Visitar la Fontana di Trevi y lanzar una moneda ahora tiene un precio: costará dos euros

Roma fue en 2023 la capital más visitada de Europa, con 50 millones de turistas deseosos de poder observar los tesoros que en sus calles alberga. Caminar por la Città Eterna es como pasear por un museo al aire libre, a cada paso se descubre un monumento diferente, ya que, tiene un patrimonio artístico impresionante. Se puede decir que esta ciudad inventó un tipo de belleza diferente, donde destaca la magnitud y el poder, la decadencia, el descuido, lo antiguo e histórico y lo intenso.

Recorriendo sus enrevesadas calles, podremos llegar a plazas pequeñas que protegen algunas de las joyas del barroco romano más importantes, como la Fontana di Trevi. Esta fuente es la más monumental de Roma y una de las más hermosas del mundo. El espectáculo, que cada año admiran millones de ojos, fue construido en el siglo XVIII por un hombre casi desconocido, llamado Nicola Salvi, que sorprendió con este diseño tan asombroso.

Una de las características más destacadas de la Fontana es el contraste entre la monumentalidad del manantial y la pequeña plaza en la que se ubica, tan oculta entre callejuelas, que la primera vez que se visita cuesta creer que se encuentre ahí. Las gradas que descienden hasta el estanque estarán repletas de turistas haciéndose fotos y tirando una moneda para asegurarse que un día volverán a la capital. Sin embargo, esta tradición puede llegar a su fin, por lo menos de una manera gratuita.

La presión del turismo masivo ha llevado al Ayuntamiento de Roma a adoptar medidas controvertidas. Ahora ver de cerca la fuente y cumplir con la tradición del lanzamiento de moneda podría costar dos euros. Esto permitirá “garantizar una experiencia única” a sus visitantes, que hoy son, de media,10.000 a diario. Una decisión que parece estar respaldada por muchos turistas.

El concejal de Turismo, Alessandro Onorato, fue el primero en lanzar la idea, que ha sido bien recibida por el alcalde, Roberto Gualtieri, quien ha argumentado que la situación se ha vuelto “técnicamente muy difícil de gestionar”. “Queremos garantizar una experiencia única, especial y serena a todos los visitantes, que hoy lamentablemente cuando llegan a la Fontana di Trevi tiene que lidiar con el caos”, explicó el concejal. Asimismo, subrayó que el primer objetivo de esta entrada es “proteger un monumento extraordinario”.

La obra del barroco se podrá seguir viendo de forma gratuita, pero aquellas personas que quieran bajar los escalones, verla de cerca y tirar una moneda, tendrán que reservar una entrada por un precio de dos horas. Por su parte, la ciudadanía romana no tendrá que pagar. Onorato se lamenta porque hay “turistas que se apresuran para hacerse un selfie, otros que comen sin preocuparse de no ensuciar a su alrededor y hay quien, para hacerse viral en redes sociales con un vídeo, decide lanzarse al agua”.

El concejal ha explicado que el dinero recaudado “se dedicará a crear puestos de trabajo, como azafatos y azafatas, para gestionar mejor el flujo de visitantes y proteger el monumento”. Las monedas que cada año se recogen del fondo del estanque, por su parte, se donan a la organización Cáritas.