Alcalá de Henares es una ciudad que conjuga historia, cultura y tradición. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este enclave histórico es célebre por ser el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes, uno de los escritores más influyentes de la literatura universal. Pasear por sus calles empedradas permite al visitante retroceder en el tiempo, desde la Edad Media hasta el Siglo de Oro, con monumentos emblemáticos como la Universidad de Alcalá y la Catedral-Magistral.
Pero no solo eso, pues su rica herencia cultural se refleja no solo en sus edificios históricos, sino también en su vibrante oferta gastronómica y su tradicional Semana Cervantina, que rinde homenaje al autor del “Quijote”. Todo ello se puede disfrutar con uno de los alojamientos más singulares de toda la Comunidad de Madrid: el Parador de Alcalá de Henares. Un edificio que combina historia con modernidad en un espacio único que permite conocer todos los rincones de la ciudad.
Historia y modernidad
El Parador de Alcalá de Henares tiene su origen en 1930, cuando se inauguró la Hostería del Estudiante, el tercer establecimiento de la Red de Paradores. En 2009, el Parador actual abrió sus puertas recuperando tres antiguos colegios-convento del siglo XVII mandados construir por el Cardenal Cisneros. Todo ello respetando su esencia histórica mientras incorpora una estética contemporánea. La Hostería del Estudiante, ubicada en la conocida Manzana Cisneriana, ocupa el antiguo Colegio Menor de San Jerónimo o Trilingüe.
Este edificio fue cedido al Patronato Nacional de Turismo por la Sociedad de Condueños de Alcalá con el fin de garantizar su rehabilitación y preservación, asegurando que tanto el Parador como la Hostería continúen siendo símbolos del legado cultural y arquitectónico de Alcalá de Henares. Así, a día de hoy, entre sus elementos más destacados se encuentran el impresionante claustro y el Jardín Tallado, espacios que evocan el pasado en un entorno de tranquilidad. Además, el Parador alberga un spa situado bajo las bóvedas de la antigua iglesia conventual, proporcionando una experiencia de relajación inmersa en la historia.
A esto hay que sumar que es un lugar ideal para la celebración de eventos, reuniones y celebraciones. Dispone de un Centro de Convenciones equipado con cinco salas y el Salón Paraninfo, que puede dividirse en hasta seis espacios adicionales. Su estratégica ubicación, a tan solo 20 minutos del aeropuerto de Madrid-Barajas y del recinto ferial IFEMA, así como a media hora del centro de la capital, lo convierte en una opción idónea para quienes buscan combinar negocios y ocio en un entorno cargado de historia.
Gastronomía y confort
Uno de los aspectos más sobresalientes del Parador de Alcalá de Henares son sus habitaciones, las cuales brinda una experiencia única gracias a su diseño moderno y comodidad. Además, el alojamiento cuenta con todo tipo de servicios disponibles en todo momento para el huésped como es la piscina de temporada, el parking de pago o las salas de reuniones. Aunque si hay algo que destaca, es su restaurante. “La cocina madrileña castiza y las referencias al recetario cervantino son la carta de presentación del Restaurante Santo Tomás del Parador de Alcalá, un moderno espacio enclavado en el antiguo convento-colegio del siglo XVII” detallan desde la web.
Pero no solo eso, pues el portal señala que la “propuesta se completa con La Hostería del Estudiante, frente al Parador y heredera de la tradición universitaria complutense, que ofrece junto a sus platos clásicos y tradicionales las recetas más emblemáticas de los diferentes Paradores siendo escaparate de la rica y variada cocina regional de la red”. De este modo, se pueden disfrutar de especialidades como croquetas de cocido madrileño, sopa boba alcalaína, migas o duelos y quebrantos.