Castillos, montañas, ríos y catedrales: los secretos por descubrir del país menos visitado de Europa

A pesar de su pequeño tamaño, ofrece paisajes variados, pueblos con historia y grandes opciones para los amantes del senderismo y el esquí

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Castillos, montañas, ríos y catedrales: los secretos por descubrir del país menos visitado de Europa.

Solo lo visitan unas 100.000 personas al año, según las últimas cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT), por lo que es el país menos visitado de Europa. Y no es por falta de atractivos, sino por la dificultad para llegar allí y, sobre todo, por el desconocimiento que le rodea: Liechtenstein es un país muy pequeño, con solo 160,5 kilómetros cuadrados, pero hay lugares mucho más pequeños que atraen a muchos más turistas, como Mónaco. Por ello, el país alpino es una joya por descubrir, un diminuto paraíso (y no solo fiscal).

Quien se adentra en sus tierras descubre un lugar con paisajes y cultura variados, enmarcado por los Alpes y el valle del Rin, donde se encuentran amplios viñedos y bodegas que visitar. En medio de todo ello, Vaduz, la capital del principado, y su castillo, el emblema del país, aunque es propiedad privada y no se puede visitar. La catedral, sin embargo, sí es un destino recomendable, igual que el edificio del Parlamento, el museo nacional y la llamada Casa Roja el edificio más antiguo de la capital.

La Casa Roja de Vaduz. (Diego Delso, delso.photo, Licencia CC BY-SA)
La Casa Roja de Vaduz. (Diego Delso, delso.photo, Licencia CC BY-SA)

Fuera de la capital, a sólo 10 minutos destaca el pueblo de Treiserberg, el más bonito del país, prácticamente la estampa prototípica de una localidad alpina. Como destaca la plataforma de turismo Expedia: “Estás entre montañas, así que disfruta del intenso aroma que desprenden los fuegos de leña que arden en las pequeñas chimeneas. Disfruta de un café o un chocolate caliente en una de las cafeterías cercanas y mira hacia la torre de la iglesia, que se levanta imponente en el centro de la ciudad. Los paquetes de vacaciones en Triesenberg están pensados para el descanso: cuando el sol comience a esconderse, toma asiento en uno de los restaurantes de la localidad y mímate con una fondue cremosa y espesa mientras la menguante luz se refleja en el sinuoso valle del Rin”.

Otro pueblo que merece la pena es Malbun, desde donde parten numerosas redes de caminos para realizar excursiones por las montañas de los Alpes. Allí, además, se encuentra la única estación de esquí del país.

Malbun. (Turismo de Suiza)
Malbun. (Turismo de Suiza)

El problema: es caro y tiene pocos alojamientos

Pero no todo son abalanzas. Liechtenstein es uno de los países más caros de Europa, porque también es uno de los más ricos —ocupa el puesto número 2 en el ranking de 196 países del ranking de PIB per cápita, tras Luxemburgo, y el sueldo medio ronda los 6.000 euros al mes—, y además no depende del turismo, por lo que cuenta con pocos alojamientos.

Otro problema es la conectividad: el país no tiene aeropuertos, por lo que la mejor forma es ir en avión a Suiza y luego alquilar un coche o tomar un tren. Zúrich está a 100 kilómetros de Vaduz.

A nivel mundial, el país menos visitado por los turistas es Tuvalu. Solo 3,600 viajeros al año visitan este pequeño estado insular de Oceanía, lo que se explica por el tamaño del país y la dificultad de acceso. Mide solo 26 kilómetros cuadrados, comprende nueve islas y cuenta con aproximadamente 11,000 habitantes. Como resultado, también hay pocas opciones de alojamiento.

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