un importante monumento del arte románico y del cristianismo occidental, que fue proclamado patrimonio mundial de la UNESCO, al ser parte de uno de los caminos de Santiago. Esta edificación con una escalera cuenta con 134 escalones que miles de peregrinos usan cada año.
Igualmente, la roca de Saint-Michel d’Aiguilhe, al norte de la ciudad, se caracteriza por una antigua chimenea volcánica sobre la que alza en los cielos una sorprendente capilla del siglo X dedicada a San Miguel. Estos dos elementos son uno de los verdaderos tesoros de la comunidad.
La inexpugnable fortaleza de Polignac ha resistido al paso del tiempo y las adversidades de cada época. Asimismo, su torre del homenaje invita a visitarla para conocer toda su historia que se expande por casi 3 hectáreas. Por último, a dos pasos de cualquier punto céntrico de la ciudad, se puede visitar el Museo Crozatier. Este impresionante lugar engloba 4 museos en 1, pasando de la arqueología, a la artesanía Velay, las bellas artes y las ciencias.