La impresionante ruta que recorre las cascadas del Parque Nacional de Ordesa y que es perfecta para hacer en otoño

Entre valles, imponentes montañas y bellas cascadas, los Pirineos permiten disfrutar de infinidad de rincones que cortan la respiración. Una de las mejores maneras de descubrirlos es a través del gran número de rutas y senderos que recorren todos sus paisajes, constituyéndose como un destino rural ideal para los amantes de la aventura y la naturaleza. Así, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido emerge como uno de los enclaves naturales donde poder disfrutar de algunos de los parajes más bonitos de nuestro país.

Este enclave está plagado de rincones únicos, de donde destacan sus impresionantes saltos de agua, los cuales algunos son conocidos mundialmente, como es el caso de la Cola de Caballo. Sin embargo, esto va más allá, pues entre sus valles y bosques se localizan otras cascadas de gran belleza que conforman la conocida como ruta de las cascadas de Ordesa.

Este sendero cuenta con una longitud de alrededor de ocho kilómetros en sentido circular que se tardan en completar en unas tres horas. Además, es un camino bastante sencillo ideal para hacer en familia y disfrutar de todos los rincones que brinda este monumento natural.

El punto de partida del recorrido se ubica en él en el aparcamiento de la Pradera de Ordesa, accesible en coche fuera de la temporada de verano, cuando es necesario tomar un autobús desde Torla. Desde este punto, se toma una pista forestal que sigue la margen derecha del río Arazas, en dirección a las Gradas de Soaso y la famosa cascada de la Cola de Caballo. El recorrido inicial lleva a través de un frondoso bosque de hayas, ofreciendo un paseo entre árboles que se vuelve especialmente impresionante en otoño, cuando el colorido de las hojas transforma el paisaje.

Tras unos 30 minutos de caminata, se llega a la primera parada: la cascada de Arripas. Desde este punto, los excursionistas pueden acercarse al mirador de los Bucardos, que ofrece vistas espectaculares del entorno natural, accesible durante el descenso. La ruta continúa ascendiendo entre los hayedos hasta llegar a un desvío que conduce hacia las cascadas de la Cueva y del Estrecho. En este punto, se abandona la pista principal que lleva a las Gradas de Soaso y la cascada de la Cola de Caballo, y se sigue el camino hacia la segunda parada: la cascada de la Cueva.

Desde este punto, se regresa brevemente por el mismo sendero antes de continuar hacia la última parada del recorrido: la cascada del Estrecho. Esta caída de agua, encerrada entre paredes rocosas, es un punto culminante de la ruta, por su espectacularidad y el entorno que la rodea. A su vez, el camino de regreso se realiza por la orilla izquierda del río Arazas. En este tramo, los excursionistas cruzan el puente de Arripas, un lugar enclavado en un entorno idílico. Desde allí, se sigue hasta el mirador de los Bucardos, desde donde se puede disfrutar nuevamente de las vistas del río y del puente.

El descenso continúa hasta el puente de Cotatuero y el mirador del Circo de Cotatuero, a través de un camino arbolado que esconde uno de los símbolos naturales del parque: la Piedra de las Siete Faus. Esta roca, conocida por la leyenda que cuenta que sobre ella crecían siete hayas cuando se fundó el parque, es un punto de referencia en la ruta. Finalmente, la ruta regresa a la Pradera de Ordesa pasando por el Puente de los Cazadores, que marca el tramo final de este recorrido natural.

Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 1 hora y 30 minutos por la carretera A-23. Por su parte, desde Jaca el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 15 minutos por la vía N-260a.