Cuatro pueblos mágicos de Huesca: entre imponentes montes y de tradicional arquitectura pirenaica

Destinos ideales para disfrutar de la naturaleza y los deportes de aventura

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Lago de Plan, Huesca (Shutterstock
Lago de Plan, Huesca (Shutterstock España)

Desde la alta montaña del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido hasta el eterno desierto monegrino, la provincia de Huesca ofrece una transición espectacular de escenarios. Situada al noroeste del país, en el corazón de Aragón, tal vez sea una de las zonas más olvidadas de España, sin embargo, ofrece paisajes increíbles y pueblos que parecen sacados de cuento. Además, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura. Hacemos un repaso por cuatro de las localidades más mágicas.

Torla

Torla, en Huesca (Shutterstock España).
Torla, en Huesca (Shutterstock España).

Puerta de entrada al increíble Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, este pueblo bañado por las gélidas aguas del río Ara y vigilado por la atenta mirada del Mondarruego, es el último núcleo de población antes de cruzar la frontera con Francia. Sus calles son un ejemplo de la tradicional arquitectura pirenaica: casas con grandes portones, muros de mampostería arenisca, tejados cubiertos con losas de piedra y chimeneas con espantabrujas. Esta villa sorprende no sólo por su belleza, sino porque además está rodeada de numerosos picos que superan los 3.000 metros de altura y de frondosos bosques verdes cuyo color verde intenso contrasta con la nieve que los cubre durante los meses de frío.

Broto

Broto, en Huesca (Shutterstock España).
Broto, en Huesca (Shutterstock España).

Ubicado en un entorno natural privilegiado, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y a un paso del Pirineo de Huesca, a paisaje espectacular se suma una larga historia de la que aún quedan vestigios. Broto da cobijo a la Casa del Valle, con una torre defensiva del siglo XVI, que hizo las veces de cárcel durante siglos. En sus ennegrecidas paredes aún se pueden ver los mensajes y grabados que los presos dejaron durante los días que pasaron ahí. A apenas cinco minutos andando de este municipio, se encuentra la increíble Cascada de Sorrosal.

Aínsa

Aínsa, Huesca (Turismo de Aragón)
Aínsa, Huesca (Turismo de Aragón)

Esta villa medieval, a 589 metros sobre el nivel de mar, se encuentra en la confluencia de los ríos Ara y Cinca, bajo la atenta mirada de Peña Montañesa. Pasear por su casco antiguo -que está catalogado Conjunto Histórico-Artístico- es como caminar por las calles del medievo. Visitar la que fuera la mítica capital del antiguo condado de Sobrarbe es adentrarse en uno de los pueblos más espectaculares de Aragón. Aínsa es punto de partida ideal para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para practicar el montañismo, para disfrutar del arte y la cultura del entorno o para visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta o el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Plan

Plan, Huesca. (Turismo en Aragón)
Plan, Huesca. (Turismo en Aragón)

Esta pequeña villa en pleno valle de Gistaín o Chistau, como el resto de pueblos que lo integran, es un lugar ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Su término municipal es extiende por la cuenca del río Cinqueta y en su territorio abundan los lagos como el Barbarisa, el Millares y el ibon de Plan, que según cuentan los lugareños está encantado. Las calles de esta localidad son largas y estrechas y conservan un gran número de casas señoriales.

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