La isla paradisíaca española que se hizo famosa gracias a un burro y en la que Rajoy se dio el ‘sí quiero’

Este lugar se presenta como un refugio en el que vivir el mar a fondo, perfecto para las personas que deseen relajarse en su centro termal

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Isla de La Toja (Turismo Galicia)
Isla de La Toja (Turismo Galicia)

Las Rías Baixas se abren entre Baiona y Fisterra. Son las de mayor extensión y las que de una manera uniforme se alargan de sudoeste a nordeste. A lo largo de su litoral recortado, se van encadenando tramos de costa acantilada, rocosa y brava y amplios arenales. Uno de los lugares más reconocidos, visitados y especiales de este enclave es, sin duda, la paradisíaca isla de La Toja, situada en la comarca do Salnés.

Este lugar se presenta como un refugio en el que vivir el mar a fondo, perfecto tanto para las personas que deseen relajarse en su centro termal, como para las que vayan con ánimo de disfrutar de un paisaje extraordinario. Enmarcada entre las aguas de la ría de Arousa, este islote enamora con una belleza innata y una oferta turística de lo más amplia y singular. De este paraje es único hasta la leyenda que lo rodea.

Cómo se descubrieron las aguas termales de La Toja

Cuenta el mito que un ciudadano de O Grove tenía un burro afectado de una enfermedad de la piel. Al no tener el valor para sacrificar a su fiel amigo, decidió que la mejor opción era abandonarlo en la Isla de La Toja, sabiendo que, por su patología, no sobreviviría durante mucho tiempo. Pasados unos días, el señor regresó a la isla con la intención de enterrar los restos del animal, pero para su sorpresa, encontró al burro correteando y retozando en unos fangos. Así es como se descubrieron las propiedades curativas de las aguas termales que nacen en La Toja y que dieron lugar a uno de los primeros balnearios de Galicia.

Poderes curativos de los balnearios

Antes de descubrirse su tesoro oculto, el enclave contaba con un acceso muy difícil, ya que, estaba deshabitada y sumida en un panorama agreste. Con el hallazgo de las aguas termales, el Marqués de Riestra (el propietario de la isla) decidió explotar esa cara mineromedicianl de A Toxa. Poco a poco, fue ganando adeptos y muchas personas enfermas viajaban hasta este paraje confiando en el poder curativo de sus aguas.

En 1899, se construyó el primer balneario, aunque sus puertas no se abrieron hasta 1907. Hoy en día, esta isla se ha convertido en todo un referente del turismo termal de Galicia. El Balneario de Eurostars Gran Hotel y el Talaso del Louxos son dos de los Centros de Salud y Bienestar más destacados de las Rías Baixas. La mayoría de los tratamientos que ofrecen son naturales y se basan en las propiedades del agua marina y talasoterapia.

La Capilla de las Conchas

La Capilla de San Caralampio (Turismo Galicia)
La Capilla de San Caralampio (Turismo Galicia)

La Capilla de San Caralampio se conoce como la Capilla de las Conchas, basta con echarle un vistazo para comprender el porqué de este distintivo. Cuando se construyó a principios del siglo XX, su fachada no estaba cubierta por estas corazas, su ubicación cercana al mar tuvo mucho que ver en esta transformación. Al estar orientada hacia el sur, la pequeña iglesia sufría las consecuencias de los fuertes temporales y los azotes de la lluvia. Por ello, el arquitecto Anselmo Millán, propuso el uso de esta técnica tradicional que se utilizaba en las casas marineras para impedir que el agua traspasase sus paredes.

Así fue como la Capilla de San Caralampio terminó por cubrirse por conchas de vieiras. El Marqués de Riesta se quedó tan satisfecho con el resultado de la pared sur, que ordenó revestir la fachada al completo. Como curiosidad, en 1996 el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy se dio el “sí, quiero” con su mujer en este edificio religioso.

Jabones de La Toja

Puede que el nombre de La Toja resulte familiar, pero no por la isla, sino porque hay unos jabones con este mismo homónimo. El boom de las aguas minero-medicinales de este enclave, puso a la isla en el foco turístico y comercial. Por ello, el Marqués quiso aprovechar el tirón y ordenó construir una fábrica de jabón donde poder crear y comercializar sus propias sales de baño. Quién se iba a imaginar que alcanzarían la fama mundial, ya que, permitían a todas aquellas personas que no podían viajar hasta Galicia disfrutar de los beneficios manantiales de la zona. En los años 20, esta industria se hizo tan popular que la oferta se amplió a líneas de productos de cosmética y perfumería.

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