El convento de Lisboa que tiene un museo único en el mundo y una de las iglesias más bonitas de Portugal

Este espacio es uno de los menos conocidos de la ciudad, sin embargo, atesora un valor histórico y cultural único en el país

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Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).
Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).

Entre colinas empedradas, impresionantes miradores con vistas al Tajo y pintorescos barrios que mantienen la esencia de la ciudad, Lisboa se alza como una de las capitales más espectaculares de Europa. Esto no es de extrañar, pues cuenta con una vibrante escena cultural con museos y teatros, así como con un patrimonio histórico y arquitectónico que se refleja en sus impresionantes monumentos. Algunos de los más populares son el castillo de San Jorge, la catedral de Sé o el monasterio de los Jerónimos. Sin embargo, repartidos por la ciudad, también se pueden encontrar otros menos conocidos, pero que guardan un gran valor histórico.

Este es el caso del convento de Madre de Deus, un templo situado en la zona este de Lisboa, en Xabregas, y que desde 1965 acoge el Museo Nacional del Azulejo, único en el mundo. Fundado en 1509 por la reina Doña Leonor, esposa de Juan II de Portugal, este convento se erige como un emblema del esplendor del arte manuelino y de la devoción religiosa que caracterizó la época. Gracias a ello, a día de hoy está considerado como uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura religiosa de la capital lusa y un símbolo de la rica herencia artística y cultural del país.

Una maravillosa iglesia

Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).
Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).

El origen del convento de Madre de Deus se encuentra a principios del siglo XVI, cuando la reina Doña Leonor decidió construir el edificio como un gesto de fe y agradecimiento, tras la muerte de su esposo y de haber fundado la Santa Casa de Misericordia, una institución dedicada a la caridad que aún hoy sigue activa. Tras su construcción fue destinado a las monjas clarisas, una rama de la orden franciscana, y durante siglos albergó a mujeres que dedicaban su vida a la contemplación y a la oración.

A su vez, el edificio original fue concebido en el estilo manuelino, una corriente arquitectónica típicamente portuguesa que mezcla elementos góticos con decoraciones inspiradas en el mar y en los descubrimientos de la época. Este estilo, desarrollado bajo el reinado de Manuel I, representa el auge de Portugal como potencia marítima y su influencia en el mundo. En el convento, este movimiento se aprecia especialmente en la iglesia, que presenta una rica decoración de columnas talladas con motivos naturales, como hojas, caracolas y otros elementos marinos, así como símbolos relacionados con los viajes de exploración.

A lo largo de los siglos, el convento sufrió varias modificaciones y ampliaciones, en especial tras el terremoto de Lisboa de 1755, que causó graves daños en toda la ciudad. Durante la reconstrucción, se añadieron elementos barrocos que ahora forman parte del atractivo arquitectónico del conjunto. Así, la iglesia del convento es uno de sus espacios más singulares gracias a su exuberante decoración interior, con azulejos que narran escenas bíblicas, un retablo dorado de estilo barroco y una serie de obras de arte religioso que adornan las paredes y los altares.

Museo Nacional del Azulejo

Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).
Convento de Madre de Deus, en Portugal (Shutterstoc España).

Más allá de su historia y arquitectura, el convento destaca por albergar la cuna de una de las herencias culturales y artísticas más importantes y representativas de Portugal: el Museo Nacional del Azulejo. Fundado en 1965, el museo está dedicado a la preservación y exhibición de este arte, el cual comenzó a introducirse en la península durante el periodo musulmán para acabar convirtiéndose en un elemento fundamental de la decoración arquitectónica en Portugal. Así, la galería atesora una vasta colección que abarca desde los primeros ejemplos del siglo XV hasta las producciones contemporáneas.

Durante la visita, los visitantes pueden explorar la evolución de este arte a lo largo de los siglos, con piezas que representan escenas religiosas, paisajes, figuras geométricas y decoraciones florales. De hecho, la colección está organizada cronológicamente, pues en la planta baja, se exhiben los ejemplares más antiguos, procedentes de España a finales del siglo XV y principios del XVI. En el primer piso del claustro, los visitantes pueden apreciar las obras de destacados artistas contemporáneos portugueses.

A lo largo del recorrido, es posible admirar piezas clave de la producción portuguesa como es el caso del retablo de Nossa Senhora da Vida, datado alrededor de 1580, y el Grande Panorama de Lisboa, un panel de aproximadamente 23 metros que ofrece la representación más completa de la capital portuguesa antes del terremoto de 1755. También destacan los siete paneles que narran el ascenso social del sombrerero António Joaquim Carneiro, creados en torno al año 1800.

Cómo visitarlo: horario y precios

Para visitar el Museo Nacional del Azulejo se debe tener en cuenta su horario, el cual es de martes a domingo de 10:00 h a 18:00 h, siendo la última entrada a las 17:30 h. Por su parte, el precio de la tarifa general es de 5 €, mientras que la tarifa reducida es 2,50 €.

El histórico tranvía de Lisboa que recorre sus principales calles y monumentos por solo 3 euros.
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