Una de las playas más impresionantes de Portugal: tiene una capilla enclavada en la orilla y está a 15 minutos de Oporto

Apenas a 10 kilómetros de Oporto, se ubica uno de los rincones más singulares de Portugal. Se trata de un destino que destaca por su tranquilidad, belleza natural y un icónico monumento religioso que la distingue de otras playas de la región. Esta construcción es uno de los sellos de identidad de la región y permite disfrutar de una combinación de arte y naturaleza única en una de las mejores playas del país luso. Estamos hablando de la playa de Miramar, un tranquilo arenal situado en el municipio de Vila Nova de Gaia, que es perfecto para darse un chapuzón con toda la familia.

La playa se caracteriza por ese entorno tranquilo y acogedor, lo que la ha convertido en un refugio perfecto para escapar del estrés de las grandes urbes. Así, muchos viajeros se acercan a este enclave para disfrutar de un día agradable o de una escapada de fin de semana. Además, su cercanía con Oporto permite disfrutar también de esta gran ciudad y descubrir todos los secretos que esconde.

Uno de los mayores atractivos de la playa de Miramar es la icónica capilla del Señor de la Piedra (capela do Senhor da Pedra), una pequeña ermita construida sobre una formación rocosa a orillas del mar. Su imagen es de película, pues cuando el mar está embravecido, las olas chocan con la roca y la iglesia en un auténtico espectáculo visual y sonoro. Por su parte, el templo tiene su origen en siglo XVII y presenta una arquitectura marcada por su planta hexagonal y su curiosa puerta.

Esta cuenta con dos mosaicos blancos y azules, donde se puede leer: “El lugar donde se levanta esta capilla do Senhor da Pedra es sin duda el lugar de culto más antiguo de la freguesía, antes de celebrar a Cristo, era un altar pagano”. Igualmente, en el interior de la capilla se encuentra un púlpito de madera y tres retablos en talla policromada y dorada, de estilo rococó. Estos retablos albergan las imágenes del Senhor da Pedra, un Cristo Crucificado, la Virgen de Fátima y Santa Catalina de Alejandría.

Pero esto no es todo, pues según la tradición local, la Capela do Senhor da Pedrafue erigida en un punto que ya había sido considerado sagrado en tiempos precristianos. Por ello, cada año, el domingo de la Santísima Trinidad, a principios de junio, se celebra una romería en honor al Señor de la Piedra, donde los habitantes de la zona y los peregrinos de otros lugares participan en una serie de actividades religiosas y culturales. Esta tiene uan duración de alrededor de tres días y está considerada como una de las mejores de toda la comarca.

El paisaje de Miramar combina dunas naturales con una vasta extensión de arena fina, lo que ofrece un entorno ideal tanto para paseos tranquilos como para el disfrute del sol. Además, sus aguas del Atlántico, aunque a menudo frías, son perfectas para los más aventureros que disfrutan de deportes acuáticos como el surf y el bodyboard, gracias a las olas que suelen formarse en esta zona. Sin embargo, debido a las corrientes, se recomienda precaución, especialmente para quienes no están familiarizados con las aguas atlánticas.

Asimismo, su entorno y la tranquilidad que se respira la hacen ideal para largas caminatas a lo largo de la costa. Muchas personas aprovechan las mañanas y tardes para pasear por el paseo marítimo que se extiende a lo largo de la playa, donde el sonido de las olas y la brisa del Atlántico crean un ambiente perfecto para el relax. Asimismo, la zona cuenta con varios restaurantes y cafés, donde se puede disfrutar de la gastronomía local, centrada en los productos del mar, como el bacalao, las sardinas y el marisco fresco. Además, muy cerca del arenal se localiza uno de los campos de golf más antiguos de Portugal.