El bonito pueblo perfecto para una escapada de otoño y que tiene un balneario romano de hace más de 2.000 años

La villa destaca también por su pintoresco patrimonio histórico y por el entorno natural donde se asienta, pues es perfecto para los amantes del senderismo

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La villa destaca también por su pintoresco patrimonio histórico y por el entorno natural donde se asienta, pues es perfecto para los amantes del senderismo

En el corazón del valle de Ambroz, lindando con Salamanca, se ubica uno de los pueblos más sorprendentes de Extremadura. Esta villa cacereña reúne una combinación única de naturaleza, historia y termalismo, lo que la convierte en un refugio perfecto para disfrutar de unos días de relajación. Tanto es así, que uno de sus mayores atractivos es el impresionante balneario que alberga, el cual ha sido un referente de salud y bienestar desde la época romana.

Estamos hablando de Baños de Montemayor, una villa termal que brinda una experiencia única gracias a todos sus encantos. Así, es un destino perfecto para una escapada de fin de semana, pues, además, en sus alrededores se pueden encontrar infinidad de atractivos que atraen a amantes del senderismo, de la historia y del turismo activo. Además, su ubicación privilegiada en la Ruta de la Plata, un antiguo camino de origen romano que atraviesa la península ibérica, lo convierte en un punto estratégico tanto para el turismo termal como para el cultural.

Unas termas romanas perfectas para desconectar

El origen de Baños de Montemayor está íntimamente ligado a sus aguas termales. Los romanos, grandes conocedores de los beneficios de las aguas mineromedicinales, fueron los primeros en aprovechar los manantiales naturales de la zona. Construyeron baños termales que, aún hoy, se conservan en el balneario local, el cual ha sido reformado y modernizado para adaptarse a los estándares actuales. Las termas romanas originales son uno de los principales atractivos turísticos del pueblo, testimonio del paso de esta civilización y de la importancia que daban a los baños públicos como espacio de relajación y encuentro social.

Baños de Montemayor, en Cáceres (Shutterstock España).
Baños de Montemayor, en Cáceres (Shutterstock España).

Así, sus aguas son ricas en minerales, especialmente en sulfatos y bicarbonatos, lo que les otorga propiedades terapéuticas beneficiosas para problemas reumatológicos, respiratorios y de la piel. Por ello, su balneario se ha convertido en uno de los centros termales más espectaculares de España, el cual recibe las aguas de dos manantiales naturales con características únicas. Tal y como exponen desde su página web, las termas se basan en tres principios: salud, relax y belleza.

Con más de 2.000 años de historia, el balneario se distribuye en dos edificios: el edificio principal y las termas romanas. En el caso del primero, sus instalaciones son las más modernas y cuentan con una arquitectura que evoca la forma de un barco, destacando por su innovador hall de entrada, conocido como el “Hall de Mariposas”. Este espacio, que abarca más de 1.000 metros cuadrados, concentra la mayoría de los tratamientos de salud que se ofrecen en el centro. Entre sus instalaciones, sobresale la sala de terapias respiratorias, equipada con una variedad de técnicas especializadas en la mejora de la salud respiratoria.

Además, el edificio alberga una piscina solarium, diseñada para proporcionar una experiencia sensorial única a los visitantes. Por otro lado, se encuentran las termas romanas, un legado histórico que se conserva dentro de un museo con entrada libre para los visitantes. Este espacio contiene auténticas piezas arqueológicas de gran valor, ofreciendo una mirada al pasado termal de Baños de Montemayor. Además, el complejo incluye dos piscinas romanas, circuitos termolúdicos, áreas dedicadas a tratamientos estéticos y zonas de jacuzzis termales.

Balneario de Baños de Montemayor, en Cáceres (Web del balneario).
Balneario de Baños de Montemayor, en Cáceres (Web del balneario).

Descubre los encantos de Baños de Montemayor

Más allá de su patrimonio termal, Baños de Montemayor invita al viajero a perderse por sus preciosas calles adoquinadas, la cuales hacen de guía a través de un viaje en el tiempo en el que se descubre un conjunto monumental de gran valor. Así, no se pueden pasar por alto sus bonitas casas tradicionales, muchas de ellas construidas en piedra y con balcones de madera, que muestran la arquitectura serrana típica de la región, así como sus construcciones más representativas.

Una de ellas es la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, un templo de origen románico que ha sido modificado a lo largo de los siglos y que alberga elementos renacentistas y barrocos. En su interior, los visitantes pueden apreciar retablos y tallas de gran valor artístico, reflejo de la devoción religiosa de la zona. A su vez, la iglesia de Santa Catalina y el barrio de El Castañar son otros de los lugares que uno no se puede perder. Este último destaca por sus elegantes casas burguesas, las cuales dan lugar a una de las imágenes más singulares del municipio.

Baños de Montemayor, en Cáceres (Shutterstock España).
Baños de Montemayor, en Cáceres (Shutterstock España).

Pero esto no es todo, pues el entorno natural que rodea a Baños de Montemayor es otro de sus puntos clave. Así, la Ruta de la Plata, un antiguo camino que conectaba el sur de España con el norte y que hoy es una ruta cultural y turística que atrae a miles de peregrinos y viajeros. El pueblo se ha convertido en un lugar de descanso habitual para aquellos que recorren este itinerario, que sigue los vestigios de la calzada romana.

A esto hay que sumar los maravillosos parajes que brinda el valle de Ambroz, una zona de montañas y bosques que ofrece numerosas oportunidades para los amantes del senderismo y el turismo rural. Los caminos que parten desde el pueblo permiten explorar la belleza de los paisajes de la sierra, especialmente en otoño, cuando los bosques de castaños y robles adquieren tonalidades doradas y ocres, creando un escenario espectacular.

Cómo llegar

Desde Cáceres, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera A-66, la de la Ruta de la Plata y la N-630. Por su parte, desde Salamanca el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora por la vía A-66.

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