Casas blancas, el salitre impregnado en sus calles y un azul intenso procedente de sus maravillosas playas son algunas de las muchas cosas que pueden definir a la isla de Paros. Esta ínsula griega se alza como uno de los destinos más impresionantes del Egeo gracias a sus parajes únicos que parecen estar sacados de un cuento de hadas. Su visita se vuelve algo imprescindible, pues durante ella se descubre un paisaje único que tiene su máximo exponente en los pequeños pueblos que inundan cada uno de sus rincones.
Así, Naoussa se alza como un paraíso griego que es perfecto para descubrir la isla de Paros. Se trata de un pintoresco pueblo de pescadores ubicado en la costa norte de la isla que ha sabido conservar su autenticidad a pesar del creciente interés turístico en las Cícladas. Con su puerto tradicional, sus calles estrechas y empedradas y sus casas encaladas de blanco adornadas con buganvillas, Naoussa encarna la esencia de las islas griegas.
Un puerto con historia y encanto
El corazón de Naoussa es su puerto, que aún conserva su carácter tradicional a pesar del paso del tiempo. Pequeños barcos de pesca, conocidos como kaikia, se alinean en el muelle, ofreciendo una imagen de postal que atrae a turistas y fotógrafos de todo el mundo. Los pescadores locales, con sus redes y nasas, continúan con las prácticas tradicionales que han sustentado a la comunidad durante generaciones, ofreciendo una visión auténtica del estilo de vida de las islas Cícladas.
Igualmente, junto al pintoresco puerto se encuentran las ruinas de un castillo veneciano del siglo XV, un recordatorio del pasado medieval de la región. A día de hoy todavía se pueden contemplar algunas de las partes de la fortaleza, de las que destaca una torre de vigilancia parcialmente sumergida. Pero esto no es lo más impresionante del pueblo, pues a lo largo del puerto, infinitos bares y restaurantes permiten disfrutar de la rica gastronomía de la zona.
Pescados, mariscos y pulpo a la parrilla son los más cotizados, pero sobre todo la gouna: caballa secada al sol, sazonada, asada y servida con souma (un raki local) o vino. Todo ello se puede degustar en una de las muchas tabernas que inundan las calles, de hecho, algunas de ellas son antiguos cobertizos para botes. Todos estos establecimientos dan lugar a una imagen única que es una de las más características de Naoussa, conservando a su carácter acogedor y auténtico, con locales que reflejan la hospitalidad tradicional griega.
Playas, arquitectura y un bello entorno natural
Por otro lado, el trazado urbano de la villa es otra de sus señas de identidad. Sus estrechas calles, que se entrelazan como un laberinto y pensadas originalmente para proteger al pueblo de los piratas, descubren un patrimonio arquitectónico muy característico de las islas griegas. Estas callejuelas, pavimentadas con piedras irregulares y bordeadas por casas encaladas con puertas y ventanas de vivos colores, ofrecen una sensación de encanto atemporal. Pasear por ellas es como adentrarse en un cuadro donde los detalles cobran vida, con las buganvillas en flor y las persianas azules, creando un contraste único con el blanco reluciente de las paredes.
Más allá del encanto del pueblo, la localidad cuenta con algunas de las playas más bellas de Paros. Entre ellas, destacan Kolymbithres, famosa por sus formaciones rocosas esculpidas por el viento y el mar, que crean pequeñas calas de aguas cristalinas ideales para el baño. También está Monastiri, ubicada en una bahía protegida y rodeada de colinas, donde se puede disfrutar de actividades acuáticas como el snorkel y el kayak. Estas playas son fácilmente accesibles desde Naoussa, ya sea en coche o en pequeños barcos que realizan recorridos regulares desde el puerto.
Igualmente, la naturaleza de los alrededores invita a los amantes del senderismo a explorar los paisajes interiores de la isla, con rutas que atraviesan colinas, viñedos y olivares. Desde lo alto de los senderos, se pueden obtener vistas panorámicas del mar Egeo y de las islas vecinas, una experiencia que complementa el encanto costero de Naoussa.