Malas noticias para los turistas que visiten Sevilla: cobrará “tres o cuatro euros” por entrar a uno de sus principales monumentos

La Plaza de España, situada en el Parque de María Luisa de Sevilla, es una obra emblemática del arquitecto Aníbal González, diseñada para la Exposición Iberoamericana de 1929 y uno de los enclaves más característicos de la capital andaluza. Su estructura semielíptica simboliza el vínculo entre España y sus antiguas colonias, y su orientación hacia el río Guadalquivir rememora los viajes que partían hacia América.

Con una superficie de 50.000 metros cuadrados, es una de las plazas más grandes y monumentales del país. Un canal de 515 metros recorre el perímetro de la plaza, cruzado por cuatro puentes que representan los antiguos reinos de España. Uno de sus distintivos son los bancos decorados con azulejos, que representan a 49 provincias españolas. Estos asientos se han convertido en un punto de interés para los visitantes, especialmente los nacionales, que buscan fotografiarse frente a la representación de su provincia. Sin embargo, puede que llevarse un recuerdo de este lugar deje de ser gratuito.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que ya adelantaba en febrero su intención de cobrar una entrada de tres euros a los turistas, ha manifestado este miércoles que ya tiene “decidido acotar” la zona de la plaza perteneciente al Ayuntamiento, es decir, el espacio al aire libre entre la balaustrada de acceso y los bancos de las provincias. Su idea es que los turistas paguen un ticket de “tres o cuatro euros” por la visita con el objetivo de costear la “vigilancia 24 horas” en el recinto y las labores permanentes de conservación.

En una entrevista en la Cadena Cope, Sanz ha explicado que tan sólo se le cobraría la entrada a los turistas, no a aquellas personas que acrediten estar empadronadas en la ciudad o haber nacido en el conjunto de la provincia. El Consistorio, titular del espacio comprendido entre los bancos y la balaustrada, quería, en un primer momento, restringir también el acceso al edificio.

Meses atrás, proponía al Estado, dueño de la edificación y la galería del monumento, un convenio para cerrar por completo el recinto y cobrar así a los turistas. Acorde a la idea del gobierno popular local, los ingresos de taquilla se repartirían de la siguiente manera: un 75% para las arcas municipales y un 25% para el Ejecutivo estatal.

El objetivo de la medida, según ha explicado Sanz, es generar ingresos que permitan financiar la conservación del monumento y garantizar un servicio de vigilancia las 24 horas del día. También busca crear una escuela o taller de restauración permanente, todo ello para mantener en buen estado este símbolo de la ciudad.

A pesar de las críticas del Gobierno central, formado por PSOE y Sumar, que rechazaron la propuesta al considerarla una “privatización” del espacio público, el alcalde se mantiene firme en su decisión. Además, ha lamentado que el Ejecutivo no haya ofrecido ninguna “alternativa” para financiar la vigilancia continua y la restauración permanente del emblemático monumento de Sevilla, actualmente de libre acceso.

El alcalde recuerda que los accesos a la Plaza de España ya cuentan con “dos cierres laterales”, por lo que “sólo quedaría cerrar por delante” con una instalación que “ya existe”, pero que habría que “completar”.