Entre las ciudades de Oropesa del Mar y Benicàssim se halla una de las rutas más singulares de la Comunidad Valenciana. Se trata de la Vía Verde del Mar, un recorrido que sigue el antiguo trazado ferroviario de la línea del tren que históricamente bordeaba el litoral de ambas poblaciones. Este sendero ofrece una amplia variedad de paisajes que dejan con la boca abierta a todo aquel que lo realiza, lo que lo ha convertido en una de las actividades más reclamadas en la zona.
Pero esto no es todo, pues se trata de un recorrido sencillo y apto para toda la familia, siendo un plan ideal para disfrutar de la naturaleza de esta costa valenciana. Así, con una distancia de casi seis kilómetros, este trazado es idóneo tanto para ciclistas como para peatones, incluidos aquellos con movilidad reducida. Además, no solo permite disfrutar de la belleza del Mediterráneo, sino también de algunos puntos de interés a lo largo del recorrido, como las antiguas trincheras y túneles ferroviarios que han sido restaurados para su uso.
Historia de la Vía Verde del mar
A mediados del siglo XIX, cuando se construyeron las vías del ferrocarril Valencia-Barcelona, las playas aún no tenían la popularidad que alcanzarían más tarde. Por ello, no causó sorpresa que se erigiera un gran terraplén entre el pueblo de Benicàssim y su costa, por donde discurría el tren. Sin embargo, con el desarrollo urbano y el auge del turismo, dicho terraplén se transformó en una barrera física que aislaba el municipio de su litoral.
La imposibilidad de adaptar ese trazado ferroviario a las nuevas demandas del transporte obligó a crear una variante, dejando sin uso varios kilómetros de la antigua línea. Parte de ese trazado, especialmente en el tramo que atraviesa la Sierra de Oropesa, ha sido recuperado como una de las vías verdes más pintorescas, gracias a las obras de acondicionamiento realizadas por el Ministerio de Fomento en colaboración con la Generalitat Valenciana entre 2008 y 2009, como medida compensatoria por el impacto ambiental generado por la nueva variante ferroviaria.
Infinidad de secretos
El punto de partida desde Oropesa del Mar se encuentra en el área de descanso situada en la calle Tramontana, perpendicular al Paseo Marítimo de la Playa de La Concha. Desde este punto inicial, se disfrutan vistas panorámicas de la Playa de La Concha, la Cala del Retor, el poblado íbero de Orpesa la Vella y el puerto deportivo. El recorrido cruza un puente metálico que marca la entrada al puerto y da paso a un túnel de 600 metros que atraviesa el Barranc de la Dona, una entrada natural flanqueada por el Monte Bovalar.
A medida que la vía sigue bordeando el litoral, los usuarios encontrarán diversas áreas de descanso y miradores que ofrecen vistas espectaculares del entorno. La Torre de la Corda, situada a la izquierda del camino y accesible a través de un pequeño sendero, es uno de los primeros puntos de interés.
A los pies de este tramo se despliega La Renegà, con sus calas rocosas y paisajes costeros escarpados. El trayecto continúa por un extenso mirador que lleva a un paisaje de trincheras, culminando en un balcón al mar desde el cual se aprecia la Torre de la Colomera, ubicada sobre un montículo. El recorrido finaliza con un puente de ladrillo rodeado de vegetación autóctona, que acompaña a los usuarios hasta el último tramo de esta vía verde, donde naturaleza y patrimonio se funden en un entorno privilegiado del litoral mediterráneo.