Los 5 pueblos más bonitos cerca de Roma: villas medievales, monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad e increíbles vistas

Estos municipios destacan por su impresionante patrimonio histórico y natural y por ser escapadas perfectas cerca de la capital italiana

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Los 5 pueblos más bonitos cerca de Roma: villas medievales, monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad e increíbles vistas.

A pocos kilómetros de la preciosa ciudad de Roma, se encuentra una serie de pintorescos pueblos que ofrecen una escapada perfecta para aquellos que buscan sumergirse en la tranquilidad de la campiña italiana, sin alejarse demasiado de la capital. Con su riqueza histórica, su arquitectura medieval y sus paisajes naturales, estos pueblos cercanos a la capital italiana son auténticos tesoros que invitan a descubrir otra faceta de la región del Lacio. A continuación, presentamos algunos de los más bellos destinos rurales que rodean la Ciudad Eterna.

Tivoli: historia y naturaleza a un paso de Roma

A unos 30 kilómetros al noreste de Roma se encuentra Tivoli, un destino famoso por su impresionante patrimonio histórico. Este encantador pueblo es hogar de dos joyas arquitectónicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Villa Adriana y Villa d’Este.

Villa Adriana es un extenso complejo de ruinas construido por el emperador romano Adriano en el siglo II d.C. Este vasto espacio, que fue diseñado como un refugio personal, muestra una combinación única de estilos arquitectónicos griegos, romanos y egipcios. El recorrido por sus ruinas permite imaginar la opulencia y el poder de la antigua Roma.

Por otro lado, Villa d’Este, construida en el siglo XVI, es famosa por sus jardines renacentistas y sus fuentes. Los visitantes pueden pasear por sus hermosos terrenos, donde las fuentes de agua, los juegos de luces y la vegetación exuberante crean un ambiente mágico. Desde los jardines de la villa se puede disfrutar de una vista panorámica del valle circundante, lo que convierte a Tivoli en un destino ideal para una escapada desde Roma, combinando historia y naturaleza.

Castel Gandolfo: la residencia papal con vistas al lago

Castel Gandolfo, en Italia (Adobe).
Castel Gandolfo, en Italia (Adobe).

En el corazón de la región de los Castelli Romani, se encuentra Castel Gandolfo, un pequeño pueblo que es conocido por albergar la residencia de verano del Papa. Situado a orillas del lago Albano, este lugar ha sido durante siglos un refugio de descanso para los papas y la aristocracia romana.

El Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, que estuvo cerrado al público hasta hace unos años, ahora se puede visitar, permitiendo a los turistas conocer de cerca los apartamentos papales, los jardines y las áreas de trabajo del pontífice. Además, la localidad cuenta con un pequeño centro histórico encantador, donde sus calles empedradas y sus cafés tradicionales invitan a disfrutar de la calma y el aire fresco de las colinas.

El lago Albano es otro de los atractivos de Castel Gandolfo. En los meses más cálidos, se pueden practicar deportes acuáticos o disfrutar de una caminata alrededor del lago, mientras que en otoño y primavera el entorno natural cobra vida con colores vibrantes que hacen del paisaje un espectáculo visual. Las vistas desde el pueblo, con el lago en primer plano y las montañas al fondo, son simplemente impresionantes.

Subiaco: un refugio en las montañas

Subiaco, en Italia (Adobe).
Subiaco, en Italia (Adobe).

Subiaco es un destino menos conocido pero igualmente fascinante. Este pequeño pueblo, enclavado en las montañas de los Apeninos, es famoso por su patrimonio religioso, en especial por los monasterios de San Benito y Santa Escolástica. El Monasterio de San Benito se construyó en el lugar donde, según la tradición, el propio San Benito vivió como ermitaño en una cueva durante varios años antes de fundar la orden benedictina.

El monasterio, que está literalmente incrustado en la ladera de una montaña, es una joya arquitectónica que combina elementos medievales y renacentistas. El interior del monasterio está decorado con frescos impresionantes y ofrece vistas panorámicas del valle que lo rodea. Santa Escolástica, el otro monasterio importante de Subiaco, es uno de los más antiguos de Europa y ha sido un lugar de peregrinación desde la Edad Media. Junto con su importancia religiosa, Subiaco ofrece paisajes naturales únicos, con senderos de montaña que invitan a realizar caminatas y a descubrir la belleza virgen de los alrededores.

Nemi: el encanto de un lago escondido

Nemi, en Italia (Adobe).
Nemi, en Italia (Adobe).

A unos 30 kilómetros al sur de Roma, en las colinas de los Castelli Romani, se encuentra Nemi, un pequeño y pintoresco pueblo que parece sacado de un cuento. Situado en lo alto de una colina con vistas al Lago de Nemi, este lugar es conocido por su ambiente tranquilo y sus fragantes plantaciones de fresas, que crecen en abundancia alrededor del lago.

El centro histórico de Nemi está formado por calles estrechas y empedradas que serpentean hasta la Rocca, una fortaleza medieval que domina el pueblo. Desde aquí, las vistas al lago y a los bosques que lo rodean son espectaculares. El lago, de origen volcánico, es pequeño y está rodeado por un frondoso bosque, lo que lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en estado puro.

Además de su belleza natural, Nemi es famoso por su producción de fresas silvestres, que son la base de muchos de los productos locales que se pueden degustar en los mercados y restaurantes del pueblo. En primavera y verano, se celebra la Sagra delle Fragole, un festival dedicado a esta fruta que atrae a turistas de toda la región.

Calcata: un pueblo medieval suspendido en el tiempo

Calcata, en Italia (Shutterstock).
Calcata, en Italia (Shutterstock).

Situado a unos 50 kilómetros al norte de Roma, Calcata es un pintoresco pueblo medieval que parece suspendido en el tiempo. Construido sobre una cima rocosa que domina el valle del río Treja, Calcata ofrece una atmósfera única, donde sus calles laberínticas, sus casas de piedra y su ambiente bohemio lo convierten en un destino muy especial.

En los años 60, el pueblo fue casi abandonado debido a la amenaza de derrumbes, pero fue redescubierto por artistas y artesanos que encontraron en sus ruinas un lugar ideal para crear. Hoy en día, Calcata es un refugio para artistas y es conocido por sus talleres de arte, galerías y pequeñas tiendas donde se venden productos artesanales. Su aislamiento, junto con la belleza de su entorno natural, hace de Calcata un destino perfecto para quienes buscan un lugar tranquilo, fuera de las rutas turísticas tradicionales.

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