Una impresionante mansión frente al Atlántico, situada en la pintoresca región de Lagos, Portugal, se ha convertido en la casa en venta más cara del país, con un precio de 27 millones de euros. La propiedad, construida en 1977 y renovada en 2021 por una pareja suizo-brasileña, destaca no solo por sus lujosos detalles, sino también por su ubicación privilegiada y su singular estilo, que fusiona influencias árabes con un diseño contemporáneo.
La renovación de la mansión, inspirada en los viajes de sus propietarios por diversos países, ha dado lugar a una residencia que combina elegancia, confort y arte. La casa cuenta con una superficie de 778 metros cuadrados, ubicada en una parcela de 3.200 metros cuadrados, y ofrece vistas inigualables del océano Atlántico.
Las imágenes de la villa han captado el interés de importantes personalidades de Hollywood. Y es que, incluso antes de poner oficialmente en el mercado, fue visitada por Angelina Jolie. Por su parte, Felipe Silveira, el agente inmobiliario encargado de la venta, reveló en una entrevista con NiT, que en aquel momento “las obras de renovación aún estaban lejos de estar terminadas”.
Una mansión en una isla privada
Según Felipe Silveira, la propiedad se sitúa en “una especie de isla privada”, accesible únicamente a través de un puente romano, lo que le añade un toque de exclusividad. Así, “más que una residencia, este espacio es una atracción fotográfica en Lagos. La gente está comprando una isla con acceso exclusivo a la playa, y que no llega al mar solo porque así lo quisieron los propietarios”, añade. Igualmente, explica que “el lugar se utiliza como espacio de pesca o barbacoa. Es, por tanto, una verdadera experiencia de vida”.
Al ingresar a la mansión, los visitantes son recibidos por un pasillo amplio que culmina en un gran ventanal enmarcando las playas de Lagos, ofreciendo una vista que el propio agente describe como “un cuadro natural”. La planta principal alberga un salón comedor de 106 metros cuadrados, una moderna cocina y otro salón comedor, todo diseñado con ventanales que permiten disfrutar de las vistas al mar. Destacan los techos de ladrillo árabe, un sello distintivo del estilo decorativo de la casa.
La planta superior cuenta con siete dormitorios, incluida una suite principal con vestidor y terraza privada, desde donde se puede apreciar el entorno costero. La planta inferior alberga un spa de lujo y una bodega de vinos, realzando el nivel de confort de la propiedad. Además, la mansión incluye una capilla, una casa de invitados y una piscina infinita con vistas panorámicas.
No hay prisa por venderla
Aunque la mansión no ha tenido todavía una gran demanda, su exclusividad ha atraído la atención de figuras de renombre. Durante la fase inicial de la renovación, la propiedad fue visitada por la actriz Angelina Jolie, aunque la venta no se concretó. Según Silveira, “las imágenes de la villa han captado el interés de importantes personalidades de Hollywood”.
Sin embargo, “todavía no ha tenido una demanda significativa”. Y a pesar de que han tenido algunos clientes interesados, “no pasaron de la fase de negociación”, afirma el agente inmobiliario. Esto es, para vender la propiedad tendrán que obtener una buena oferta, ya que “a los propietarios les gusta desarrollar proyectos únicos que luego lanzan al mercado. Con una larga experiencia en la industria hotelera en Suiza, esto es para ellos un hobby. Si pueden venderlo, genial. De lo contrario, se quedan en la casa”. Incluso, además de esta villa, la pareja tiene otra propiedad en Lagos por 5,2 millones de euros que conserva el mismo estándar de elegancia y exclusividad.