El suelo repleto de hojas caídas, los árboles de tonos rojizos, naranjas y amarillos, las temperaturas más bajas… España está a punto de dar la bienvenida al otoño y pronto este será el escenario de cada uno de los rincones del país. De ahí que sean muchos los que ya planifican escapadas y viajes exprés a lugares en los que poder desconectar y adentrarse en la naturaleza. Y es que el turismo rural tiene cada vez más adeptos, sobre todo, si se trata de pueblos tan espectaculares como El Tiemblo, en Ávila, uno de los más bonitos para visitar en esta época y que está repleto de tesoros arquitectónicos y naturales.
Con el otoño llegan nuevos destinos que descubrir, que merece la pena conocer. Este es el caso de El Tiemblo, que se encuentra a poco más de una hora de Madrid. Junto a este increíble pueblo hay un bosque homónimo que destaca por su enorme frondosidad y belleza, un castañar que es uno de los más bonitos del país y el más grande del Sistema Central. Quienes se adentren en él tienen la posibilidad de perderse entre hayedos, robles y castaños.
Aunque en la provincia de Ávila hay un sinfín de pueblos pintorescos, El Tiemblo encierra un extenso patrimonio histórico y natural. Con poco más de 4.000 habitantes, una de sus señas de identidad es que es un territorio ideal para el cultivo de cereal, dadas sus características. A ello se une que está próximo a las aguas del Río Alberche, del Arroyo Tórtolas y de la Garganta de la Yedra. Es por ello que es perfecto para disfrutar de rutas de senderismo o, simplemente, escapar del estrés y la rutina diaria.
Una villa que conserva la huella de los visigodos
Los vestigios romanos en El Tiemblo incluyen inscripciones en los Toros de Guisando y los restos de una calzada de segundo orden. Esta región, por su ubicación estratégica, debió tener gran relevancia como lugar de paso en la época romana. En algunos mapas arqueológicos se menciona la existencia de un poblado romano en el municipio. Con respecto a la presencia visigoda, esta se manifiesta en la Dehesa de Valdesanmartín, a unos 12 kilómetros del pueblo, en un lugar conocido como Valdepalomas. En una pequeña colina cercana al Arroyo Tórtolas, se encuentra una necrópolis con más de 20 tumbas.
El enclave de El Tiemblo, situado en la frontera entre los reinos musulmán y cristiano durante la Edad Media, fue escenario de paso para diversas facciones. Los primeros registros de la llegada árabe a estas tierras datan del siglo IX. Además de restos de acequias y canales, permanecen nombres árabes como Alberche, Navalaceña y Atalaya.
En 1273, la Cañada Real adquiere protagonismo cuando Alfonso X el Sabio reconoce el ‘Honrado Concejo de la Mesta de Pastores’. La Cañada cruza el río Alberche mediante dos puentes: Valsordo, posiblemente del siglo XIII o XIV, y la Santa Yusta, construido probablemente en el siglo XVI. Años más tarde, estas tierras serían testigo de un acontecimiento crucial en la historia de España. El 19 de septiembre de 1468, en una explanada junto a los Toros de Guisando, Enrique IV reconoció a su hermana Isabel como heredera legítima de Castilla, quien más tarde sería conocida como Isabel la Católica.
Con un extenso patrimonio arquitectónico, pero también natural
Entre los principales puntos de interés en El Tiemblo destacan los Toros de Guisando, ubicados a unos 9 kilómetros de la localidad. El Monasterio de los Jerónimos, situado a poco más de un kilómetro de los Toros y en la ladera del Cerro de Guisando. Fue construido a finales del siglo XIV y ampliado en estilo renacentista en el siglo XVI. En 1979, un incendio lo destruyó parcialmente, quedando actualmente en ruinas. Los monjes Jerónimos, conocidos como los ‘Beatos de Guisando’, fundaron el monasterio en 1375, tras vivir en cuevas cercanas. A lo largo de los siglos XIV y XV, recibieron protección real de varios monarcas, desde Juan I de Castilla hasta Felipe II.
El patrimonio arquitectónico de El Tiemblo incluye también el Puente de Valsordo y el Puente de la Santa Yusta, ambos sobre el río Alberche, así como el Puente de Pasil y el Puente de la Casilla en la garganta de la Yedra. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con su torre del siglo XV, alberga un retablo mayor, una Virgen con el Niño del mismo siglo, un “Ecce Homo” de comienzos del siglo XVI y un Crucificado de esa época. Además, la Ermita de San Antonio, de estilo barroco, es un sitio de peregrinación, especialmente visitado por personas que se trasladan desde Toledo hacia Ávila.
El Ayuntamiento, de estilo neoclásico, fue construido en el siglo XVIII y restaurado en el año 2000. En el casco antiguo se conservan los Hornos de Tinajas, edificados a comienzos del siglo XIX, destinados a la producción de tinajas exportadas principalmente a Toledo y Ciudad Real. Entre las curiosidades arquitectónicas destaca el Pozo de la Nieve, una construcción de piedra ubicada entre el Pico del Traviés y La Encinilla, utilizada para almacenar nieve y conservarla durante los meses más cálidos.
Cómo llegar a El Tiemblo
El Tiemblo se encuentra bien conectado tanto desde Madrid como desde otras ciudades cercanas. En coche, desde Madrid, se toma la carretera A-5 en dirección Badajoz. En el kilómetro 74 se debe tomar la salida hacia la N-403 en dirección El Tiemblo. El trayecto es de aproximadamente 80 kilómetros y dura alrededor de una hora y 15 minutos.
La empresa de autobuses Samar ofrece servicios regulares desde la estación de Príncipe Pío. El trayecto dura alrededor de 1 hora y 30 minutos. Y la estación de tren más cercana es la de San Martín de Valdeiglesias, ubicada a unos 18 kilómetros de El Tiemblo. Desde allí, se puede continuar en autobús o taxi.