París, una vez más, vuelve a su rutina habitual tras el fin de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos este pasado domingo 8 de septiembre. Con el cierre de este evento internacional, la capital francesa afronta varios cambios, los cuales se han empezado a implantar el pasado 9 de septiembre, y que impactarán principalmente en el sistema de transporte público y la infraestructura vial, según informó el diario Le Parisien.
El cambio más inmediato y notorio es la modificación en las tarifas del transporte público. Durante el periodo olímpico, el precio del billete de metro se había elevado a 4 euros; no obstante, a partir de este lunes, el costo vuelve a ser de 2,15 euros. Además, el presupuesto incluirá un incremento gradual en el precio de los abonos Navigo, siguiendo un acuerdo financiero firmado en 2023 con el gobierno de Élisabeth Borne. Dicho aumento, limitado a la “inflación + 2 %”, se implementará en enero de 2025.
El fin de los Juegos también trae consigo el desmantelamiento de las vías exclusivas para los vehículos acreditados por el evento. A excepción de tres importantes tramos —la autopista A1 entre el aeropuerto Roissy Charles-de-Gaulle y la Porte de la Chapelle, la circunvalación entre Porte de Vanves y Porte de Bercy, y el Boulevard Circulaire en La Défense— la mayoría de las carreteras parisinas recuperarán su configuración habitual. Con esta medida, se espera reducir la congestión de tráfico y devolver la normalidad a las arterias viales de la ciudad.
Continuación de las obras ferroviarias
Otro aspecto clave en la fase postolímpica es la reanudación de las obras de construcción y mantenimiento en la red ferroviaria. Las líneas RER A, B, C y D, así como la Línea 14 del metro, verán interrumpido su servicio en diferentes horarios. En el caso de la Línea 14, se han programado cierres nocturnos a partir de las 22:00 hs todos los lunes, martes, miércoles y jueves, desde el 9 de septiembre hasta el 19 de diciembre de 2024, con algunas excepciones. Además, los domingos también se prevén interrupciones del servicio, en una medida que busca modernizar y ampliar la capacidad de la red ferroviaria de París.
El RER E, por su parte, mantendrá su operación entre las estaciones Nanterre-la Folie, La Défense, Porte-Maillot y Magenta, con trenes que circularán cada 15 minutos de 10 a 16 horas en días laborables, extendiéndose hasta las 20 horas los fines de semana. Para 2025, se espera la entrega de 34 trenes RER NG por parte de Alstom, lo que permitirá que la línea se extienda hasta Mantes-la-Jolie en 2026, optimizando el servicio en esta parte del área metropolitana.
Igualmente, a partir del 1 de octubre, entrarán en vigor nuevas tarifas de estacionamiento para vehículos de mayor peso. Los coches que superen los 1.600 kg, incluidos los eléctricos que pesen más de 2.000 kg, deberán pagar tarifas más elevadas por aparcar en la vía pública. En la zona central —que abarca los distritos del 1 al 11— la tarifa ascenderá a 18 euros por hora, mientras que en los distritos del 12 al 20 será de 12 euros por hora. Asimismo, las multas por infracciones relacionadas con el estacionamiento también se incrementarán, como parte de las medidas adoptadas para reducir el uso de vehículos pesados en la ciudad.
Por último, se implementarán restricciones para los vehículos clasificados como Crit’Air 3 dentro del perímetro delimitado por la A 86 a partir del 1 de enero de 2025. Esta nueva normativa afecta a los vehículos gasolina matriculados entre 1997 y 2005 y a los diésel entre 2006 y 2010. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha reiterado su intención de reducir la velocidad máxima en la circunvalación a 50 km/h durante octubre, en colaboración con el prefecto de policía de París.