Enclavados en impresionantes castillos, bellos palacios o en mitad de la naturaleza, los Paradores son uno de los alojamientos más singulares de España. Estos hoteles se caracterizan por su amplio abanico turístico donde la calidad y la excelencia van de la mano gracias a todos sus servicios y comodidades. Así, constituyen un espacio vanguardista en el corazón de construcciones que cuentan con un alto valor histórico y cultural. En España la Red de Paradores está formada por un total de 98 establecimientos, de los cuales 97 se encuentran en nuestro país y uno en Portugal.
En este sentido, Asturias cuenta con un total de tres establecimientos repartidos por Gijón, Cangas de Onís y Coria. De todos ellos, el Parador de Coria se puede decir que es uno de los más impresionantes de toda la red, pues se enclava en una de las joyas arquitectónicas de la región: el monasterio de San Juan Bautista, una edificación que gracias a su majestuosidad ha adoptado el sobrenombre de ‘El Escorial de Asturias’. Pero no solo eso, pues además, es el más barato de todo el principado.
Para ello, desde Infobae España se ha comparado los precios de los paradores de toda la comunidad, tomando como referencia unas fechas tan demandadas y señaladas como son las Navidades. Así, ha resultado que el Parador de Coria para esa época cuenta con el precio más bajo, con un coste de alrededor de 44 € para una habitación doble estándar por persona y noche. Sin embargo, esto varía en función de la reserva, pues ese precio es para solo la habitación. Si se desea alojamiento y desayuno el precio asciende a unos 62 € y en el caso de coger media pensión es de 104 €.
Una joya de la arquitectura asturiana
El monasterio de San Juan Bautista se encuentra en la margen derecha del río Narcea. Fue fundado en 1032 por los condes Pinolo y Aldonza, y alcanzó su mayor esplendor entre los siglos XII y XIII. Sin embargo, en 1973, un incendio destruyó la mayor parte de las instalaciones monásticas, conservándose únicamente la iglesia, la sacristía y la biblioteca. A lo largo del tiempo, ha experimentado diversas remodelaciones, y no queda ningún vestigio arquitectónico de su construcción románica original, de la que solo se sabe que contaba con un claustro y una iglesia de tres naves.
El actual conjunto eclesiástico, que data de 1593, sigue los principios del Renacimiento. Su planta es de cruz latina, con un crucero, un amplio presbiterio y una nave con capillas laterales. La portada interior de la iglesia está compuesta por tres tramos: el primero, una portada en arco de triunfo con cuatro pilastras dóricas; el segundo, una hornacina del santo patrón flanqueada por pilastras; y el último, un frontón coronado por tres chapiteles con grandes bolas, en estilo clasicista herreriano.
Asimismo, la abadía pasó a forma parte de la Red de Paradores en 2013, ofreciendo a los visitantes una experiencia única. De este modo, más allá de admirar la majestuosidad del edificio, es posible alojarse en una de sus habitaciones. Su entorno privilegiado realza la estancia, convirtiéndolo en un destino imprescindible en Asturias.
Grandes secretos escondidos
Más allá de su encanto arquitectónico, el interior del Parador está lleno de secretos. En el sótano se encuentra un museo que exhibe los restos arqueológicos de la iglesia original del siglo XI. Asimismo, alberga una obra del artista portugués Rui Macedo, Cabinet de Curiosites, única en la colección de Paradores. A todo esto se le suma la decoración del lugar, la cual combina tradición y modernidad, creando un ambiente especial. Pero por si fuera poco, los huéspedes comparten el recinto con una comunidad de dominicos que gestiona la iglesia anexa. Además, cuenta con instalaciones para la celebración de eventos y un spa que ofrece modernos tratamientos.
También hay que destacar la oferta gastronómica del Parador, pues este “traslada a la mesa la contundente cocina tradicional del occidente asturiano en versión actualizada. Una carta que ofrece los mejores productos de la huerta, del Cantábrico y de los verdes prados. Todo ello regado con los heroicos vinos cangueses”, destacan desde la web. De este modo, el restaurante se ubica en lo que fue el refectorio del monasterio, un espacio donde disfrutar de sus ricos platos.
Así, entre sus especialidades destacan “variedad de quesos asturianos, embutidos artesanales como el chosco de Tineo, guisos como el pote de berza, la fabada o las fabes con chipirones, la ternera a la parrilla, sin olvidar deliciosos postres de influencia monástica como el arroz con leche caramelizado” afirman.
Un precioso entorno natural
A su vez, a pocos kilómetros del parador se encuentra el pueblo de Cangas del Narcea, conocido por sus calles empedradas, casonas, palacios e iglesias que reflejan el legado de los primeros reyes asturianos. Entre sus principales atractivos están el Molino de Villajur y el Santuario de la Virgen del Acebo, uno de los templos marianos más destacados de Asturias.
Igualmente, el entorno natural que rodea al parador es igualmente notable. En las antiguas caballerizas del monasterio se encuentra la Casa del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, punto de partida de numerosas rutas de senderismo. A pocos kilómetros, la Reserva Natural del Bosque de Muniellos, el mayor robledal de España, ofrece la posibilidad de observar especies emblemáticas de la fauna asturiana, como el oso pardo y el urogallo.
Cómo llegar
Desde Oviedo, el viaje hasta el Parador de Corias es de 1 hora y 10 minutos por las carreteras A-63 y AS-15. Por su parte, desde Gijón, el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la vía AS-15.