Barcelona es una de las ciudades más impresionantes de Europa. Con su icónica arquitectura modernista, encabezada por las obras de Antoni Gaudí, su dilatada e importante historia y su aura cosmopolita, atrae a millones de viajeros cada año que buscan sorprenderse con todos los encantos que atesora. Así, desde la majestuosidad de la Sagrada Familia hasta los pintorescos rincones del Barrio Gótico, Barcelona ofrece una experiencia única que une tradición y vanguardia.
Pero esto no es todo, pues también cuenta con rico patrimonio natural que se traduce en su costa y en las montañas que rodean la ciudad. Estas últimas permiten disfrutar de maravillosos paisajes, rutas de senderismo e incluso un conjunto monumental que es único en España. Este es el caso de la montaña de Montserrat, que ubicada a unos 30 kilómetros al noroeste de Barcelona, es uno de los parajes naturales y espirituales más emblemáticos de Cataluña.
Un monasterio y ‘La Moreneta’
Montserrat debe su nombre a las características formas de sus picos, que parecen haber sido ‘serrados’ o cortados de manera irregular, creando un perfil único. Estas formaciones de roca, que alcanzan alturas de hasta 1.236 metros en su punto más alto, Sant Jeroni, se formaron hace millones de años y han sido esculpidas por la erosión a lo largo del tiempo. Así, la montaña está compuesta principalmente de conglomerado, una roca que, al desintegrarse por los efectos del clima, da lugar a las formas redondeadas y extrañas que distinguen a Montserrat de otras cadenas montañosas.
Igualmente, este peculiar paisaje ha alimentado leyendas y ha sido considerado un lugar místico desde tiempos antiguos, pero si por algo destaca es por albergar el monasterio benedictino de Montserrat. Esta abadía se incrusta en el corazón de la montaña y constituye un importante centro de peregrinación y devoción en Cataluña. Fundado en el siglo XI, el monasterio ha sido desde entonces un punto neurálgico de la vida religiosa en la región, y es conocido por albergar a la Virgen de Montserrat, también llamada ‘La Moreneta’, una imagen de la Virgen María tallada en madera que data del siglo XII.
La talla recibe este sobrenombre por el color oscuro de su cara y además es la patrona de Cataluña y símbolo de devoción para miles de peregrinos que visitan el lugar cada año. Además, cuenta con una leyenda que explica como la imagen fue descubierta en una cueva en la montaña por unos pastores, tras haber sido ocultada durante la invasión musulmana en la península ibérica. Esta cueva, conocida como la Santa Cova, también se puede visitar a través de un sendero que serpentea por las laderas de la montaña.
Un paraíso natural
Montserrat no solo es un destino religioso, sino también un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. La montaña ofrece numerosas rutas de diferentes niveles de dificultad, que permiten a los visitantes explorar sus paisajes escarpados, sus cuevas y sus miradores, desde los que se obtienen vistas impresionantes de todo el entorno e incluso del mar Mediterráneo en días despejados. Entre las rutas más populares se encuentra la ascensión a Sant Jeroni, el punto más alto de la montaña.
Desde la cima, los senderistas pueden disfrutar de una vista panorámica de 360 grados que abarca desde los Pirineos hasta el litoral catalán. Para aquellos que prefieren un paseo más tranquilo, existen caminos más accesibles que conducen a la Santa Cova o a otros puntos de interés en la montaña como son Els Flautats, Cavall Bernat y La Gorra Frigia. Pero esto no es todo, pues el enclave es también un paraíso para los escaladores, pues las paredes verticales de roca conglomerada ofrecen un terreno desafiante y variado para la escalada en roca, con rutas de todos los niveles.
Cómo llegar
Cabe destacar que solo se puede subir a la abadía de Montserrat en teleférico o en tren cremallera, un viaje a través de la montaña que brinda una experiencia única. Así, desde Barcelona se puede llegar en coche hasta el aparcamiento habilitado a los pies de la montaña en un trayecto de alrededor de 1 hora por la carrera C-58.