Atravesado por un tren, en la azotea de un edificio o incrustado en una roca: estos son los campos de fútbol más curiosos del mundo

El fútbol es el deporte rey en gran parte del mundo, y sus estadios suelen ser imponentes escenarios llenos de historia y pasión. Sin embargo, hay recintos que destacan no solo por su capacidad o su ambiente, sino por su ubicación, diseño o entorno, que los convierten en verdaderas curiosidades para los amantes del deporte. De hecho, estas curiosidades hacen que muchos turistas se acerquen hasta sus gradas para conocer y descubrir los secretos que esconden. Así, desde instalaciones rodeadas por montañas hasta campos en medio de barrios, estos son algunos de los estadios más curiosos del planeta.

En el corazón de Belgrado, el Stadion Vozdovac destaca por su ubicación singular. Este estadio, con una capacidad de 5.200 espectadores, está situado en la azotea de un centro comercial. Inaugurado en 2013, el estadio es sede del FK Vozdovac, uno de los clubes de fútbol más antiguos de Serbia.

Lo que hace especial a este estadio es su integración con el entorno urbano. Mientras que los aficionados asisten a un partido, pueden disfrutar de las instalaciones del centro comercial sin siquiera abandonar el edificio. Esta combinación de ocio y deporte convierte al Stadion Vozdovac en una curiosidad arquitectónica y una de las instalaciones deportivas más peculiares de Europa.

Uno de los estadios más sorprendentes por su entorno es el Estádio Municipal de Braga, en Portugal. Con una capacidad para 30.000 espectadores, este estadio fue construido para la Eurocopa de 2004 y se encuentra literalmente esculpido en una cantera de granito. Lo que lo hace único es su diseño inusual: en lugar de estar rodeado por gradas en los cuatro lados, una de las caras del estadio es simplemente un muro de roca natural, creando una atmósfera impresionante y completamente diferente a la de cualquier otro campo de fútbol en el mundo.

Desde las gradas, los aficionados pueden admirar la roca desnuda, que le da un aire de fortaleza antigua al escenario. El diseño innovador del estadio no solo fue un reto arquitectónico, sino que también se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Braga. A pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con otros estadios de gran capacidad, la majestuosidad de su entorno lo convierte en un lugar inolvidable tanto para los jugadores como para los espectadores.

En el pueblo de Čierny Balog, en Eslovaquia, los partidos de fútbol tienen un espectador inesperado: un tren de vapor que cruza el campo durante los encuentros. El estadio del equipo TJ Tatran se construyó en la década de 1980, cuando la vía del tren ya no estaba en uso. Sin embargo, en la década de 1990, la línea fue restaurada como un ferrocarril patrimonial para turistas.

El tren, que pasa entre las gradas y el campo, se ha convertido en una atracción en sí mismo. Durante los partidos de verano, los aficionados pueden ver el tren silbando y lanzando humo, a veces obstruyendo la vista del partido. Este singular estadio es un ejemplo perfecto de cómo el deporte y la historia pueden coexistir de manera inusual y atractiva.

En La Paz, Bolivia, se encuentra el estadio Hernando Siles, conocido por ser uno de los estadios de fútbol más altos del mundo, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud extrema representa un desafío tanto para los equipos locales como para los visitantes, ya que la baja presión de oxígeno afecta el rendimiento de los jugadores.

El estadio ha sido testigo de importantes victorias de la selección boliviana, en gran parte debido a las dificultades que enfrentan los equipos rivales para adaptarse a la altitud. Para los locales, el Estadio Hernando Siles no solo es un lugar de competiciones deportivas, sino también un símbolo de resistencia y ventaja estratégica en el ámbito internacional.

El estadio Igraliste Batarija, ubicado en Trogir, es uno de los campos de fútbol más pintorescos del mundo debido a su entorno histórico. Este estadio, hogar del club HNK Trogir, está situado entre dos monumentos patrimoniales: la fortaleza Kamerlengo y la Torre de San Marcos, ambos del siglo XV. Con vistas al mar Adriático, el estadio ofrece una experiencia única, donde los aficionados pueden disfrutar del fútbol rodeados de historia. Su ubicación lo convierte en una atracción tanto para los amantes del deporte como para los turistas.