Ni Ámsterdam, ni Roma: la mejor ciudad de Europa para viajar en otoño es una española

Las visitas que España recibe cada año no paran de crecer. En los ocho primeros meses de 2024, el número de turistas internacionales que llegaron al país alcanzó su cifra más alta, superando los 64,3 millones. Alguna de las razones por las que el estado destaca por encima de otros son su gastronomía, el clima, el estilo de vida o las costumbres populares. Pero entre todas las villas y ciudades del territorio, hay una que destaca por encima de todas.

Los Condé Nast Traveler’s 2024 Readers’ Choice Awards han elegido Valencia como el mejor destino europeo para hacer una escapada este otoño. Un reconocimiento que ha logrado gracias a los votos de más de 125.000 lectores de esta prestigiosa revista de viajes de Reino Unido. Esta urbe se alza por encima de otros lugares populares del continente como Roma, Estocolmo, Viena, Berlín o Milán.

Acorde a la publicación, “Valencia está viviendo su momento”. Destaca que la tercera ciudad más grande de España “ha regenerado un antiguo cauce fluvial para convertirlo en un parque urbano deliciosamente bucólico” y que, además, ha abierto elegantes bares en las azoteas “innovando y refrescándose hasta convertirse en la mejor escapada de Europa de este año”.

La revista reconoce que Valencia “nunca tiene miedo a innovar”. Un paseo por el centro, nos enseñará una ciudad animada y segura de sí misma, flanqueada por una arquitectura modernista, ornamentada a la perfección. Descubrir esta villa es también perderse por sus calles y apreciar la increíble belleza de su casco antiguo. Es vivir tradiciones centenarias y, a su vez, experiencias atrevidas. Es observar un atardecer mediterráneo en el Parque de Cabecera o darse un baño en las cálidas aguas de sus playas.

La mejor forma de conocer Valencia es a pie. El barrio del Carmen es una de las joyas de esta localidad, ya que, en él vemos reflejada esa unión entre historia y modernidad. Allí, el visitante tendrá la opción de ser testigo del arte en sus teatros, del ocio en sus múltiples bares y restaurantes y de las construcciones más valoradas como la Catedral de València, el Miguelete o las Torres de Serrano y de Quart que, históricamente, fueron dos de las puertas fortificadas de la muralla medieval de la ciudad.

En este recorrido por las vías de la urbe, también se descubrirá el Palau de la Música, el puente de las flores o el puente de la Exposición, conocido popularmente como el puente de ‘la peineta’. El final de este camino lleva al que, probablemente, sea uno de los iconos de Valencia, la Ciutat de les Arts i les Ciències, que simboliza la cultura y el arte de esta villa.

Es un pecado irse de la ciudad sin disfrutar de su plato estrella, la paella, frente a alguno de los arenales de la ciudad. Con más de 300 días de sol al año, es un plan que, prácticamente, no falla nunca. Una vez frente a la playa, es fácil imaginar por qué Sorolla encontraba la inspiración para sus cuadros en el agua azul y la arena dorada de sus playas. La de la Malvarrosa es la más popular, pero el Saler o El Palmar, son playas más salvajes que se alejan un poco de la multitud.