Una aerolínea tiene que cambiar la distribución de sus aviones porque los nuevos asientos de primera clase pesan demasiado

Los ‘Swiss Sense’ son el nuevo proyecto de lujo y modernidad de la aerolínea, la cual ha tenido que cambiar la distribución de la cabina para sus aviones Airbus A330-300

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Avión de Swiss International Air
Avión de Swiss International Air Lines (Shutterstock).

En los aviones, los asientos de clase turista no tienen nada que ver con los de primera clase. Estos últimos ofrecen una experiencia de descanso y confort única que solo está al alcance de unos pocos. Sin embargo, la exclusividad también tiene un precio para las aerolíneas, las cuales en ocasiones se topan con problemas inesperados en relación con este servicio. Así, la compañía Swiss International Air Lines enfrenta un desafío técnico con la instalación de sus nuevos asientos de primera clase Swiss Senses, diseñados para ofrecer mayor privacidad y lujo.

Estos asientos, que cuentan con puertas y paredes de dos metros, han resultado ser más pesados de lo esperado, lo que ha provocado que los aviones Airbus A330-300 se desequilibren hacia el frente (nose-heavy). Para corregir este problema, la aerolínea está considerando añadir placas de plomo en la parte trasera de los aviones para compensar el peso adicional en la parte delantera, tal y como recoge el medio estadounidense CNN Travel.

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El objetivo de la aerolínea con Swiss Senses es ofrecer una experiencia premium modernizada y satisfacer las demandas de sus clientes de lujo, quienes habían pedido la renovación de los interiores de los aviones. Este nuevo diseño sigue el modelo introducido por Lufthansa, aerolínea matriz de Swiss, con su producto Allegris, que también busca ofrecer una mayor comodidad y privacidad a los pasajeros de sus cabinas premium.

Reducción del número de asientos

Asientos Swiss Senses (Web de
Asientos Swiss Senses (Web de la aerolínea).

El problema surge de las tendencias contrapuestas en el diseño de cabinas aéreas: mientras los asientos de clase ejecutiva y primera clase son cada vez más pesados debido a la demanda de mayor confort y privacidad, los asientos de clase económica se han vuelto más ligeros. En el caso de los A330-300, este desequilibrio ha sido particularmente significativo, obligando a Swiss a buscar soluciones que no aumenten considerablemente el consumo de combustible ni las emisiones de CO2, un aspecto clave de la estrategia de la aerolínea para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.

A pesar de este inconveniente, Swiss continuará con el proceso de modernización de sus cabinas, cuya instalación está prevista para finales de 2025 en su flota de A330. Los Boeing 777 de la aerolínea, que también recibirán estos asientos, no presentan el mismo problema de desequilibrio, por lo que no requerirán de medidas adicionales. Además del desafío técnico, la compañía también ha optado por limitar el número de asientos de primera clase a solo cuatro, en lugar de los ocho habituales, para reducir el peso total en la cabina.

La aerolínea ha descartado incluir puertas corredizas en sus asientos de clase ejecutiva, una característica que muchas otras aerolíneas han adoptado, en un esfuerzo por minimizar la adición de peso innecesario. Si bien los ajustes en el diseño y la adición de peso plantean desafíos económicos y medioambientales, Swiss mantiene su compromiso de mejorar la eficiencia de sus operaciones sin comprometer la experiencia del cliente. La aerolínea ha asegurado que las modificaciones no afectarán los tiempos de vuelo ni las rutas de largo recorrido entre Suiza y destinos en Norteamérica y el Medio Oriente, que son operadas principalmente con los aviones A330-300 afectados.

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