Estas son las nuevas formas de viajar con las que celebrar el Día Mundial del Turismo: de destinos de película a eventos deportivos

Los viajeros buscan disfrutar de experiencias cada vez más auténticas y que se alejan en ocasiones de los viajes convencionales

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Dubrovnik, en Croacia (Shutterstock).
Dubrovnik, en Croacia (Shutterstock).

Cada vez son más los viajeros que buscan viajes nuevos que les brinden experiencias diferentes. Esto hace que surjan numerosas tendencias hacia destinos un poco alejados de lo convencional que, a priori, no son viajes aptos para todo tipo de públicos. Sin embargo, otros aprovechan eventos sociales como competiciones deportivas o festivales de música para disfrutar de unas vacaciones y conocer el país donde tienen lugar. Por ello, con motivo del Día Mundial de Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre, desde Infobae España se ha elaborado una selección de algunas de las nuevas tendencias turísticas que están cambiando la forma de viajar.

Visita lugares de película

El set-jetting es una tendencia de viaje en la que los turistas visitan destinos que han aparecido en películas, series de televisión o videoclips. Los viajeros, inspirados por escenarios icónicos que han visto en la pantalla, deciden recorrer esos lugares para vivir una experiencia inmersiva, conectando con el ambiente y las historias de las producciones audiovisuales que los hicieron famosos.

Esta tendencia ha ganado popularidad con el auge de plataformas de streaming como Netflix, que amplían el acceso a producciones internacionales y a sus respectivas localizaciones. Destinos como Dubrovnik, conocida por ser el escenario de Juego de Tronos, o Nueva Zelanda, famosa por El Señor de los Anillos, han experimentado un notable aumento en el turismo gracias al set-jetting

Cementerios y desastres naturales

campo de concentración de Auschwitz, en Polonia (Shutterstock España).
campo de concentración de Auschwitz, en Polonia (Shutterstock España).

El tanatoturismo, también conocido como turismo oscuro o dark tourism, es una forma de turismo en la que los viajeros visitan lugares asociados con la muerte, el sufrimiento o tragedias históricas. Estos sitios pueden incluir campos de concentración, escenarios de desastres naturales o atentados, cementerios, memoriales de guerra o zonas donde ocurrieron asesinatos masivos. El término “tanatoturismo” proviene de “Tánatos”, la personificación de la muerte en la mitología griega, y surgió en el ámbito académico para describir este tipo de visitas.

Entre los ejemplos más conocidos se encuentran el campo de concentración de Auschwitz en Polonia, el Memorial de Hiroshima en Japón, o la Zona de Exclusión de Chernóbil en Ucrania. Este tipo de turismo, más allá del morbo, suele estar motivado por el interés histórico, la memoria colectiva o la reflexión sobre eventos traumáticos de la humanidad, ofreciendo la oportunidad de aprender y reflexionar sobre las tragedias del pasado.

Buceo con tiburones o salto base

El paracaidismo, el bungee jumping o el rafting en ríos de aguas bravas, son ejemplos de turismo extremo, una modalidad que implica la realización de actividades de alto riesgo o aventura en entornos naturales o urbanos. Los viajeros que practican turismo extremo buscan experiencias intensas, que a menudo implican desafíos físicos y mentales, así como una dosis de adrenalina. Estas actividades suelen realizarse en condiciones que exigen habilidades específicas, preparación física y, en muchos casos, un equipo especializado para garantizar la seguridad.

Por ello, algunos destinos populares para este tipo de turismo son montañas, desiertos, glaciares, selvas o áreas volcánicas, donde las condiciones naturales presentan un entorno desafiante. El turismo extremo ha crecido en popularidad gracias a la demanda de experiencias únicas y el auge de las redes sociales, que permiten a los viajeros compartir sus aventuras en tiempo real. Aunque esta forma de turismo atrae a personas en busca de emociones fuertes, también ha generado debates sobre la sostenibilidad y la seguridad, ya que muchas de estas actividades se desarrollan en ecosistemas frágiles o en condiciones peligrosas.

Roland Garros y Juegos Olímpicos

Juegos Olímpicos de París EFE/ Javier Etxezarreta
Juegos Olímpicos de París EFE/ Javier Etxezarreta

El turismo deportivo es una modalidad de turismo en la que los viajes están motivados por la participación en actividades deportivas, ya sea como espectador o como practicante. Este tipo de turismo incluye desplazamientos para asistir a eventos deportivos importantes, como los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de Fútbol, el Tour de Francia, o campeonatos de tenis como Wimbledon, así como viajes para practicar deportes en destinos específicos, como esquí en los Alpes, surf en Hawái o senderismo en los Pirineos.

Dentro de esta tendencia, se puede viajar como espectador, pues los grandes torneos y competiciones internacionales suelen atraer a miles de turistas, quienes no solo disfrutan del evento, sino también de la cultura y el entorno del destino. También el viajero puede viajar para practicar el deporte, siendo la causa diferente, pero la finalidad la misma.

Festivales de música y conciertos

Festival de música (Shutterstock España).
Festival de música (Shutterstock España).

El turismo musical es una modalidad de turismo en la que los viajes están motivados por experiencias relacionadas con la música. Esto incluye la asistencia a festivales, conciertos, óperas, y otros eventos musicales, así como la visita a lugares emblemáticos relacionados con músicos, géneros musicales o la historia de la música. El turismo musical abarca tanto a quienes viajan para disfrutar de la música en vivo como a aquellos interesados en explorar la cultura y el legado musical de ciertos destinos.

Así, los viajes para asistir a festivales de música o conciertos masivos son una de las formas más populares de turismo musical. Ejemplos destacados incluyen festivales internacionales como Glastonbury (Reino Unido), Coachella (EE. UU.), Primavera Sound (España) y Tomorrowland (Bélgica), que atraen a miles de turistas de todo el mundo. Además, otros viajeros buscan conocer lugares emblemáticos en la historia de la música.

Por ejemplo, ciudades como Liverpool (cuna de los Beatles), Memphis y Nashville (famosas por su vínculo con el rock, el blues y el country) o Viena (centro de la música clásica), son destinos clave para los aficionados a la música. Este tipo de turismo también incluye visitas a museos dedicados a músicos o géneros específicos, como el Museo del Rock and Roll en Cleveland, el Museo de los Beatles en Liverpool o la casa de Mozart en Salzburgo. Asimismo, la visita a estudios de grabación históricos, como los estudios Abbey Road en Londres o Sun Studio en Memphis, son actividades populares.

La localidad cuenta además con un rico conjunto monumental y natural que atrae a multitud de viajeros
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