El curioso pueblo donde las casas están construidas en círculo y es perfecto para los amantes del senderismo

Entre las altas cumbres de los Alpes y los paisajes volcánicos de Auvernia, esta región del sureste de Francia se alza como uno de los destinos rurales más impresionantes del país. La comarca es hogar de algunos de los enclaves más icónicos de Francia, como el Mont Blanc y el Parque Natural Regional de los Volcanes de Auvernia, pero también es conocida por su riqueza gastronómica, con productos locales como el queso y el vino.

Además, ciudades como Lyon, segunda urbe más grande de Francia, se destacan por su patrimonio arquitectónico y su dinamismo económico, haciendo de Auvernia-Ródano-Alpes una región clave tanto para el turismo como para el desarrollo industrial y cultural del país. Sin embargo, si por algo destaca esta zona es por su riqueza natural e imponentes paisajes, los cuales brindan una experiencia rural única. Así, entre sus montañas se pueden disfrutar de pueblos tan curiosos como Oncieu.

Esta localidad, de poco más de 200 habitantes, ha conservado a lo largo de los siglos su encanto rural y una estructura geográfica que lo convierte en un destino único. Lo que distingue a Oncieu de otras aldeas de la región es su disposición en forma de circo natural, un entorno montañoso que rodea el pueblo y le da una apariencia de postal, atrapando la atención de viajeros que buscan tranquilidad y paisajes inalterados.

Oncieu se encuentra en el corazón de un anfiteatro natural de colinas, lo que le confiere una apariencia circular, como si las casas y calles hubieran sido cuidadosamente dispuestas para encajar con el entorno. Esta disposición no es solo una curiosidad visual, sino que ofrece un ambiente de acogedor, donde el paisaje montañoso actúa como un escudo natural contra el bullicio del mundo exterior. A nivel histórico, la localidad ha sabido conservar su patrimonio, resistiendo a los cambios drásticos de la modernidad.

Sus edificaciones tradicionales, muchas de ellas construidas en piedra, mantienen el estilo arquitectónico típico de la región. A su vez, pasear por las calles de Oncieu es un viaje en el tiempo, donde los visitantes pueden imaginarse cómo era la vida rural en siglos pasados. Además, el pueblo ha logrado integrar las comodidades necesarias para los residentes y turistas sin alterar su esencia. Así, uno de los principales atractivos del pueblo es su oferta de rutas de senderismo.

Al estar ubicado en un entorno natural privilegiado, el pueblo es un punto de partida ideal para los excursionistas que desean explorar la región montañosa. Las rutas que rodean el circo natural ofrecen vistas panorámicas sobre el valle y los prados circundantes, siendo especialmente espectaculares durante el otoño, cuando el paisaje se tiñe de tonos rojizos, dorados y ocres. Para los amantes de la naturaleza y la fotografía, Oncieu se convierte en un destino ideal en esta época del año, con la posibilidad de capturar imágenes únicas del paisaje rural francés en su máximo esplendor.

A esto hay que sumar su rica biodiversidad, pues rodeado de colinas, bosques y praderas, el entorno natural es un refugio para una gran variedad de especies de fauna y flora. El área es ideal para la observación de aves y otros animales salvajes, lo que añade un interés especial para los aficionados a la vida silvestre. En primavera y verano, las flores silvestres cubren los campos que rodean el pueblo, creando un contraste visual impresionante con las montañas verdes.

Desde Lyon, el viaje es de alrededor de 1 hora por la carretera A42 (hay peajes). Por su parte, desde Ginebra el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía A40 (hay peajes).