El bonito pueblo cerca de Valencia que es el paraíso para los amantes del vino: cuevas subterráneas y un rico patrimonio

Conocida por su imponente Ciudad de las Artes y las Ciencias, sus extensas playas y las Fallas, la ciudad de Valencia se alza como uno de los mejores destinos del Mediterráneo. Sin embargo, más allá de sus encantos propios, la ciudad está rodeada de pequeños rincones que ensalzan aún más su patrimonio e historia. Así, a menos de una hora, son numerosos los pueblos que emergen como pequeños destinos donde la naturaleza y la cultura son las protagonistas.

Estos pueden estar muy cerca de la playa, pero otros se ubican en el interior de la provincia, donde los río, las montañas y una preciosa arquitectura dan forma a estas villas. De este modo, el pueblo de Requena se distingue por su rica historia, su destacada tradición vinícola y su arquitectura singular, que fusiona influencias árabes y cristianas. Este municipio, rodeado de vastos viñedos y paisajes montañosos, se ha convertido en un referente cultural y gastronómico en la Comunidad Valenciana.

El casco antiguo de Requena, conocido como La Villa, es un entramado de callejuelas empedradas y plazas que reflejan su origen medieval. Esta parte se incrusta en la zona alta de la localidad y evidencia una gran importancia estratégica para el control de la zona durante la Edad Media. La influencia árabe está presente en el trazado de las calles y en algunos restos arquitectónicos, ya que Requena fue un enclave crucial durante la época musulmana. En 1238, la ciudad fue conquistada por el rey Jaime I de Aragón, y desde entonces su historia ha estado marcada por su posición estratégica entre los reinos de Castilla y Aragón.

Sin embargo, su origen se remonta a tiempos anterior, concretamente a la I Edad de Hierro, tal y como reflejan los restos hallados en las excavaciones arqueológicas realizadas en el Barrio de a Villa. Por ello y por mucho más, el casco histórico de Requena fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1966, pues además, destaca por su rico conjunto monumental. Para descubrirlo tan solo hay que perderse por sus empedradas calles y contemplar las casas tradicionales con escudos, pequeñas plazas y rincones maravillosos.

Así, de todo su conjunto sobresalen las iglesias de Santa María y El Salvador, ambas de estilo gótico, con impresionantes portadas esculpidas. La iglesia de Santa María, en particular, es un ejemplo del gótico levantino, con su sobria fachada y su interior cargado de detalles artísticos. A su vez, la iglesia de El Salvador presenta una portada plateresca que destaca por su riqueza ornamental. Pero esto no es todo, pues también son puntos de interés la iglesia neoclásica de Santa maría y la plaza de la Villa, conocida como la Plaza de Albornoz y que es el centro neurálgico de la localidad.

Más allá de su patrimonio histórico, Requena es famosa por su producción de vino, y su Denominación de Origen Utiel-Requena es una de las más reconocidas de España. El municipio cuenta con un clima continental, ideal para el cultivo de la uva Bobal, una variedad autóctona que produce vinos tintos y rosados de gran calidad. La tradición vinícola de Requena se remonta a siglos atrás, y hoy en día sigue siendo uno de los principales motores económicos de la región.

Las bodegas de la zona ofrecen visitas guiadas donde los turistas pueden conocer el proceso de producción del vino, desde los viñedos hasta la bodega. Además, en el subsuelo de La Villa existen antiguas cuevas que servían como almacenes para el vino. Estas cuevas, que hoy se pueden visitar, son un testimonio del profundo vínculo entre Requena y la cultura del vino. Durante la visita, los turistas pueden recorrer estas galerías subterráneas, que también eran utilizadas como refugio en tiempos de guerra, y descubrir cómo se almacenaba y conservaba el vino en épocas pasadas.

Pero esto no es todo, pues el castillo de Requena y su torre del homenaje, ambos de origen musulmán, acogen el Museo de la fiesta de la Vendimia. A su vez, cada año, Requena celebra este festival, uno de los eventos más importantes del calendario local, donde se rinde homenaje a la recolección de la uva. Esta fiesta, que es la más antigua de España dedicada al vino, atrae a miles de visitantes que participan en catas, desfiles y actividades culturales, todo ello en un ambiente festivo que celebra la riqueza vinícola de la región.

La oferta gastronómica de Requena está estrechamente ligada a su producción de vino, pero también destaca por platos típicos de la cocina valenciana de interior. Entre las especialidades más conocidas se encuentran el “morteruelo”, un guiso de caza tradicional, y los embutidos de la zona, que cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Embutido de Requena. La “longaniza”, el “chorizo” y la “sobrasada” son algunas de las delicias que se pueden degustar en sus bares y restaurantes, acompañadas, por supuesto, de un buen vino de la región.

En cuanto a su entorno natural, Requena se encuentra en una posición privilegiada entre la llanura y la sierra, lo que permite a los amantes del senderismo y las actividades al aire libre disfrutar de rutas que atraviesan paisajes montañosos y viñedos. El Parque Natural de las Hoces del Cabriel, cercano a Requena, ofrece espectaculares vistas del río Cabriel y es un lugar ideal para practicar deportes como el rafting, el kayak o la escalada.

Desde Valencia, el viaje es de alrededor de 1 hora por la vía A-3. Por su parte, desde Albacete el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía N-322.