El monumento más alto de Estados Unidos: un arco de 200 metros que conmemora uno de los episodios históricos más importantes del país

Esta construcción se inauguró en 1965 y a día de hoy es uno de los monumentos más representativos del país. Además, se puede subir a su punto más alto y disfrutar de unas maravillosas vistas

El Gateway Arch de San Luis, en Misuri, Estados Unidos (Shutterstock España).

Desde los icónicos rascacielos de Nueva York hasta las majestuosas montañas Rocosas, pasando por los vibrantes desiertos del suroeste y las interminables playas de California, Estados Unidos ofrece una diversidad de paisajes inigualable. A esta riqueza natural se suman las ciudades que han marcado el rumbo del desarrollo global y se han convertido en epicentros de cultura, innovación y arte. A su vez, el país cuenta con un amplio conjunto monumental que va más allá de sus rascacielos, pues muchos de ellos representan parte de la historia del país.

En este sentido, el Gateway Arch de San Luis, en Misuri, es uno de los monumentos más emblemáticos y reconocibles de Estados Unidos. Inaugurado el 28 de octubre de 1965, el arco tiene una altura de 200 metros, lo que lo convierte en el monumento más alto del país. Se erige como parte del Gateway Arch National Park, anteriormente conocido como Jefferson National Expansion Memorial, un parque que conmemora la expansión hacia el oeste del país en el siglo XIX y la compra de Luisiana en 1803. El arco, a menudo llamado simplemente “The Arch”, es un símbolo de la importancia histórica de San Luis como punto de partida para los exploradores y colonos que buscaron nuevas oportunidades en el oeste estadounidense.

Un diseño milimétrico

El diseño del Gateway Arch fue el resultado de un concurso de arquitectura realizado en 1947 ganado por el arquitecto finlandés-estadounidense Eero Saarinen. Su visión fue crear una estructura que representara tanto el espíritu pionero de Estados Unidos como la ciudad de San Luis, que en su momento fue conocida como la “Puerta de Entrada al Oeste”. Saarinen optó por un arco parabólico invertido, una forma inspirada en la catenaria, una curva natural que se forma cuando una cadena se cuelga de dos puntos. Esta elección no solo le confirió al monumento una belleza única, sino también una notable estabilidad estructural.

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El Gateway Arch de San Luis, en Misuri, Estados Unidos (Shutterstock España).

La construcción del arco comenzó en 1963 y se completó en 1965, después de un arduo proceso que involucró innovaciones técnicas significativas. La estructura está hecha de más de 800 toneladas de acero inoxidable, con un núcleo de concreto reforzado en la base. Los ingenieros y constructores tuvieron que desarrollar métodos especializados para levantar las enormes secciones del arco y ensamblarlas a alturas vertiginosas. Para asegurar la simetría perfecta, las dos piernas del arco se construyeron simultáneamente desde el suelo hacia arriba y se unieron en la parte superior. El margen de error permitido para el ajuste de las secciones finales era de apenas 0,1 milímetros.

Un profundo valor histórico

El monumento, más allá de su valor estético, tiene una profunda importancia simbólica. El Gateway Arch conmemora la expansión de Estados Unidos hacia el oeste y la exploración de territorios adquiridos tras la compra de Luisiana. San Luis, ubicada estratégicamente en la confluencia de los ríos Misisipi y Misuri, fue el punto de partida de las expediciones de Lewis y Clark, quienes en 1804 comenzaron su famosa travesía para explorar el territorio occidental, llegando hasta el océano Pacífico.

Hoy en día, el Gateway Arch es una atracción turística de renombre mundial, que atrae a millones de visitantes al año. Los turistas pueden ingresar al monumento y subir a la cima mediante un sistema de tranvía, que los lleva a una pequeña plataforma de observación con vistas panorámicas de San Luis y el río Misisipi. La experiencia de ascender por el interior del arco ofrece una perspectiva única de la ciudad y el paisaje circundante.

Más allá del arco, el Gateway Arch National Park cuenta con un museo subterráneo que narra la historia de la expansión hacia el oeste, desde la compra de Luisiana hasta los asentamientos de pioneros. El parque también alberga la Old Courthouse, un edificio histórico donde se celebraron importantes casos legales, incluido el juicio de Dred Scott, un esclavo que demandó su libertad en la década de 1850, un caso que influyó en la intensificación de las tensiones que condujeron a la Guerra Civil.

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